𝐁𝐀𝐒𝐓𝐀𝐑𝐃𝐀

~CAPÍTULO CUATRO~

''Querido abuelo,

Han pasado casi 6 años desde la última vez que te vi. Pasaron muchas cosas, si me permites contarte... para empezar, ya tengo un dragón. ¿Recuerdas cuando me dijiste que llegaría mi momento? Pues, llegó. Lo más loco, él me escogió. 

Su nombre es Penthos. Seguramente lo conoces, es viejo y solitario o bueno, lo era hasta que me conoció. Aunque eso no le quite lo viejo, Penthos es realmente encantador y protector conmigo. 

Fue una tarde estando sola por el castillo que decidí salir a dar un paseo por el bosque cercano, habían muchos rumores de que había un dragón deambulando para entonces pero yo sólo lo tomaba como tal: rumores.

Penthos apareció en el aire como rodeando su presa, las demás personas ahí se asustaron mientras gritaban y se alejaban, yo corrí, corrí rápido por mi madre, por mis hermanos, por vivir, no quería morir en fuego de dragón... o quizás sí, pero no tan pronto. Penthos me persiguió por casi todo el bosque, era imposible esconderse de él, es casi tan grande como Vhagar, rápido como Syrax, ágil como Caraxes, y, si se me permite, podría decir incluso que es igual de legendario que el propio Balerion. 

Mi dragón es maravilloso y estoy ansiosa porque lo conozcas.

Por otro lado, mis hermanos han crecido, Jacaerys está mucho mas alto que yo, es obediente, responsable y noble, madre dice que se parece mucho a padre. Lucerys es más cálido y callado. Él está preocupado por Driftmark. Sabe que si Lord Corlys no regresa él será el Señor de las Mareas y dice que no quiere serlo, que eso significa que todos están muertos. Mi querido hermano es extraño a veces, pero lo entiendo. Lucerys es hermoso, es un niño bueno y admirado entre los demás chiquillos de su edad.

Joffrey es un niño fuerte e inteligente. Tengo que darle los creditos a Elinda, ella lo ha cuidado incluso mucho más que madre, quien tiene la cabeza echa un lío últimamente y de hecho, es de ella que quiero hablarte, mas concreto, de algo que está sucediendo en la familia últimamente.

Sir Vaemond Velaryon ha hecho unas afirmaciones sobre Lucerys, y por ende, sobre todos nosotros. Él dice que Lucerys no debe heredar Driftmark, pues no es un Velaryon. Madre y Daemon están furiosos por la calumnia, tú más que nadie, sabes que somos tus nietos y herederos legítimos. Necesitamos tu apoyo como padre, abuelo y como nuestro rey, aunque odio tener que demostrarles algo, esta vez, tenemos que. Recuerdo sus palabras, mi rey. A cualquiera que cuestione nuestra paternidad, la lengua le será cortada. Y estoy dispuesta a seguir dichas ordenes al pie de la letra con mis propias manos.

Espero que puedas responder pronto, me encantaría leer una carta de respuesta. Espero que te encuentres bien, mi querido abuelo. He escuchado a madre y Daemon hablar sobre ir para King's Landing, y estoy ansiosa por volver a reencontrarnos para contarte de mis aventuras. Por el momento, debo conformarme con enviarte cartas -que no respondes pero espero leas-. Te quiero muchísimo. Tu favorita, Visenya Margaret Targaryen''.

Visenya terminó de sellar el sobre y lo envió. Era toda una dama ahora, atrás quedaron sus cabellos salvajes y sus atuendos poco femeninos que hacían confundir a cualquiera que se la cruce por los pasillos del castillo. Ahora tenía 16 años y era una joven madura, alegre, risueña pero también era una gran guerrera. La joven se había autoentrenado durante todo su crecimiento para poder volverse más fuerte. Tenía una espada llamada ''Ojo de Luna'' que le fue obsequiada por Daemon cuando cumplió los 15 años, él veía a la joven Rhaenyra en ella y le resultaba encantador. Era bastante buena, ni Jace o Luke habían podido vencerla en un duelo lo cual sólo aumentaba su ego. 

Visenya era orgullosa, y con justa razón, había soportado burlas toda su vida por ser mujer y entrenar ''como un hombre'' a pesar que a ella le gustara, así como era risueña y alegre también se había vuelto solitaria, se podría decir que sus únicos amigos eran Luke, Jace, Joffrey y Penthos. Pero para ella era más que suficiente.