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Estoy en un estado de incredulidad cuando dejo mi teléfono en mi escritorio

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Estoy en un estado de incredulidad cuando dejo mi teléfono en mi escritorio. Positivo. La prueba de ADN dio positivo.

No pensé mucho en eso cuando el fiscal me pidió que me hiciera la prueba. Me hicieron entrar a una clínica, y salí minutos después, sin esperar mucho. Todo el proceso fue eficiente e indoloro, tanto que fue fácil olvidar para qué servía, y qué podían significar los resultados.

Salgo de mis pensamientos por un golpe en la puerta de mi oficina, miro hacia arriba y encuentro a Aria entrando. Cierra la puerta detrás de ella, sus ojos se encuentran con los míos, y la sonrisa desaparece de su rostro, dejando paso a un ceño fruncido.

―¿Jung Kook? ―pregunta, con voz suave.
—¿Está todo bien?

Niego con la cabeza y me pongo de pie. Ella camina hacia mis brazos y mis ojos se cierran mientras coloco mi barbilla sobre su cabeza, abrazándola con fuerza.

―Los resultados fueron positivos ―digo, mi voz apenas es por encima de un susurro, una parte de mí no está dispuesta a decirlo en voz alta.

Aria se congela en mis brazos y mi estómago se retuerce. He hecho todo lo posible para mantener mi mente alejada de las implicaciones de un resultado positivo, pero ya no puedo evitar la verdad. Soy el resultado de un crimen horrible, y no sé cómo eso cambiará la forma en que ella me ve.

Se aleja y yo miro hacia otro lado, incapaz de enfrentarla.

―Eso significa que finalmente encontraste a tu madre, Jung Kook―dice, mientras sus manos alcanzan las mías.
—Ida me dijo que su padre le quitó a su hijo poco después del nacimiento, me pregunto cómo se sentirá al saber que finalmente te ha encontrado. Ella me pidió que la ayudara a encontrarte, ¿sabes?

Levanto mi mano a su rostro y giro un mechón de su cabello alrededor de mi dedo.

―Hasta ahora, toda mi comunicación ha sido con el fiscal. No sé casi nada sobre Ida, no tengo ni idea de si ella quiere verme.

Aria frunce los labios y asiente.

―Ella también debe querer verte, si está tratando de encontrarte ahora para ayudar en su caso, debe estar lista para conocerte.

Mi corazón se acelera ante la mera idea de conocer a mi madre. He pasado años buscándola, y ella ha estado tan cerca todo el tiempo.

―Yo... creo que quiero pasar por el restaurante. Aunque sea solo para verla. Estoy bien sin siquiera hablar con ella, pero tengo que verla.

Aria asiente en comprensión, con una sonrisa agridulce en su rostro. La mirada angustiada en sus ojos me dice que está pensando en su propia madre. Nunca volverá a ver a su madre, pero la mía está a solo unas cuadras de distancia.

―¿Qué quieres que vaya contigo? ―pregunta, y niego con la cabeza, ahuecando su mejilla.

―Creo que esto es algo que necesito hacer por mi cuenta, Nyx. Está tan cerca... solo voy a pasarme. He esperado durante años, y no creo que pueda esperar un segundo más. Quiero ver a mi madre con mis propios ojos, aunque sea solo una vez.

HASTA TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora