SEIS

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No pude despedirme de Gustavo, espero que pronto nos volvamos a ver, no sé qué me espera en este viaje con James, pero no tengo interés en tener una conversación aun sea que compartidos el mismo viaje.

Sus ojos azules se cruzaron con los míos, pero desvía la mirada hacia la ventana, y eso me hace mirar también.

Debe ser que cada cosa o acción que haga siempre le recordare a mi hermana, somos gemelas dos gotas de agua amabas. Suspiro porque esto termine y poder ver a Gustavo.

Aun siento sus labios con los míos, ese hormigueo se sintió bonito, no puedo evitar sonrojarme, me siento en las nubes, alguien me ama, alguien quiere verme feliz.

Él ha sido el primer hombre que me ha besado, y sé que será el único, nuestro amor será puro y lindo. No quiero precipitarme, pero sé que él es la persona indiada en mi vida.

Sé que Gustavo es el hombre que he estado esperando, y seré libre, nos iremos lejos de aquí, y todo esto será una pesadilla que tendrá punto final.

No deseo tener nada con James, él se olvidará de esto, aunque Simone estará presente, se casara con esa mujer, y cada quien tendrá su propio camino, mis padres no podrán decidir mi vida, no dejare que me arruinen de nuevo.

Sé que Gustavo me defenderá de ellos, la idea me hace que mi corazón bombé rápidamente.

Sus palabras siguen haciendo eco en mi cabeza.

—Nos iremos lejos, donde nadie nos conozco.

—¿Estás seguro? No hay nada aquí para ti.

—Nada, Perla no tengo nada que me interesa no ahora que nos hemos vuelto a ver, y si así fuera no me interesa lo que dejare, si hubiera sabido que te volvería a ver, tal vez...

—¿Tal vez?

—Nada, olvídalo.

—Gustavo, lo que hayas hecho esta bien, ninguno de los dos sabíamos que nos volveríamos a ver, además supongo que tuviste muchas novias—bajo la vista—Yo...

—Ninguna de ellas es importante, no como tú, ahora es importante que nos iremos lejos, conozco alguien que nos ayudara, tendremos otras identidades, seremos otros confía en mí.

—¿Eso es bueno? No creo que...

—Confía en mí, a mí no me importa nada lo que dejare ahora, solo quiero irme contigo, comprendes.

—¿Y tu mama? —preguntó, pero el solo suspira.

—Mi madre no sabe que nos hemos visto, es mejor mantenerlo así, nadie debe saber que nos hemos visto, que nos conocemos, solo nosotros, Perla es nuestra oportunidad—me dice besándome, le correspondo, aunque admito que intento sostener sus manos que intenta tocar mi cuerpo de nuevo, sé que esto debe ser normal, pero aun no me siento cómoda —Nos casaremos.

—¿Casarnos? Pero... ¿Cómo? Dices que tendremos otras identidades, eso no sería válido—noto como se tensa, pero aun así me sonríe, no quiero decir más, no quiero arruinarlo. Dejo que él me abraza, sus manos siguen recorriéndome.

—Solo es para protegernos cuando las cosas pasen lo haremos bien, es solo por seguridad Perla, solo por eso.sus manos se detienen en mi trasero—Perla no tengas miedo—asiento, besa mi nariz—Solo quiero estar contigo, tenerte, no te dejare ir, dejo que vuelva a besarme, acorralándome entre sus brazos, sus esos se vuelven posesivos, apenas logro tomar el ritmo, se inclina un poco hasta mi cuello, mi cuerpo empieza emanar calor, y el hormigueo en mi centro, su lengua pasa hasta debajo de la curva de mi prenda de mis pechos, su mano amasa uno de ellos—Sera una agonía esperar mucho por ti. —sus ojos dilatan sin dejar de amasarlo, no puedo decirle que no, es Gustavo él me quiere.

Renacer el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora