Aria siempre ha sido una chica risueña y alegre, capaz de encontrar el lado divertido de cualquier situación. Pero su optimismo es puesto a prueba cuando su madre decide mudarse con su nueva pareja. Ahora, Aria se enfrenta a un desafío mayor: adapta...
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"Entre sueños y cicatrices, encontré en la voz de Aria el refugio que necesitaba para calmar las tormentas de mi pasado.".-Harley.
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Harley
Hoy cumplo cuatro años y estoy contenta. Papá me ha preparado una tarta de muchos colores. He sonreído y él me ha devuelto la sonrisa. Cuando miro a un lado, veo a mi madre, pero ella no me mira; está pendiente del móvil. La entiendo, tiene mucho trabajo. A veces sonríe, supongo que alguien le ha dicho algo divertido, pero cuando yo le digo algo gracioso, no sonríe. Creo que mi mami no me quiere o, si lo hace, no lo demuestra. Papá me ha dicho que ella es así, que muestra el cariño de otra forma, que es buena y que sí me quiere, que no me preocupe. Pero no sé, está rara. Ya no juega conmigo, no me presta atención, y cuando lloro, me grita. Un día me pegó porque había llorado y me dijo que estaba siendo una mala hija. He prometido que no voy a llorar más; quiero que mamá piense que soy una buena hija. Yo sí la quiero, se lo demuestro, pero ella no lo sé. Papá dice que está mal, que está enferma, que tiene una cosa llamada "depresión". No sé lo que es, pero he visto a mi padre siempre a su lado. A veces se ofusca y le pega a papá. Papá no hace nada porque dice que ella está enferma y que no puede hacer nada.
Al menos sé que no me pega porque no me quiere, sino porque está malita. Hoy hice un dibujo en clase. La profesora me felicitó y me dijo que estaba bien. Quería regalárselo a mi madre para que estuviera contenta. Pero cuando se lo di, se enfadó más, lo rompió y empezó a tirar cosas. El jarrón favorito de papá se rompió, y ahora estoy con una venda en la mano porque los cristales se me clavaron. Pero no pasa nada, porque mami lo hizo porque está enferma, no porque no me quiera.
Tiene el mismo pelo que yo, negro, largo, siempre bien peinado. Sus ojos son de color azul. Soy igual que ella, me gusta ser como mamá porque siempre he querido ser como ella. Está guapa y tan elegante. He visto a muchos hombres girarse cuando iba con ella. A veces le sonreían, pero mamá no hacía nada, supongo que porque quiere a papá.
Hoy llevaba un vestido de color rosa. No es que me guste mucho; me gusta más la ropa azul, pero mami dice que eso es de chicos y yo soy una chica. Estoy dando saltitos alrededor de mi padre; él me sonríe y me revuelve el pelo. Tiene un regalo para mí y no sé cuál es. Quiero saberlo, me gustaría saber lo que me ha regalado, pero es una sorpresa, así que no digo nada.
