capítulo I

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Erase una vez, hace 40 años existió un reino donde una vez hubo un rey de cabellos oscuros que desposaba a mujeres a diestra y siniestra. Este rey era conocido por su carácter gruñón y un poco amable, las mujeres que desposaba siempre eran infértiles, hasta que un día una mujer de cabellos blancos, ojos color dorados llego a sus puertas, el reino de a lado había enviado a una de sus hijas para que se uniera en matrimonio al rey, lo que este no sabría es la sorpresa que se llevaría en la noche de bodas, la hija del reino vecino resultaría ser un hombre, su piel era tan blanca y hermosa, su cabello largo, lacio y sedoso y sus ojos eran tan encantadores y brillantes, que el rey no le importo y a primera vista se enamoro del príncipe del reino de a lado. Lo que el rey no sabría a demás de llevarse una sorpresa es que un hombre resultaría ser mas fértil que las dichosas mujeres que desposaba, de esa noche llena de besos y pasión donde dos hombres que por primera vez se veían y conocían en la intimidad, nació Haruka un bello bebe que tenia el cabello bicolor y un problema en los ojos de heterocromía, pero eso no le quitaba lo bello al ser de luz.

El padre de cabellos blancos quería que su hijo creciera con amor y eso hizo. El rey le gustaba observar a su consorte junto a su hijo.

Como en todos los reinos siempre tenían que a ver uniones, y Haruka no se salvo de esto. El consorte asustado de que su esposo fuera a unir en matrimonio a su adorado hijo; este fue a confrontar al rey.

El rey molesto de que su consorte se metiera en asuntos de tradiciones reales lo hecho de su despacho, ni siquiera lo miro. El consorte agacho la mirada y se fue, sus ojos llenos de lagrimas corrió hacia donde estaba su hijo y lloro en los brazos de su niño, Haruka no sabia que le pasaba a su papá pero este lo abrazo.

Muchos años adelante supo la razón por la que su papá lloraba esa tarde.

- padre no quiero desposar al Duque, no quiero casarme y mucho menos unir mi vida a un hombre que no conozco

- Haruka tienes que hacerlo, y no te casaras con el Duque actual si no con su hijo, es un hombre bueno para ti hijo mío, no es cualquiera

- papá dice que debería de enamorarme para casarme

- tu papá tiene razón pero quien es el para decirte eso? nosotros no nos conocíamos y mucho menos nos casamos por amor, pero si me enamore a primera vista de él a pesar de que no sabia que era hombre.

- pero padre yo no conozco al hijo del Duque, como es que yo...

- hijo mío, para eso es que son las citas. Ustedes se van a conocer, el vendrá a verte esta tarde.

Haruka quería negarse pero su padre lo miro con ese gesto de acá se termina esta plática.

En el palacio del Duque

Su excelencia se encontraba discutiendo como todos los días con su esposa, el despacho era un mar de gritos y lagrimas el hombre de la familia, la cabeza de dicha familia había cometido adulterio. Los Togame eran reconocidos, después de todo era la mano derecha del rey, pero eso no quitaba el hecho de que el hombre era un mujeriego en los bajos barrios. Los señores discutían de nuevo por que la duquesa había descubierto la inutilidad, otra de tantas; ella como ingenua y mujer abnegada, siempre le creía a su esposo que cambiaría.

El hijo Togame Jou era la viva imagen de su padre, físicamente pero en lo demás era igual a su madre. Cabellos oscuros que normalmente traía atados en una trenza pequeña, pero ahora lo traía suelto, arreglado y ondulado, un color de piel como canela, y esos ojos color verde, que podrían hacer que te hundieras en ellos. Iba vestido con un traje en conjunto, pantalones beige, acompañado de una camisa ceñida, junto a un chaleco del mismo color del pantalón y su saco. Junto a este llevaba de accesorios un anillo en su mano derecha, un reloj de bolsillo, con unos zapatos color café.

EL PRINCIPE DE CABELLOS BICOLOR | Togame Jo X Sakura HarukaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora