A solas en el paraíso

Capítulo único : Come here.

Capítulo Único: A Solas en el Paraíso

El sol del atardecer de Hawái pintaba el cielo con tonos dorados y rosados, creando una escena de ensueño sobre el océano pacífico. Tae, conocido como V por sus millones de fans, se encontraba solo en su habitación de hotel, mirando melancólicamente hacia el horizonte. La brisa cálida y salada del mar no lograba aliviar el vacío que sentía en su corazón.

Taehyung y Jungkook, miembros del famoso grupo de K-pop BTS, habían mantenido su relación en secreto por mucho tiempo. La presión de sus carreras y la expectativa de sus fans habían hecho imposible que fueran abiertos acerca de su amor. Pero el tiempo y la distancia parecían conspirar para hacer esa separación aún más dolorosa.

Taehyung suspiró profundamente y tomó su teléfono. Abrió su aplicación de mensajes y escribió una simple pero poderosa frase a Jungkook: "Te extraño. Ven."

Pasaron solo unos segundos antes de que la respuesta llegara: "Tomaré el primer vuelo hacia allá, ¿sí?"

Una sonrisa iluminó el rostro de Taehyung. Cerró los ojos por un momento, imaginando a Jungkook a su lado, sintiendo su presencia reconfortante y el latido de su corazón junto al suyo.

Mientras tanto, en Corea, Jungkook terminaba una agotadora sesión de ensayos. El estudio estaba lleno de la energía y el esfuerzo de horas de baile y canto. Jungkook se secó el sudor de la frente y se dirigió a su camerino, sintiendo el cansancio acumulado en sus músculos. Aunque amaba su trabajo, extrañaba profundamente a Taehyung y los momentos tranquilos que compartían juntos.

Se dejó caer en el sofá, sacando su teléfono para revisar los mensajes. Al ver el mensaje de Taehyung, su corazón dio un vuelco. La simple frase "Te extraño. Ven" resonaba con una urgencia que no podía ignorar. Sin pensarlo dos veces, le respondió: "Tomaré el primer vuelo hacia allá, ¿sí?" y comenzó a hacer los arreglos necesarios.

Después de asegurarse de que sus compromisos estaban cubiertos y de avisar a su manager, Jungkook hizo una rápida maleta. La emoción de ver a Taehyung lo mantenía despierto mientras se dirigía al aeropuerto. Cada minuto que pasaba lo acercaba más a su amado, y esa expectativa le daba fuerzas.

Horas después, Jungkook abordó un vuelo nocturno hacia Hawái. A pesar del cansancio de los ensayos y las presentaciones, la emoción de ver a Taehyung le daba una energía renovada. Miraba por la ventana del avión, ansioso por aterrizar y reunirse con su amado.

El sonido de las olas rompiendo en la playa despertó a Taehyung a la mañana siguiente. Con el corazón acelerado, se dirigió al aeropuerto, esperando ver a Jungkook aparecer entre la multitud. Y ahí estaba él, con su cabello ligeramente despeinado y una sonrisa que iluminaba todo su rostro.

Se abrazaron sin decir palabra, permitiendo que el calor de sus cuerpos comunicara todo lo que sus corazones sentían. Sin poder esperar un segundo más, se dirigieron al hotel, ansiosos por pasar cada minuto juntos.

El hotel en Hawái era un refugio de lujo, con habitaciones amplias y vistas panorámicas al océano. La suite de Taehyung estaba decorada con flores exóticas y tonos suaves que invitaban a la relajación. Jungkook miró a su alrededor, impresionado por la belleza del lugar, pero más impresionado por la belleza de Taehyung, que se encontraba de pie junto a la ventana, su silueta recortada por la luz del sol.

"Días como estos hacen que todo valga la pena," dijo Jungkook, acercándose y abrazando a Taehyung por detrás. "Te he extrañado tanto."

"Yo también," respondió Taehyung, girando para mirarlo a los ojos. "Cada día sin ti es un día perdido."

Decidieron pasar sus días juntos disfrutando de la belleza natural de Hawái. Pasearon por playas de arena blanca, exploraron selvas tropicales y nadaron en aguas cristalinas. En cada momento, se tomaban de la mano y se miraban con una complicidad que solo ellos entendían.

