Capítulo X: La noche de Catalina y su mercenario parte II

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En  el palacio  de Westmister  Catalina  en conjunto  con Maragaret   ya bien pensado en aquel plan de que pudieran estar  aquella noche en la cama el mecenario  y viejo amigo, hasta un tiempo  era  impensado, pero como lo único que quería Catalina  era  ese amor negado por años de  parte de su esposo pero  eso  que se le fue negado por años se le será consedido y tendrá un poco de ese amor  que le  dará su viejo amigo y amante y todo  gracias  a su hermana de ley. 

En  la habitación de Catalina

-¿Catalina? ¿Estás preparada?------------------Entró   solo con la bata de levantarse Rodrigo de Araya y Catalina al verlo sacarse la bata asintió con sus dedos en la boca

-Excelente---------------- Respondió  Rodrigo de Araya.

En  ese momento   ambos  amigos  y amantes  se abrazaron  y besaron apasionadamente  y el pensamiento lógico fue desapareciendo lentamente, no se sabe a ciencia  cierta cuantos minutos u horas pasaron mientras desataban su pasión que tanto deseaban saciar  desde que ambos viejos amigos  dejaron España hace ya bastantes  años, pero lo que de un salto los sacó de su ensueño romántico nocturno fue el  toque de la puerta de la habitación de la reina.

-¿Margaret? ¡Qué os sucede!---------- Preguntó con intriga al abrir la puerta de su habitación Catalina.

- Cat... Enrique está abajo debía venir a avisarte para que estés  preparada y te arregles... Vamos.------- Hablaba con voz baja y cautelosa Margaret.

-Está bien, bajaré Margaret.--------- Asintió Catalina antes de salir de su habitación.

-Rodrigo, por favor límpiate al menos debes mantener presentable, así nadie sospecha----- Miraba  negando con la cabeza Catalina debido a la falta de supervivencia de aquel hombre.

Al bajar las escaleras Catalina , Enrique Tudor  suspiró alivido al verla con su hijo en buenas condiciones, pero lo que sorprendió en sí a la reina  es aquel abrazo efusivo de su esposo como anehalando  su presencia en el otro castillo. Solo en esos segundos Catalina  volvió a conectar con la mirada azul y preocupada  de Enrique y solo ella  se limitó a preguntar que le sucedía a su rey.

-¿Qué le sucede  mi rey?-------------Preguntaba con cautela ya que temía que su esposo sintiera la fragancia de Rodrigo.

- Eh... nada, solo quería verte y saber si estabas bien..., pero lo estás, vivo por la hija  que me has dado y por nuestro hijo nada más me importa...---------- Musitaba con alivio al verla Enrique.

-Si, mi rey, tranquilo estaremos bien.

 El  hecho  de que  pasada la madrugada Enrique Tudor llegara al palacio de Westmister no era nada bueno ya que corría  el riesgo de ser descubiertos y eso sería el fin de ambos amantes. Pero también  por otro lado hubiese deseado que con el efusivo abrazo de Enrique Tudor a su esposa Catalina su corazón  latiera, pero no sucedió nada de aquello, nada latió por Enrique. De lo que si estaba segura es que ella tanto su cuerpo como su alma están en la mente de aquel mercenario español que removió algo que se suponía estaba perdido o no en su totalidad lo que le heredó el fuego apacionado español.  Sin embargo Catalina segurá con su plan de irse de Inglaterra si no daba frutos aquella última oportunidad  de darle un heredero  a la corona  inglesa, partir  a Escosia junto a la pequeña María junto a su hermana de ley y el mercenario y dejar en absoluta soledad y sufrimiento  a  Enrique Tudor. 

A la mañana  siguiente

-¿Buen día  mi reina? ¿Qué ha estado haciendo para ese gran apetito que le dio?--------- Preguntó con dulzura Rodrigo de Araya a su reina

-Bien día  embajador,  creo que lo de anoche  me  dio un gran apetito---------- Le comunicaba  su  verdadera alegría con una risita de aquellas dulces  y arriesgadas palabras  del mercenario.

-¡Oh dios mío Enrique está abajo! ¡Debo arreglarme!-----------  Sorprendida  por su llegada.

-¡Quédate aquí no te muevas Rodrigo!---------- Le ordenó  la reina  a su mercenario y Rodrigo de Araya hizo una pequeña reverencia.

Minutos más tarde

- ¡Mi reina aquí estás!--------- Se levantaba para abrazarla y besarla efusivamente a Catalina

- ¿Mi rey a qué se debe esta visita?----------- Separándose   de inmediato y  sorprendida a la actitud  cercana de Enrique, Catalina.

-Quería verte y desayunar contigo mi  reina, además de ver como continúas  con tu estado de salud.--------------- Le comentaba con dulzura a su esposa

- Estoy  bien mi rey.----------- Le comentaba con supuesta sinceridad Catalina.

- ¿Y Margaret?-----------   Preguntaba con supuesta atención a  su hermana mayor.

- Ya viene Enrique------------ Tranquiliza con dulzura a Enrique la reina.

Margaret  cuando bajó  al comedor  se presentó frente a su hermano menor Enrique  con una elegante pero fingida reverencia, ya que no se ha reconciliado  para nada con él  y se  sentó al comendor y  tomaron el delicioso desayuno que  le habían preparado en la cocina, pero aquel tenso silencio  que Margaret había creado  fue roto de inmediato cuando Catalina  le preguntó a su hermana de ley como había  dormido al igualmente ella y  empezaron a conversar  de otros temas para  salir de la monotonía, aunque por otro  lado Catalina estaba pensando  en el mercenario  en salir a pasear, solo  esperar  que lo  sucedido la noche diera los efectos  deseados.  

- Claro mi majestad llamaré al mercenario  para dar una vuelta por el jardín-----------  Le comunicó a uno de los guardias el llamado  a su mercenario.

-¿Sucede algo mi reina?---------- Preguntó con preocupación por si encontraba rastro de enfermedad que tuviera su mujer.

-No, Enrique  , solo quiero darme una vuelta   por el jardín del palacio nada más.--------  Bajándole el perfil a la supuesta preocupación de su esposo

-¿Segura que  es eso?-------------- Preguntaba dubitativo a la respuesta de su mujer Enrique Tudor.

- Claro que sí, Enrique, además el día está cálidoy maravilloso------------  Sonreía más de lo normal Catalina a su esposo.

Enrique vio como su mujer  se levantaba  de su  asiento  hasta la puerta por donde había entrado Margaret, pero  aún así  le pareció muy extraña aquella actitud  muy risueña de parte de Catalina,  ahí  se dio  la tarea de seguirla, no de inmediato, sino cuando esté  devuelta en el palacio antes de la hora del almuerzo y lo que espera es no tener  que ver más de alguna sorpresa que no sea del  todo agradable. Ya que con lo distante que ella se encuentra de él, le está generando sospechas claras de que entre el mercenario y su mujer, su reina lo están  engañando y  desde hace bastante  tiempo.



Hola  chicas muy buen viernes  a ustedes les  doy  la décima  entrega de este libro y  espero que les haya gustado  este capítulo de hoy algo más  extenso, solo espero que les guste mucho, ya que a duras  penas lo he podido terminar, debido  a que  he estado muy resfriada y necesitaba darme mis momentos de descanso.  Espero  que hayan  sacado sus  conjeturas y conclusiones  en este capítulo hasta la próxima semana en el capítulo once. Como cada  viernes les dijo. Hasta la próxima semana.



Margaret Tudor ( La hermana desconocida de Enrique Tudor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora