prólogo ✧

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Hola, me presento, soy Nekane ___ (tu apellido), tengo 21 años y te voy a contar mi historia de amor que se convirtio en... Bueno, no sabría cómo explicarlo así que mejor se los cuento.
Todo empieza ese hermoso día...

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Nekane
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Estaba corriendo, corriendo rápidamente mientras me reía y me perseguían.

-¡¡Mujer, quédate quieta!!- me grito un hombre.

-¿Para?, ¡obvio noo!- le grite mientras me reía.
Cruze un callejón para perder de vista a ese tipo, cuando de repente...

-auch!- exclamé adolorida, pues acababa de chocar con alguien y rode por el piso, me lastime las rodillas.

-¿¡Que te pasa idiota?!- me grito ese hombre de cabellos amarillos.

-¿Disculpa?- le hice frente, pero al momento de girarme para verlo de frente me quedé impactada. Los dos nos quedamos mirando fijamente unos segundos que parecieron horas.
Ese hombre, era algo extravagante, muy único.

-discúlpeme señorita no sabía que había sido usted, fue totalmente mi culpa, le pido perdón de mil maneras- me dijo mientras soltaba sus bolsas y se ponía de rodillas en frente de mi.

-no hay problema, fue culpa mía por correr y no fijarme a donde iba- me sorprendí ante mis palabras, en una situación diferente le hubiera dicho que si, que fue su culpa y que me de algo a cambio como disculpa, pero por alguna extraña razón está vez eta diferente a las otras. No sabía cómo no dejar de mirarlo a los ojos, eran un negro dominante.

-¿Está bien señorita?...-

-Nekane, mucho gusto- me pare casi automáticamente, olvidándome del dolor de mis rodillas.

-Sanji, mucho gusto igualmente- me dijo mientras me sonreía y me daba la mano.
En cuanto le di la mía me dió un beso en esta misma, como si fuese una princesa.

-ehh, si si, bueno, déjame ayudarte- le dije mientras me agachaba para juntar la comida que había salido de las bolsas.

-oh no, no, no, una hermosa señorita como tú no puede juntar eso, dejame a mí- me dijo mientras se apuraba a juntar todo rápido para que no lo hiciera yo.

-Ay Sanji, no pasa nada, puedo hacer esto y más- le dije.

-yo se que sí, pero un caballero como yo no puede dejar a una bella dama ensuciarse las manos- me dijo, la verdad es que nunca había recibido tantos halagos en el mismo momento, por lo que no sabía como reaccionar.

-ay ya, déjame ayuda...- me quedé callada en el momento en el que escuche la voz del tipo que me seguía.

-¿Pasa algo?- me preguntó y al momento le tape la boca, teníamos que hacer el menor ruido posible para que se fueran de largo y no entrarán en este callejón.
De repente en mis manos empeze a sentir un líquido, cuando voltee vi que sanji estaba sangrando por la nariz.

-¿Estás bien? ¿Te golpee fuerte?- le dije en un susurro mientras lo miraba preocupada.

-oye! Escuché un susurro por acá- en ese momento me asusté ya que eran 2 contra mí, me tenían acorralada en el callejón y tenía mis rodillas lastimadas, aparte que no podía dejar que lastimaran a Sanji por mi culpa.

-oh no- dije inconscientemente.

Me empecé a levantar pero hay fue cuando caí en cuenta que tenía mis rodillas lastimadas, por lo que correr no sería la mejor opción.
De un momento a otro ví que esos tipos entraron al callejón por lo que mi pulso empezó a acelerarse.

🌪️/✧Falsedad ✧\🌪️ -- (Sanji x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora