🥀 I'm bored 🥀 / [Duxino]

I'm bored

La sensación que transmitía el ambiente resultaba un tanto calmada y a la vez animosa. Así era, hasta que con la llegada de nuevos invitados y la caída de la noche, el trasfondo de la fiesta tomó un giro completamente agitado. Distintos géneros musicales podían escucharse retumbar en las paredes del hogar. Las brillantes luces de tonos neón llegaban hasta el más pequeño rincón, iluminando el cuarto oscuro.

Adolescentes disfrutando en la pista de baile, mostrando sus mejores movimientos o simplemente siendo ellos mismos. Otros más tomándose con calma las cosas, decidiendo conversar sobre los muebles de la casa. No faltaban los que sólo prestaban su atención en el alcohol y por supuesto las personas que iban directamente por la mesa llena de botanas.

Tomemos como ejemplo de estos últimos a aquino. Fue invitado por su mejor amigo y casi hermano daarick, ¿podía negarse a asistir? simplemente no. El hecho de no aceptar significaba quedarse todo el día en su habitación, tal vez lastimandose a si mismo con canciones de dolido, comiendo si control o las dos opciones. Aparentemente ese mismo día la chica con la que había estado saliendo durante tanto tiempo había terminado con él; siendo sus razones el estar enamorada de otro muchacho.

Su respuesta inmediata al pasar la puerta fue dirigirse a la mesa llena de bocadillos, de alguna manera tenía que superarlo; y seguir llorando no estaba en sus planes. El anfitrión había decidido acercarsele para preguntar por su actitud tan aguada. Preocupándose al notar la cansada expresión del otro. Claramente, algo le había pasado antes de llegar y como buen amigo se tomó el tiempo de escuchar, aconsejar, ofrecer su apoyo y también por qué no, una lata de cerveza. La cual fue rechazada al instante por el castaño. Él no era de tomar alcohol, su moral no le permitía tal cosa. Por ende, el castaño mayor decidió quedarse a su lado.

No pasaron ni más de 10 minutos cuando el chico comenzó a sentirse incómodo con la presencia del otro, pues no hacía nada y solo lo veía comer con atención. Suspiró resignado, se dio la vuelta y aceptó su oferta de acompañarlo hasta la mesa de tragos. El otro sonrió y casi que arrastras lo jaló hasta el lugar. Tomó dos cervezas, una para él y otra para el pequeño.

Esperó a que el castaño mayor diera un sorbo para el dar otro. Su expresión cambió por unos segundos a una mueca de disgusto, pues el sabor era muy amargo para su gusto, horrible diría él. Escuchó la risa de su amigo antes de darle suaves palmadas en el hombro e irse de su lado. Observó con detenimiento las etiquetas traídas con la lata. A decir verdad no estaba tan interesado en seguir bebiendo, pero no tenía de otra. Uno, dos y más sorbos dio después. Necesitaba olvidarse de aquella bella chica que le había dañado el corazón.

A la otra esquina del mini bar, sillas más atrás se encontraba otro chico quien solo suspiraba con decepción y cansancio mientras veía al muchacho castaño. Parecía el alcohol ya se le había subido a la cabeza, pues los efectos de éste ya eran muy notables. Susurró desilusionado su nombre. Aquino de igual forma era su amigo, y como tal se preocupaba por él. Pero también se torturaba a sí mismo en sí decirle las numerosas veces que había visto a su amada novia besuquearse con montones de chicos, regularmente en fiestas como estas.

Conociendo la estabilidad mental y emocional del castaño, decidió guardar este secreto por su bien, esperando el día que la chica decidiera terminar con él para poder acercarse. Sonaba egoísta, pero de igual forma era lo mejor.

Aveces se recostaba sobre su cama, sintiéndose desfallecer y pensaba en lo tanto que deseaba tener ese muchacho para él, enredado en sus brazos, llenando su rostro con sus besos, pasando los días a su lado y pudiendo ser él el que lo apoye en todo. Otro suspiro más. Sacude su cabeza alejando esos pensamientos que no son correctos, debe conformarse con lo que ya tiene; su amistad.