In Her Custody (Bajo Su Custodia)

Epílogo

Último capítulo.

Espero que hayan disfrutado de la historia y la maratón ya que les publique los 9 capítulos de un solo. Pronto les traeré otro proyecto.

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POV LENA

Cinco años después...

Agarro las caderas de mi esposa y cabalgo su coño con fuerza desde atrás, viendo por el espejo del lavabo del baño cómo sus ojos comienzan a cegarse. Las mejillas de su culo tiemblan con la fuerza de mis penetraciones, sus piernas luchan por mantenerla erguida bajo el ataque de mi lujuria.

Maldita sea, está tan jodidamente buena, que me cabrea. Y no me molesto en ocultar la irritación de mi expresión cuando cruzamos miradas. Le hago saber exactamente lo que pienso de sus tacones rojos y su falda de cuero. Al ver mi molestia, sus labios pintados se curvan hacia arriba en gran sonrisa.

Mostrándole los dientes, envuelvo su largo cabello rubio alrededor de mi puño y acelero mis embestidas, haciéndola gemir en voz alta —¿Tienes el valor de sonreírme después de pavonearte en el dormitorio y de ponerme la polla tiesa? — Tiro de su cabeza hacia atrás hasta que toda su garganta queda expuesta —Creo que estás empezando a disfrutar demasiado de tus nalgadas Kara—

No creo, en realidad. Lo sé.

Hoy es un gran día para Kara. Está ayudando a cortar la cinta de la primera montaña rusa que ayudó a diseñar. Después de graduarse en la escuela de ingeniería y de hacer prácticas con uno de los mejores diseñadores del estado, ha puesto su marca en el primero de muchos proyectos. Y resulta que es en el parque donde hicimos el amor por primera vez. Lo que podría explicar por qué llamó a la montaña rusa, Conquered y le dio un tema romántico, con niebla e iluminación roja.

La entrada de Kara en el mundo laboral y la realización de sus sueños ha sido increíble. Verla crecer en confianza solo hace que la ame más, lo cual no creía posible.

Pero el hecho de que trabaje con muchos hombres, sin tener en cuenta que son en su mayoría del tipo nerd, ha llevado a mi esposa a recibir muchas nalgadas en su despacho. Me gusta aparecer cuando menos me espera y cerrar con calma la puerta de su oficina. Luego la empujo boca abajo sobre su escritorio, levanto su falda y le doy unos azotes en su hermoso culo hasta que está lo suficientemente mojada como para follar.

Desafortunadamente (o afortunadamente), Kara no ha perdido por completo su racha rebelde y parece que no puede dejar de vestirse de una manera que pretende provocar. Para incitarme.

Como lo ha hecho esta mañana.

No me doy cuenta de que estoy gruñendo al ritmo de mis embistes hasta que me mira por encima del hombro, con la cara sonrojada y los ojos vidriosos —No olvides que los chi...chicos están abajo con Megan—

Sí. Nuestros hijos.

Aunque no sería la primera vez que nos escuchan a mí y a su madre haciéndolo. Tampoco sería la primera vez que nuestra niñera escucha por casualidad. Nos ha sorprendido en celo como animales más veces de las que puedo contar. La pobre Kara apenas puede mirar a la mujer a los ojos.

No se puede evitar.

En los últimos cinco años, mi obsesión por Kara se ha vuelto casi inmanejable. Está en mi mente cada segundo del día. Los cajones de mi escritorio están ahora rebosantes de artículos que le pertenecen. Bufandas, fotografías, y sí, bragas, solo para poder sentirme cerca de ella cuando estoy trabajando. Hemos renovado nuestros votos cada año por los últimos cuatro y estoy considerando hacerlo dos veces al año. Solo para calmar a la bestia que llevo dentro, recordándole que Kara es mía y que no se va a ir a ninguna parte. La obsesión ni siquiera puedo describirla.

Hace cinco años, cuando Kara huyó de mí y la perseguí, trayéndola a casa en mis brazos, su madre no estaba por ninguna parte. Creo que cuando vio el miedo y la devastación en mis ojos cuando Kara huyó, supo que no permitiría ninguna interferencia. Que lo que tenía con su hija era más grande que cualquier cosa que pudiera entender, y que no sería prudente perturbar las aguas. Cuando le envié los papeles del divorcio la semana siguiente, volvieron firmados sin problemas, y ahora Kara solo recibe tarjetas de cumpleaños.

Una vez le pregunté si seguía triste por su falta de relación con la mujer y solo sacudió la cabeza. No hay lugar para la tristeza cuando la felicidad está ocupando todo el espacio. Mi corazón todavía martilla en mi pecho cuando pienso en Kara diciendo esas palabras.

También hay otro latido martilleando ahora mismo, concentrado entre mis piernas. Estoy entrando y saliendo de su apretado y húmedo coño y ella está haciendo esa maldita cosa que hace. Donde pulsa sus paredes internas alrededor de mi polla y me mira a los ojos, su expresión de pura inocencia en el espejo.

—¿Estoy siendo una buena chica, Mommy? —

Gimo, golpeándola con más fuerza, las bofetadas de nuestra carne que se conecta llenan el baño —Siempre eres tan buena. Siempre tan buena para mí—

Baja su voz a un susurro, como si estuviéramos compartiendo un secreto —¿Puedes volver a embarazarme? — Se abre en los zapatos de tacón alto e inclina las caderas, para que pueda ver donde mi polla desaparece en su cuerpo —Echo de menos que te vengas en mi vientre de embarazada, Mommy ¿Por favor? —

Mis pelotas comienzan a estallar, pero reprimo mi lujuria, apretando los dientes para evitar correrme tan pronto. Ella lo hace todo el tiempo. Cada vez, la maldita diosa.

Aferrándome a mi último gramo de control, me acerco a la parte delantera de su cuerpo, metiendo los dedos entre sus piernas y acariciando su clítoris hinchado, escuchando su sollozo roto por la resbaladiza fricción. Y sé exactamente qué es lo que la va a empujar al límite. En los últimos cinco años, Kara no solo ha aceptado mi fuerte obsesión por ella, sino que se ha vuelto adicta a ella. Anhela la prueba de mi locura cuando se trata de ella. Así que acerco mi boca en su oído y le susurro: —Ya estás embarazada cariño. Te seguí hasta el médico hace una semana. Y ellos saben que no deben ocultarme nada sobre mi esposa—

Su jadeo es inconfundible, su afecto se refleja en el espejo, junto con su gran necesidad —Iba a sorprenderte esta noche cuando estuviéramos celebrando—

—Ya deberías saber que no hay sorpresas entre nosotras— Digo, mi dedo medio moviéndose en un borrón en su clítoris hasta que grita —Lo sé todo sobre ti. Amo y adoro cada parte—

—Yo también te amo y te adoro— Jadea, en lo profundo de su garganta, empujándome a un pico abrasador. Y más tarde esa noche, cuando corta la cinta en su primera montaña rusa, discretamente masajeo su culo adolorido a través de su falda de cuero, ganándome una mirada de adoración, que regreso, y regresaré por el resto de nuestras vidas.

Fin...

 

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Quisiera leer que les pareció la historia y la adaptación.

¿Les gusto o no les gusto?

¿Quieren más adaptaciones de este género o no?

¿Prefieren Lena Mommy o Daddy?

Si les gusta les invito a leer las demás historias de mi perfil. Si no les gusta por favor no leas y no reportes así los que si les gustan pueden disfrutar del contenido.

Cuídense Mucho... Besos y nos estamos viendo muy pronto.