Cap 38

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Me miro de nuevo al espejo, mi vestido rojo resaltaba mi cuerpo, me había maquillado un poco más que de costumbre pintado mis labios de rojo; le sonreí a mi reflejo una ultima vez antes de salir de mi cuarto, mis padres me esperaban en la sala y me miraban con los ojos brillantes, me senté a hablar con ellos a esperar a Villa quien finalmente me había pedido de la manera más romántica que fuer con él.

Esta era la última noche de presentación de la obra y me encontraba cantando la canción final, todo el mundo se levanta y comienzan a aplaudir, siento a Villa a mi derecha tomar mi mano y todo el resto de nuestros compañeros se juntan a nosotros en el escenario, nos tomamos todos y hacemos una venia. Al levantar la cabeza, en la fila donde se encuentran nuestros amigos, se ha levantado un cartel "¿Mi amor, quieres ir al prom conmigo?" una musiquita cantada por Villa empezó a sonar de fondo mientras el se arrodillaba a mi lado con un cotillón rojo en la mano, siento las lágrimas de felicidad escurrirme por las mejillas cuando me arrodillo a su altura y lo beso mientras asiento enérgicamente aún sin creerme lo que esta pasando. Las sonrisas no demoran en escapar de nuestras bocas cuando nos levantamos del piso y él comienza a dar vueltas conmigo en brazos, los gritos crecen más y escucho los chiflidos de nuestros amigos en las bancas. Una noche mágica, esa es la única forma de explicarla.

El timbre del apartamento sonó y mi padre fue a abrir dejando ver a los dos Vargas con un traje y bien peinados, a lo que mi papá no evita hacer un comentario jocoso de ambos mientras estos ríen con él, en cuanto me ven se quedan callados y con la boca bien abierta

— Estas hermosa Andy —  Simón es el que se atreve a hablar primero mientras mi mejor amigo aún tiene los ojos perdidos en mí.

— Gracias Moncho, ¿Marto? — Este parece volver en sí con un asentimiento de cabeza

— Que suerte tenerte de mejor amiga chiqui, estas demasiado bonita, Villa es muy afortunado — Sus ojos se aguan como si se tratara del día de mi boda o no me fuera a ver nunca más

— Ay Martín, me vas hacer llorar, no te pases — Él viene a abrazarme y nos quedamos allí un rato, ahora con los tacones luzco un poco más alta que él, pero nuestros cuerpos siguen acoplándose como siempre

Al tiempo el timbre vuelve a sonar lo que quiere decir que los Juan Pablos han llegado, bajamos todos con nuestros padres detrás y las cámaras listas, siento el flash ser disparado detrás de mí en cuanto Villa aparece frente nuestro y me mira, su cara es de un enamorado perdido, su boca se abre y las palabras se le traban en la garganta cuando intenta pronunciarlas, así que soy yo la que se acerca y le dejo un beso tímido en los labios, otro flash y otro y otro secundaron nuestro recorrido hasta el carro.

Villa era quien manejaba, así que me pidieron que ocupara el asiento de adelante para que estuviera su lado y que mi vestido no se arrugara cuando recogiéramos a Alejo en su casa.

— Te ves hermosa, mi amor, me dejaste sin palabras, perdón por no haber reaccionado como esperabas — Pese a que tenia la vista al frente pude notar como sus mejillas se sonrojaban mientras me hablaba

— Es la mejor reacción del mundo mi vida, me hiciste sentir como la mujer más bonita — Le dije mientras ponía mi mano en su muslo

— Eso es porque eres la mujer hermosa, cielo — Acto seguido tomó mi mano y depositó un beso en ellas

— Son unos empalagosos — Dijo Isaza en la parte de atrás robándonos risas a todos — Pero si, Andrea, estas divina

— Gracias mi Isa

Después de recoger a Alejo llegamos al colegio que ya estaba lleno de gente, esa tarde fue tan agotadora para mi que llegue a la casa y dormí hasta que fue hora de empezar a arreglarme; pero mereció la pena al ver la cara de todos allí presentes, la noche estrellada estaba mas que lograda, había una alfombra roja antes de entrar al salón donde ocurriría todo el baile y allí unos fotógrafos nos esperaban para unas fotos, nos tomamos una que sin duda quería impresa en la que mis chicos estaban alrededor mío como si fueran guardaespaldas, haciendo armas con sus manos, mientras Villa me tomaba de la cintura con fuerza y sonreíamos a la cámara.

Cuando entramos al salón los chicos lo miraron sorprendidos, y halagaron el trabajo que habíamos hecho. Nos dirigimos todos a la pista y comenzamos a bailar como locos. Y así pasamos la noche, baile tras baile con los pies cada vez más adoloridos, pero con las sonrisas luciendo en nuestros rostros. Esa noche la pasaríamos en casa de Villa, pues sus padres no estaban, así que procure ir avisando a mis padres como iba la noche.

Cuando salimos hacía bastante frio y yo, que me había obligado a no llevar chaqueta para mostrar el vestido, estaba tiritando de frio y al ver esto Villa se quito su abrigo y me lo puso en los hombros para abrigarme en el recorrido al carro.

— Chicos, una última foto de esta noche mágica — Dijo Alejo con su celular en la mano, todos posamos de manera chistosa para después reírnos y caminar como en una nube a lo que marcaría el fin de esa noche, total e indiscutiblemente mágica

Llegamos a la casa de Villa y los chicos se acomodaron en las dos habitaciones de invitados y creo que cayeron enseguida porque no se escuchó ningún otro ruido mientras yo me despojaba de mis tacones y me quitaba toda la joyería que llevaba encima; Villa entro al poco tiempo con el vaso de agua que le había pedido antes.

— Creo que están agotados — Dije con una sonrisa que no se había borrado en toda la noche

— ¿Bromeas? Entraron a la habitación y cayeron como rocas. — Dice riendo él también

— Mi amor, gracias por esta noche — Le dije colgándome en su cuello

— Te amo — Me miro con esos ojos tan sinceros y llenos de luz y amor con los que siempre me miraba

— Te amo — Y lo bese, como nunca antes lo había hecho, con deseo y con ganas de más

Sus manos se sostuvieron de mis caderas con fuerza, abrí mi boca dejando que nuestras lenguas se juntaran en un baile sensual. Nos separamos un poco y nos miramos como buscando la aprobación del otro y con un simple asentimiento supimos que era nuestro momento. Las manos de Villa bajaron a mis nalgas y me levanto del piso con fuerza para empujarme contra una pared y dejarme entre esta y su cuerpo mientras me seguía besando, sentía la excitación subir por mi cuerpo y crecer en el suyo. Me bajo de su agarre para poder soltarle los botones de la camisa y terminar por quitársela, él pasa sus manos por mi espalda buscando el cierre del vestido para bajarlo.

Nos acercamos a la cama y nos fundimos de nuevo en un beso intenso, esa noche nos entregamos el uno al otro con todo el amor que nos teníamos, nos acariciamos la piel, nos besamos cada rincón del cuerpo y nos dijimos que nos amábamos una y otra vez, sin parar.

Porque eso éramos él y yo, el pronóstico del otro.

FIN


Hellooo no se me espanten, no es el final de esta historia, es el final de la primera parte, nos vemos pronto con el comienzo de la segunda, que prometo tendrá muchos altibajos para nuestra protagonista.

¡Gracias por seguir leyendo!

Mil Tormentas// Juan Pablo Villamil// MoratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora