Enero 2024
una mañana por los primeros días de enero, solo escuchaba sonar mi alarma una vez cada 5 minutos no tenía la suficiente fuerza para levantar una mano y apagarla por mi cuenta; A lo lejos escuchaba una voz cálida, pero no quería levantarme...
- ¿Megan ya estas despierta?
- MEGAAN!!! Hoy tienes cita con la siquiatra para ver cómo vas después de tu alta, anda es hora de levantarte
-Pero mama, no tengo ganas de ir- desganada, tratando de acomodarme en la cama para conciliar de nuevo el sueño
-Es porque tienes que ir, no por que quiera o no ir sabes que no me gusta tu estado de ánimo de estos últimos 2 días
Me quede en silenció ¿Que se supone que debo decirle? no es como que me sienta tan mal como para ir, a la vez me siento bien con mucha tranquilidad solo... solo un poco cansada es todo, quizás solo era mi mamá.
Me levanté con mayor dificultad, elegí lo primero que vi no tenía el ánimo para vestir de colores alegres así que escogí el color negro, vestí de pants y una sudadera con capucha algo sencillo, pero cómodo agarre el carnet y salí de mi casa para tomar el bus junto a mi madre, en el camino fuimos en un silencio incomodo, ella trataba de llamar mi atención y yo solo la miraba con gran confusión estaba presente pero perdida en mi mente, pensaba en muchas cosas que me perdí en tantas de ellas cuando me di cuenta ya estábamos apunto de bajar, había pasado media hora pero sentí que solo habían pasado cinco minutos
-Megan bajaremos ya- dijo mi madre, al levantarse me sujeto la mano y bajamos juntas
- ¿Quieres un café? dijo mi mama mientras caminábamos hacia las escaleras, solíamos comprar cafés como desayuno cuando íbamos seguido a siquiatría
-Si usted quiere- respondí mientras miraba el edificio de colores que se encontraba al otro lado de la avenida, hace varios meses que no presenciaba ese lugar, donde me costó tanto salir.
Miré a mi mama que se encontraba comprando los cafés, la observe bastante tiempo no suelo tener charlas muy largas con ella, la mayor parte del tiempo trabaja desde las cuatro de la madrugada a las tres o cuatro de la tarde llegando llega cansada y con sus propios problemas, por ese motivo mejor no le cuento nada acerca de lo que me sucede, pero a veces la intrusión de buena madre que lo predice todo, con tan solo mirarme a los ojos sabía que en el fondo me pasaba algo e intentaba mantener una plática conmigo pero yo no podía mantener la charla con ella sabía que al mantenerla me pondría a llorar...
-Megan toma tu café, hermosa- me dijo mientras me miraba
-perfecto- dije mirando a la chica. -Gracias- agregue
Mi madre pago y agradeciendo caminamos hacia el puente para cruzar hacia aquel lugar
-Muchas gracias mami- dije en voz baja tratando de desviar la mirada
-No hay de que hermosa- dijo mientras me miraba
El viento movía ligeramente mi cabello y un suave esplendor frio, pero acogedor desvié mi mirada, aquella carretera que mostraba un cielo anaranjado hermoso.
-Lindo ¿no? - dijo mi mama
-Si muy hermoso- dije
-Hace mucho que ya no te veía tan seria y callada, ¿Ocurre algo? ¿Fue por lo que paso con Andrija?
-No- dije mientras seguía mirando el cielo -Estoy bien- agachando la cabeza y colocando mi audífono, no quería ser grosera pero tampoco quería hablar del tema, lo último que escuche salir de ella fue un...
-Está bien si no quieres hablar del tema, pero desde este diciembre te veo más apagada... me adelanto para llenar ficha, no tardes- agrego
alce mi mirada con los ojos cristalizados, me lastimo más aquella melodía en mis auriculares ¨Glimpse of us¨ de joji
Regresando a ese momento...
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Una carta a la ilusión.
RomanceMegan es una chica de 17 años que vive su primer desamor que le ocasiona, desequilibrio emocional.