Chained To You...๑⁠˙⁠❥⁠˙⁠๑..Parte 2

Capítulo IV

"El amor llega a ti como un regalo
Que no esperabas destapar."

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-¿Traes maquillaje y Rastas?.- El niño quedó atónito.- ¿No que no te gustaba el maquillaje Tom?.

Bill hubiera contestado las ráfagas de palabras del niño, pero cuando mencionó ese nombre todo su mundo se vio inhabilitado. Un fuerte carraspeo lo saco de su mundo.

-Nick yo estoy aquí.- Rugió el hombre.

-Ohh.

-Si.. vamonos ya.

Milagro quedaba viendo al hombre con curiosidad y él también a ella, pero Tom no se permitió pensar en nada, ni en hacerse falsas ilusiones.

-Tom..- Repitió la niña.- ¡Papá este desconocido tiene el mismo nombre que papi!.- Chillo la niña.

Bill asintió aún sin habla, entonces vio como el niño se iba de su lado no sin antes decir.- Lo siento por confundirte, pensé que eras mi padre.- Bill asintió, entonces el niño levantó la mano en el aire y la agitó a modo de despedida.

-¿Papi?.- Pregunto la niña.

-Yo... Vamonos cariño.- Bill agarro el brazo de la niña.- Vamonos.

Padre e hija se dirigieron al auto del mayor, los dos iban perdidos en sus pensamientos por diferentes cosas y a la misma vez sintiendose aturdido por lo mismo, decidieron no decirse nada hasta llegar a la casa.

A si Bill emprendió viaje sin hablarle a su pequeña hija, no le preguntó cómo le había ido en la escuela lo que habitualmente hacia y eso para milagro no era un problema así que no importaba.

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Y eso pasaba en un auto diferente con diferentes personas.

Al llegar a casa Tom bajo a Nick y se dirigieron a su vivienda, Tom parecía en schok a un no podía creer lo que sus ojos vieron y mucho menos lo que sus oídos escucharon.

Ese hermoso chico se parecía tanto aún lindo joven que alguna vez fue suyo, pero cuando las cosas se salieron de control jamás volvió a hayarlo y más con su vida de padre soltero. Dejo las drogas cuando su madre murió, se propuso a cuidar a su pequeño demonio, dejó el alcohol, le costó mucho dejar los vicios y los burdeles, pero Tom se había dicho que tenía que comenzar a madurar en ese aspecto, ya no era un mocoso de 16 años, que se creía dueño del mundo.

Cuando despertó de su coma, él se propuso  cambiar y cambiar de ruta, ya que su coma duro un año, año en él que su madre sufrio demasiado, cuidando a un niño cada vez más inquieto, cuando Tom pudo recobrar la memoria que eso llevo otros meses, se dijo que ya no quería vivir en los bajos de Stuttgart, se aisló de sus amigos y de toda gente que alguna vez tuvo contacto, dejó su pueblo para poder buscar paz mental, consigo se llevó a su madre e hijo, un año después de estar en la estadía de Münich, Helen murió de cáncer de mamá, fue un golpe duro y también de superación Tom se dio cuenta que la vida no era para siempre, así que todo estos años se ha dedicado a cuidar a su retoño, ya han pasado 5 años y Tom se puede decir que es un hombre renovado, sigue con imperfecciones por qué es un ser humano, pero ya no tiene los mismos errores de antes.

En el proceso de superación, el que siempre ha estado apoyando a Tom es su propio hijo, ayudándolo a no rendirse. El mayor no puede negar que hay días donde daría todo por probar un poco de cocaína o heroína, o cualquier droga, pero sabe que por un momento de gloria y éxtasis no se va a comparar con la suave y linda sonrisa que su hijo le da cuando asiste a sus citas semanales, para tratar sus tantos problemas como la adicción, Tom ya estaba capacitado para dejar el consultorio de adicciones y presentarse como un hombre libre de esos desliz, pero Tom sabía muy en el fondo que aún no estaba preparado, así que se quedó otro año más.

Y cuando estuviera listo diría adiós a la clínica y podría disfrutar más sus días de sobriedad, había días donde extrañaba a ese joven, joven del cual recordaba fracciones, pudo recordar a su madre, amigos e hijo por qué estos le ayudaron a recordar cada momento de tiempos juntos, le ensañaron cada lugar de Stuttgart y poco a poco recordó, que a él le llamaban el "capitán de los barrios bajos de Stuttgart", pero no podía recordar al hombre que tanto amo, no sabía cómo se llama y no recordaba si su amor floreció de verdad, no recordaba que tenía una hija.

Pero hoy Tom recordó otro fragmento que ya hacía desde hace tiempo en sus recuerdos adormecido.

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-Mi amado, por el que tanto espere, ahora lo he vuelto a hayar.

-Si me vuelvo a juntar con el amor de mi vida, puedo decir con seguridad que voy a prometer cada una de mis promesas que rompí, voy a volver hacer el hombre de sus sueños, como tal un día él me lo profeso.

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-Estar en sus brazos fue la menor sensación.
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-Estar entre sus piernas fue el mejor Regalo.
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-Besar sus labios fue tan magnífico.
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-Compartir mi vida con él fue glorioso.
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-Y estoy dispuesto a volver hacer su centro de atención.

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Espero y les guste.

Perdón por los errores ortográficos.