Una tarde, mientras el sol se ponía, decidieron hacer un picnic en una playa apartada. La suave brisa y el sonido de las olas creaban un ambiente perfecto para la ocasión. Sentados sobre una manta, compartieron risas y confesiones, recordando viejos tiempos y soñando con el futuro.

"Te amo," dijo Jungkook de repente, mirándolo directamente a los ojos. "No importa lo que pase, siempre te amaré."

Taehyung sintió que su corazón se derretía. "Yo también te amo, Jungkook. Eres mi todo."

La noche cayó suavemente sobre ellos, cubriéndolos con un manto de estrellas. Decidieron encender una pequeña fogata, cuyo calor los mantuvo cerca y abrazados. Taehyung tomó su guitarra y comenzó a tocar una melodía suave, mientras Jungkook cantaba con su voz aterciopelada, llenando el aire con una música que solo ellos compartían.

El día siguiente, Taehyung despertó con una idea emocionante. "¿Qué te parece si hacemos algo más aventurero hoy?", sugirió mientras desayunaban en la terraza del hotel.

"¿Qué tienes en mente?", preguntó Jungkook, intrigado.

"Paracaidismo," respondió Taehyung con una sonrisa traviesa. "Siempre hemos hablado de hacerlo, ¿por qué no hoy?"

Jungkook sintió una mezcla de emoción y nerviosismo. "¡Hagámoslo!" respondió finalmente, su entusiasmo superando cualquier duda.

Llegaron al aeródromo poco después del mediodía, donde fueron recibidos por sus instructores. Después de una breve sesión de entrenamiento y seguridad, se encontraron a bordo de una pequeña avioneta, ascendiendo hacia el cielo. Taehyung no podía contener su emoción, mientras que Jungkook, aunque nervioso, estaba decidido a disfrutar de esta nueva aventura con su amor.

A más de 10,000 pies de altura, la puerta del avión se abrió y el rugido del viento llenó la cabina. Taehyung y Jungkook se miraron con una mezcla de temor y emoción. "Nos vemos abajo," dijo Jungkook, apretando la mano de Taehyung una última vez antes de saltar.

El mundo se convirtió en un torbellino de viento y adrenalina. La caída libre fue una sensación indescriptible, una mezcla de libertad absoluta y una conexión profunda con el momento presente. Mientras descendían, Jungkook no podía evitar buscar a Taehyung con la mirada, asegurándose de que estaba bien.

Finalmente, los paracaídas se abrieron, y los dos flotaron suavemente hacia la tierra. El paisaje de Hawái se desplegaba debajo de ellos, con sus playas doradas y aguas turquesas, ofreciendo una vista que solo se podía describir como mágica.

Al aterrizar, se abrazaron con fuerza, riendo y compartiendo la euforia del momento. "¡Lo hicimos!" exclamó Taehyung, sus ojos brillando de felicidad.

"¡Lo hicimos!" repitió Jungkook, sintiendo que este era uno de los momentos más increíbles de su vida. "Eres increíble, Tae."

De vuelta en la suite del hotel, la intimidad se intensificó. La habitación se llenó de susurros y risas, de caricias y besos que hablaban más que cualquier palabra. En esos momentos, el mundo exterior dejaba de existir; solo importaban ellos y su amor.

El último día juntos llegó demasiado rápido. Caminando por la playa al amanecer, ambos sabían que el regreso a la realidad era inevitable. Pero También sabían que, sin importar la distancia, su amor era fuerte y verdadero.

"Prométeme que siempre encontraremos tiempo para nosotros," dijo Taehyung, deteniéndose para mirarlo con seriedad.

"Lo prometo," respondió Jungkook, tomando su mano y apretándola con fuerza. "Siempre."

Se besaron bajo los primeros rayos del sol, sellando su promesa con un amor que superaba cualquier obstáculo.

Cuando Jungkook subió al avión de regreso a Corea, su corazón estaba lleno de felicidad y esperanza. Sabía que, aunque sus vidas eran complicadas y exigentes, el amor que compartían les daría la fuerza para seguir adelante.

Y así, Taehyung y Jungkook continuaron con sus carreras y sus vidas, pero siempre encontrando momentos para escapar, para ser simplemente ellos, dos almas enamoradas en un mundo que a veces parecía demasiado grande.

En el avión, Jungkook miró una vez más la foto de ellos juntos en la playa, sonriendo bajo el sol de Hawái, y supo que ese era solo uno de los muchos capítulos hermosos que escribirían juntos en el libro de su vida.