012. Viaje a Bilbao

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La rutina en San Sebastián había comenzado a sentirse demasiado predecible para Alicia, Robin y Leo. Así que, cuando Alicia sugirió un viaje a Bilbao para visitar a su familia, la idea fue recibida con entusiasmo. No solo sería una oportunidad para escapar del ajetreo cotidiano, sino también para compartir con Unai Simón, el hermano de Alicia y portero del Athletic Club, las noticias sobre la relación de Robin y Alicia.

El sábado por la mañana, la familia se levantó temprano para preparar el viaje. Leo, con su energía inagotable, ayudó a empacar, asegurándose de llevar su juguete favorito y algunos libros para el trayecto. Alicia y Robin organizaron el coche, llenándolo con lo necesario para un fin de semana en Bilbao. Había una mezcla de emoción y nerviosismo en el aire, especialmente porque esta sería la primera vez que compartirían oficialmente la noticia con Unai.

El viaje de San Sebastián a Bilbao fue relajado. Con el sol brillando y una playlist de música alegre en el coche, el tiempo pasó rápidamente. Leo, sentado en el asiento trasero, observaba el paisaje con ojos curiosos, haciendo preguntas sobre los lugares por los que pasaban. Alicia y Robin respondían con paciencia, disfrutando de la oportunidad de desconectar y compartir una aventura en familia.

Al llegar a Bilbao, fueron directamente a la casa de los padres de Alicia, donde Unai también se encontraba. La bienvenida fue cálida y llena de abrazos, risas y conversaciones alegres. Los padres de Alicia, encantados de ver a su hija, su nieto y a Robin, los recibieron con los brazos abiertos. La casa se llenó de vida con el bullicio familiar, y pronto se sentaron a disfrutar de una comida juntos.

Durante la comida, Leo compartió con entusiasmo sus historias y experiencias recientes, haciendo reír a todos con sus ocurrencias. Robin se sintió bienvenido, notando la hospitalidad y el cariño de la familia de Alicia. La atmósfera era relajada y agradable, un reflejo del fuerte vínculo que unía a todos los presentes.

Después del almuerzo, mientras Leo jugaba en el jardín con sus abuelos, Alicia y Robin aprovecharon el momento para hablar con Unai. Lo invitaron a dar un paseo por el parque cercano, buscando un entorno tranquilo para la conversación que querían tener. Unai, siempre dispuesto a pasar tiempo con su hermana, aceptó con una sonrisa.

Caminando por el parque, Unai notó la seriedad en el semblante de Alicia y Robin. Con un tono amigable, preguntó:

— ¿Qué está pasando, hermanita? Te veo pensativa.

Alicia tomó una respiración profunda y miró a Robin, quien asintió con una sonrisa alentadora. Luego, se volvió hacia su hermano y comenzó a hablar:

— Unai, hay algo que queremos compartir contigo. Robin y yo hemos estado viéndonos y nuestra relación ha evolucionado mucho. Nos hemos dado cuenta de que queremos estar juntos como pareja, y Leo también está muy feliz con esta idea.

Unai detuvo su paso y miró a su hermana y a Robin. La sorpresa era evidente en su rostro, pero pronto fue reemplazada por una sonrisa cálida.

— Vaya, no esperaba esta noticia, pero me alegra mucho saberlo. Siempre he querido lo mejor para ti, Alicia. Y Robin, eres un buen tipo, sé que cuidarás de mi hermana y de Leo.

Robin, sintiendo la sinceridad en las palabras de Unai, respondió con firmeza:

— Gracias, Unai. Quiero que sepas que haré todo lo posible para cuidar de Alicia y Leo. Tu apoyo significa mucho para nosotros.

Unai los abrazó a ambos, sellando su aceptación y apoyo. La conversación continuó en un tono más ligero, con Unai compartiendo historias de su propia vida en Bilbao y sus experiencias como portero. La caminata por el parque, inicialmente tensa, se transformó en una oportunidad para fortalecer la relación entre Robin y Unai, creando un lazo de confianza y respeto.

De vuelta en la casa, la familia se reunió para pasar la tarde juntos. Jugaron juegos de mesa, compartieron historias y disfrutaron de una merienda preparada por la madre de Alicia. La casa estaba llena de risas y conversación, un reflejo del amor y la unidad familiar.

Al caer la noche, Alicia se sintió aliviada y feliz. Había sido un día significativo, no solo por la visita a Bilbao, sino también por la aceptación y el apoyo de su hermano. Sabía que contar con el respaldo de Unai era crucial para la estabilidad y felicidad de su nueva familia.

Esa noche, mientras todos se preparaban para dormir, Alicia y Robin compartieron una conversación tranquila sobre el futuro. Hablaron de sus planes, sus sueños y el camino que estaban construyendo juntos. Leo, agotado por el emocionante día, se durmió rápidamente, abrazado a su juguete favorito.

El viaje a Bilbao había sido más que una simple visita familiar; había sido un paso importante en la consolidación de su relación y en la creación de una familia unida. Alicia, Robin y Leo se acostaron esa noche con el corazón lleno de gratitud y esperanza, sabiendo que juntos, podían enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara.

El gol del corazón: La historia de Robin y Alicia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora