Capítulo VI

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Después de lavar lo que ensuciamos Nil y yo, me recuesto en la cama. A pesar de que esta es muy dura, seguía siendo mejor que estar recostada en el suelo.

Miro hacia la puerta, esperando a que Nil cruce por ella y me diga que él está bien, que yo soy la tonta por ser tan sincera y no saber cuándo callar al contar mis cosas, pero ya ha pasado un largo rato desde que él se marchó.

Suspiro y me siento sobre la cama, miro mis vendas, las cuales estaban con restos de sangre. Necesito cambiarlas y así lo haré.

Cuando escojo las vendas que me pondré, recuerdo a Nil, como temblaba de los nervios al traer la venda y me hace acariciar inconscientemente mi abdomen, ¿Qué estoy haciendo?, pienso.

Busco un cuchillo para cortar las vendas, voy hacia el lavabo y comienzo a sacarme las que tenía puestas. Intento verme a través del agua que junté en el lavabo y observo mi herida, quedaba un poco para que sanase, así que ya no es necesario usar unas nuevas.

Agarro el trapo con el que me limpió el día de ayer y lo paso por las mismas partes que él, se sintió nostálgico. Nil no es la primera persona que me ayuda con una herida, pero si es la primera que lo hace con sutileza, me hace querer extrañar esa sensación, ¿cómo se llamará aquello?

Recuerdo que ayer, Nil me explicó un poco sobre los sentimientos... Que existían más de ellos, aparte del dolor y el sufrimiento, ¿puedo considerar esto como uno nuevo?, pero ¿qué sentimiento será?

Pará mí, Nil, es muy extraño, sonríe por las cosas buenas, él me dijo que yo soy una de ellas, ¿puede ser que el haya sentido la misma soledad que yo, en todo este tiempo en el que ha estado sola?, y si es así, ¿se sintió bien siendo acompañado con alguien como yo?

Yo me he sentido bien con Nil, pero temo que, al final de todo esto, vuelva a ser como antes..., no me aterra la idea, solo me hace sentir un poco triste.

Miro hacia la puerta y me hago de fuerzas para salir de aquí junto a un cuchillo, por las dudas. Salgo de la cabaña para explorar más allá de lo que ya conocía, no puedo depender de Nil y solo esperar a su regreso, también tengo que actuar. Lo primero que hare, será investigar toda esta zona.

Respiro esa brisa que últimamente me ha recibido por las mañanas, siempre con un olor a pasto fresco y no a metal oxidado, quizá el viento se compadeció de mí, ya que ahora vivo con Nil.

Observo el lago y pienso; Este será el día, en que te recorra por completo. Es enorme, pero no hay nada que una caminata para pensar no solucione.

Con cada paso que doy, nuevos olores y fragancias llegan a mi nariz; Tierra mojada, pasto fresco y una especie de nueces. El último aroma resaltó aún más, ya que tiene el mismo olor impregnado en mi cabello al despertar. ¿Nil camino tan lejos solamente para buscar aquella flor?, no lo creo, quizá, solamente utilizó su magia.

Me detengo un momento al lado de una flor Pimpinela Escarlata y me siento junto a ella, se ve tan triste siendo la única creciendo a las orillas del lago. Sumerjo mis pies en este y dejé que el frío del agua se encargue de aliviar mis pensamientos. Aún falta mucho por recorrer.

...

Veo el sol en su punto más alto y ya he recorrido el lago por completo. Resulta que ahora, ya entiendo por qué nadie nos molesta y todo es vegetación. Estamos en una isla.

Además, aquel lugar, en donde desperté por primera vez, está muy lejos de este, lo sé por qué ningún lugar es lo suficientemente alto como para ver toda la isla, ¿pero en dónde se encontraba ese gran sitio?, ¿cómo hizo Nil para llegar aquí tan rápido?

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