INUYASHA
-¡MALDITA SEA! -grité frustrado- ¡DETENTE O DISPARO!
Corrí tras un carterista que había robado la bolsa de una anciana. Llevaba cuatro meses en la estación de policía de Nara, y la monotonía de este pequeño pueblo me estaba volviendo loco. Hoy, sin embargo, era uno de esos días "emocionantes" que me sacaban de la rutina.
El ladrón se escabullía entre la multitud, pero no iba a dejar que se saliera con la suya. Desenfundé mi arma y apunté hacia él, sabiendo que no tenía la intención de disparar a menos de que fuera absolutamente necesario.
-¡DETENTE AHORA! -repetí, tratando de sonar más amenazante.
Finalmente, el carterista tropezó y cayó al suelo, así que aproveché la oportunidad y me lancé sobre él, inmovilizándolo. Le quité el objeto robado y lo esposé mientras la gente comenzaba a reunirse alrededor, susurrando y murmurando.
-¿Está bien, señora? -le pregunté a la anciana mientras le devolvía su bolsa.
¡Gracias, joven! -respondió ella con una sonrisa temblorosa-. No sé qué habría hecho sin tu ayuda.
Asentí y la ayudé a ponerse de pie antes de llevar al ladrón a la patrulla. El camino hacia la estación fue corto. Al llegar, abrí la puerta trasera del auto para sacar al hombre y llevarlo hasta mi cubículo para hacer su ficha e ingresarlo a la celda.
-Creí que estabas acomodando la documentación de la semana pasada -dijo Miroku al verme entrar con el ladrón.
-Salí a despejarme un momento y me encontré con ese sujeto asaltando a una anciana.
Me senté en mi escritorio listo para iniciar el registro hasta que la siguiente orden de Miroku captó mi atención.
-¡Hachi! Encárgate de los datos de este hombre
Hachi asintió y se acercó para llevarse al ladrón a su cubículo. Miré a Miroku con suma curiosidad. ¿De qué quería hablar?
-Inuyasha, necesito que vengas conmigo -dijo con una expresión seria.
Lo seguí hasta su oficina, cerrando la puerta detrás de mí. Miroku se sentó en su escritorio y me hizo una seña para que me sentara también.
-¿Qué pasa Miroku? -pregunté, tratando de no sonar demasiado ansioso.
-Tenemos un caso que podría interesarte -Me entregó una carpeta con la leyenda CONFIDENCIAL-. Es un poco fuera de lo común para Nara, pero creo que es justo lo que necesitas para salir de la rutina.
Abrí la carpeta y comencé a leer. Se trataba de una serie de robos que parecían estar conectados. Las descripciones de los sospechosos variaban, pero había un patrón en los lugares y métodos utilizados. Lo más interesante es que en todos, habían encontrado rastros de droga.
-Esto parece más complicado de lo que estamos acostumbrados -dije, sintiendo una chispa de emoción-. ¿Por qué me lo das a mí? -pregunté con curiosidad.
-Porque sé que estás aburrido aquí, amigo -respondió Miroku con una sonrisa-. Y porque creo que este caso está relacionado con...
-Onigumo Chiba -terminé su frase con un peculiar toque de adrenalina recorriendo mi cuerpo
Miroku, al igual que Naraku, era mi mejor amigo desde la infancia. A los 19 años, tuvo que mudarse a Nara porque su madre enfermó gravemente y necesitaba cuidados especiales. Tres años después, lamentablemente, su madre falleció. Aunque no tenía otros familiares en el lugar, Miroku decidió quedarse en Nara. Allí completó sus estudios y, con determinación, se unió al cuerpo de policía, ascendiendo rápidamente hasta convertirse en el jefe de la corporación.
ESTÁS LEYENDO
NOCHE DE COPAS
FanfictionÉl, el mejor agente de policía de todo Japón. Ella, la diseñadora de modas más talentosa que se pueda imaginar. Una vida llena de traiciones, desamor e infidelidades los lleva a perderse en una noche de copas. Los personajes de esta historia pertene...