HASTA TI

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Inhalo profundamente mientras abro la ducha, sintiéndome sucio hasta el alma, no estoy seguro de cuánto tiempo he estado aquí cuando se abre la puerta. Me giro para encontrar a Aria caminando hacia mí, con su cuerpo desnudo, y una expresión torturada en sus ojos.

Yo lo hice, puse esa preocupación en sus ojos.
Me quita el cepillo de dientes eléctrico y parpadeo confundido. Ni siquiera me di cuenta de que lo estaba sosteniendo.

―Te he oído cepillarte los dientes tres veces, Jung Kook. Creo que estás limpio.

Ella lo guarda y se acerca a mí, con las palmas de las manos sobre mi pecho. Es tan jodidamente pequeña, y siempre me ha encantado eso de ella, pero hoy me asusta. Sería tan fácil lastimarla.
¿Alguna vez sentiré esa misma satisfacción retorcida mientras la lastimo? ¿Está segura conmigo?

Aria desliza sus manos por mi pecho y alrededor de mi cuello.

―Jung Kook ―susurra, con la cabeza inclinada hacia mí.Incluso de puntillas, no puede besarme a menos que yo me incline para encontrar sus labios. La miro a los ojos, preguntándome qué ve. ¿Cuánto tardará en darse cuenta de con qué tipo de hombre está? ¿Cuánto tiempo pasará hasta que mi toque se vuelva repugnante para ella?
―Ya terminé de ducharme ―le digo, desenredándome de ella.

Veo la decepción en sus ojos y, por un segundo, quiero detenerme y quedarme con ella. Quiero tomarla entre mis brazos, pero luego me acuerdo de Ida, ni en mi mente me atrevo a llamarla mi madre, no desde que me dijo que soy una abominación. Después de todo lo que pasó por mi culpa, no merezco llamarla madre. Ella tenía razón. Incluso antes de que Aria fuera mía, yo la deseaba, cuando quiso mudarse aquí con Brad, evité que sucediera. Lo hice, sabiendo que la lastimaría, lo hice porque fui egoísta. Ese fue solo el primer paso. ¿De qué otras maneras la lastimaré a medida que pase el tiempo? ¿Cuánto tiempo pasará hasta que se vuelva físico?

¿Qué hubiera pasado si nunca hubiéramos empezado a salir? ¿Habría sido capaz de resistirme a tocarla de la forma en que había estado soñando? ¿Mi herencia me haría incapaz de respetar sus deseos? ¿Terminaría tocándola en contra de su voluntad?

Me gustaría pensar que no lo haría, pero ya no lo sé, no sé de lo que soy capaz.

Me deslizo en la cama, sabiendo que no importa si intento ir a la habitación de invitados, Aria me seguirá, sé que lo hará. Me tenso cuando se mete en la cama conmigo, siento su cuerpo más cerca hasta que sus brazos se envuelven alrededor de los míos, me acaricia, y me rompe el corazón. Me giro y la tomo en mis brazos, abrazándola con fuerza.

―Lo siento, Aria ―le digo, deseando que las palabras puedan representar con precisión cuánto lo siento por todo.
—Perdón por preocuparte, por apagar mi teléfono.

Se acomoda en mi abrazo, y coloca su cabeza en mi pecho.

―Está bien, Jung Kook ―murmura.
—Está bien tomarse un tiempo para pensar las cosas y está bien si no quieres hablar, sé cómo es eso. Me sentaré contigo en silencio todo el tiempo que quieras, no me iré a ninguna parte, Jung Kook.

Entierro mi mano en su cabello, luchando por creer que es mía, al menos por ahora.

―Te amo ―le susurro.

Levanta la vista y me da un beso en el cuello.

―Yo te amo más.

Se empuja hacia arriba sobre mi pecho, moviéndose en mis brazos para que esté completamente sobre mí, con sus antebrazos en mi pecho y la miro con incredulidad. Es tan bella, no es solo su belleza exterior, es su corazón.

Se inclina y me congelo cuando sus labios rozan los míos. Es tan ligera encima de mí, tan frágil.
La forma en que la he tocado en el pasado... ¿quién sabe cuántas veces ya la he lastimado sin saberlo?

Aria suspira y se recuesta, con el pelo recogido debajo de mi barbilla. Cierro mis brazos a su alrededor, mientras mi corazón se siente en conflicto. Siempre me he sentido protector con Aria... pero no puedo protegerla de mí mismo.

Ayyy quiero meterlo en una cajita y cuidarlo para que nadie lo lastime;(