La teniente estaba volando de vuelta al cielo después del último exterminio. Esta tenía el halo de Adán en su mano, y de solo recordar lo que pasó le daba un coraje por no haber podido hacer nada para evitarlo.
Sabía que Sera le daría un gran sermón por lo que pasó, pero en ese momento no le podía importar menos, sólo quería llegar al cielo lo más rápido posible para poder descansar. Ahora tendría que guiar a las demás exorcistas, cosa que se le complicaría, no podía seguir con su trabajo sin su superior, sin Adán sentía que no podría sentirse igual matar demonios.
Bueno, en ese momento no podía hacer mucho, Adán había muerto, y ella no pudo evitarlo.Ya en el cielo, Lute caminaba cabizbajo entre las exorcistas, quienes querían intentar entablar una conversación con la teniente, todas sabían que Adán era alguien importante para ella, y que la muerte de éste la pudo haber afectado mucho.
—¿Estás bien?
—¿Quién nos guiará ahora?
—¿Qué le pasó?
Lute estaba harta de las tantas preguntas de las exorcistas, entonces se volteó a verlas y les habló con voz autoritaria, intentando no hacer notar su propio dolor.
—Adán está muerto. Yo estoy a cargo ahora, y no quiero más preguntas por hoy, ¿de acuerdo?
Las demás chicas asintieron, pero aún querían saber qué pasaría.
La ahora nueva comandante estaba urgida por ir a la Oficina de Sera, quería que el sermón fuera lo más rápido posible; tenía que avisarle de la muerte de Adán.Lute fue volando directamente a donde quedaba la Oficina, mientras algunas lágrimas caían de sus ojos mientras miraba el halo de su viejo amigo. Mientras llegaba, se hacía miles de preguntas: «¿Por qué él?» «¿Por qué no me di cuenta de que lo iban a matar?» «Por qué no me di cuenta a tiempo?» «¿Por qué justo él?» «¿Por qué?» «¿Por qué?» «¡¿Por qué?!»
Para cuando estaba a punto de volver a llorar, había llegado al frente de la Oficina de Sera. En frente de ésta, se encontraba Emily, quien con una leve sonrisa le habló.—¡Ey, Lute! ¿Todo bien? Te veo un poco mal...— Le dijo Emily con algo de preocupación.
Lute se limpió las lágrimas de sus ojos y se acomodó un poco el pelo con su mano. Estaba buscando las palabras apropiadas para decirle a Emily, no quería decirle lo de Adan para no preocuparla, entonces sólo crearía una excusa.
—Oh, hola, Emily. Bueno, estoy bien, sólo que el entrenamiento fue más pesado de lo que pensaba.
Emily iba a decir algo, hasta que miró que a Lute le faltaba un brazo y el halo de Adán, quedando algo sorprendida.
—¿Qué te pasó? — Emily dijo eso porque no quería pensar lo peor, pero lamentablemente lo peor era verdad.
Lute en ese momento no pudo contener las lágrimas, e intentó mirar a otro lado para que Emily no se diera cuenta. Emily, por otro lado, se acercó a la comandante y le puso su mano en su hombro. Emily conocía un poco a Lute, y sabía que en el fondo era alguien sensible, cosa que ella ocultaba ante todos, menos con Emily y Adán.
—Estoy bien.— Dijo Lute, mientras se limpiaba los ojos.— Sólo hablaré con Sera sobre la situación y me iré a mi casa.
—Lute...— Dijo Emily con tristeza, esperando que Lute le explicara lo que le pensaba.
—Que estoy bien.— Lute dijo eso con voz autoritaria, intentando hacer que Emily deje de divagar en la situación que, para la comandante, era algo muy doloroso.
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⊱.•༒𝑅𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜༒•.⊰
Fanfiction𝐄𝐧 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐋𝐮𝐭𝐞, 𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐞𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐚́𝐧𝐠𝐞𝐥 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐠𝐮𝐚𝐫𝐝𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞, 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐬𝐨 𝐬𝐞 𝐭𝐞𝐧𝐢́𝐚𝐧 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐟𝐢𝐚𝐧𝐳𝐚. 𝐃𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐀𝐝𝐚́𝐧, 𝐋𝐮𝐭𝐞 𝐞...