En el palacio de Westmister Catalina en conjunto con Maragaret ya bien pensado en aquel plan de que pudieran estar aquella noche en la cama el mecenario y viejo amigo, hasta un tiempo era impensado, pero como lo único que quería Catalina era ese amor negado por años de parte de su esposo pero eso que se le fue negado por años se le será consedido y tendrá un poco de ese amor que le dará su viejo amigo y amante y todo gracias a su hermana de ley.
En la habitación de Catalina
-¿Catalina? ¿Estás preparada?------------------Entró solo con la bata de levantarse Rodrigo de Araya y Catalina al verlo sacarse la bata asintió con sus dedos en la boca
-Excelente---------------- Respondió Rodrigo de Araya.
En ese momento ambos amigos y amantes se abrazaron y besaron apasionadamente y el pensamiento lógico fue desapareciendo lentamente, no se sabe a ciencia cierta cuantos minutos u horas pasaron mientras desataban su pasión que tanto deseaban saciar desde que ambos viejos amigos dejaron España hace ya bastantes años, pero lo que de un salto los sacó de su ensueño romántico nocturno fue el toque de la puerta de la habitación de la reina.
-¿Margaret? ¡Qué os sucede!---------- Preguntó con intriga al abrir la puerta de su habitación Catalina.
- Cat... Enrique está abajo debía venir a avisarte para que estés preparada y te arregles... Vamos.------- Hablaba con voz baja y cautelosa Margaret.
-Está bien, bajaré Margaret.--------- Asintió Catalina antes de salir de su habitación.
-Rodrigo, por favor límpiate al menos debes mantener presentable, así nadie sospecha----- Miraba negando con la cabeza Catalina debido a la falta de supervivencia de aquel hombre.
Al bajar las escaleras Catalina , Enrique Tudor suspiró alivido al verla con su hijo en buenas condiciones, pero lo que sorprendió en sí a la reina es aquel abrazo efusivo de su esposo como anehalando su presencia en el otro castillo. Solo en esos segundos Catalina volvió a conectar con la mirada azul y preocupada de Enrique y solo ella se limitó a preguntar que le sucedía a su rey.
-¿Qué le sucede mi rey?-------------Preguntaba con cautela ya que temía que su esposo sintiera la fragancia de Rodrigo.
- Eh... nada, solo quería verte y saber si estabas bien..., pero lo estás, vivo por la hija que me has dado y por nuestro hijo nada más me importa...---------- Musitaba con alivio al verla Enrique.
-Si, mi rey, tranquilo estaremos bien.
El hecho de que pasada la madrugada Enrique Tudor llegara al palacio de Westmister no era nada bueno ya que corría el riesgo de ser descubiertos y eso sería el fin de ambos amantes. Pero también por otro lado hubiese deseado que con el efusivo abrazo de Enrique Tudor a su esposa Catalina su corazón latiera, pero no sucedió nada de aquello, nada latió por Enrique. De lo que si estaba segura es que ella tanto su cuerpo como su alma están en la mente de aquel mercenario español que removió algo que se suponía estaba perdido o no en su totalidad lo que le heredó el fuego apacionado español. Sin embargo Catalina segurá con su plan de irse de Inglaterra si no daba frutos aquella última oportunidad de darle un heredero a la corona inglesa, partir a Escosia junto a la pequeña María junto a su hermana de ley y el mercenario y dejar en absoluta soledad y sufrimiento a Enrique Tudor.
A la mañana siguiente
-¿Buen día mi reina? ¿Qué ha estado haciendo para ese gran apetito que le dio?--------- Preguntó con dulzura Rodrigo de Araya a su reina
-Bien día embajador, creo que lo de anoche me dio un gran apetito---------- Le comunicaba su verdadera alegría con una risita de aquellas dulces y arriesgadas palabras del mercenario.
-¡Oh dios mío Enrique está abajo! ¡Debo arreglarme!----------- Sorprendida por su llegada.
-¡Quédate aquí no te muevas Rodrigo!---------- Le ordenó la reina a su mercenario y Rodrigo de Araya hizo una pequeña reverencia.
Minutos más tarde
- ¡Mi reina aquí estás!--------- Se levantaba para abrazarla y besarla efusivamente a Catalina
- ¿Mi rey a qué se debe esta visita?----------- Separándose de inmediato y sorprendida a la actitud cercana de Enrique, Catalina.
-Quería verte y desayunar contigo mi reina, además de ver como continúas con tu estado de salud.--------------- Le comentaba con dulzura a su esposa
- Estoy bien mi rey.----------- Le comentaba con supuesta sinceridad Catalina.
- ¿Y Margaret?----------- Preguntaba con supuesta atención a su hermana mayor.
- Ya viene Enrique------------ Tranquiliza con dulzura a Enrique la reina.
Margaret cuando bajó al comedor se presentó frente a su hermano menor Enrique con una elegante pero fingida reverencia, ya que no se ha reconciliado para nada con él y se sentó al comendor y tomaron el delicioso desayuno que le habían preparado en la cocina, pero aquel tenso silencio que Margaret había creado fue roto de inmediato cuando Catalina le preguntó a su hermana de ley como había dormido al igualmente ella y empezaron a conversar de otros temas para salir de la monotonía, aunque por otro lado Catalina estaba pensando en el mercenario en salir a pasear, solo esperar que lo sucedido la noche diera los efectos deseados.
- Claro mi majestad llamaré al mercenario para dar una vuelta por el jardín----------- Le comunicó a uno de los guardias el llamado a su mercenario.
-¿Sucede algo mi reina?---------- Preguntó con preocupación por si encontraba rastro de enfermedad que tuviera su mujer.
-No, Enrique , solo quiero darme una vuelta por el jardín del palacio nada más.-------- Bajándole el perfil a la supuesta preocupación de su esposo
-¿Segura que es eso?-------------- Preguntaba dubitativo a la respuesta de su mujer Enrique Tudor.
- Claro que sí, Enrique, además el día está cálidoy maravilloso------------ Sonreía más de lo normal Catalina a su esposo.
Enrique vio como su mujer se levantaba de su asiento hasta la puerta por donde había entrado Margaret, pero aún así le pareció muy extraña aquella actitud muy risueña de parte de Catalina, ahí se dio la tarea de seguirla, no de inmediato, sino cuando esté devuelta en el palacio antes de la hora del almuerzo y lo que espera es no tener que ver más de alguna sorpresa que no sea del todo agradable. Ya que con lo distante que ella se encuentra de él, le está generando sospechas claras de que entre el mercenario y su mujer, su reina lo están engañando y desde hace bastante tiempo.
Hola chicas muy buen viernes a ustedes les doy la décima entrega de este libro y espero que les haya gustado este capítulo de hoy algo más extenso, solo espero que les guste mucho, ya que a duras penas lo he podido terminar, debido a que he estado muy resfriada y necesitaba darme mis momentos de descanso. Espero que hayan sacado sus conjeturas y conclusiones en este capítulo hasta la próxima semana en el capítulo once. Como cada viernes les dijo. Hasta la próxima semana.
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Margaret Tudor ( La hermana desconocida de Enrique Tudor)
Historical FictionMi nombre es Margaret Tudor hermana del llamado rey tirano que era detractora absoluta de las decisiones de su hermano y defensora oficial de la hija de los reyes católicos a quienes les tuve muy buen agrado. Pero lo que mi poco astuto hermano s...