Un chico alto de cabello negro entró apresuradamente en aquel gran e iluminado despacho lleno de cristaleras.
— Buenos días, Señor Yeomna. ¿Me solicitó?
— Te he dicho mil veces que puedes llamarme Sunghoon.
— Disculpe, señor Sunghoon.
— No pasa nada, intenta acordarte la próxima vez. Te llamé porque quiero que me digas el informe de hoy.
— Veamos. — El chico alto sacó unos papeles de la carpeta que traía en la mano. — Hoy hubo mucha actividad en Busán, y parece que el escuadrón encargado lo ha manejado bastante bien.
— ¿Muchos ancianos?
— No, derrumbe de un edificio. Exactamente 128 personas fallecidas, de entre 26 y 50 años.
— Debió ser mucho trabajo, dile al escuadrón de Busán que pueden tomarse un descanso hasta mañana
— Lo haré. — El chico sacó otros dos folios de la carpeta. — Por cierto, nos llegaron dos casos irregulares. Mireuk dijo que hoy es el último día para completarlos.
— Ahh, qué cansino, se olvida entregarlos y por su culpa debo trabajar rápido.. Dame eso. — El pelirrojo se levantó de su cómodo asiento, tomó con molestia ambos papeles y leyó los títulos en voz alta. — "Lee Heeseung (22), accidente automovilístico", "Nishimura Riki (18), atropello". Es lo único que necesito saber, me encargaré de ellos.
— Ya ni siquiera te dignas a leer más sobre ellos.
Sunghoon dejó los papeles en la mesa de manera un tanto agresiva y sus grandes ojos rubí se tornaron más rojizos de lo normal. — Jay.
— Lo siento, pero leí la ficha de esos dos y.. Són jóvenes con una larga vida por delante, ellos no merecen morir..
— Ya hemos hablado muchas veces sobre esto, mi respuesta siempre será la misma. ¿Sabes que puede pasar si siento empatía? Le perdonaría la vida a muchas personas inocentes que murieron por injusticias y me metería en un lío tan grande con la junta de deidades que hasta me podrían quitar mi puesto como dios Yeomna. Mueran o no, es cosa del destino, al final solo me encargo de que sus almas lleguen a la puerta espiritual, yo no tengo porqué intervenir.
Jay miró al suelo y apretó sus puños con frustración. Entendía por qué SungHoon no podía hacer nada, pero le molestaba demasiado la actitud que este tiene cuando se trata de casos irregulares.
Jay cree que estos podrían seguir viviendo si Sunghoon no se quedara simplemente esperando a que mueran. Al ser irregulares debe vigilarlos hasta que eso ocurra, pero él, como deidad de la muerte, puede interactuar con cualquiera que esté cerca de esta sin problema alguno. ¿Tanto le cuesta decirles, "Cuidado al conducir" y "Mira antes de cruzar"? Podría salvarlos si tan solo los avisara.
Y es que Sunghoon nunca se molestaría en ayudarlos, no quiere involucrarse para nada con los mortales que debe tratar porque al final todos siempre ruegan por sus vidas, así que simplemente completa su trabajo absteniéndose a mantener cualquier conversación trivial con ellos durante el proceso.
El anterior Yeomna, Choi Soobin, siempre fue muy cariñoso con los mortales, haciendo que estos se aprovecharan de su linda e infantil personalidad para que Soobin les dejara vivir, lo que causó problemas graves con la junta de deidades cuando dejó vivir a un criminal que había sido condenado a muerte.
Actualmente, Soobin no existe. En su momento le dieron el peor castigo divino posible: convertirlo en un simple mortal y dejarlo a su suerte.
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YEOMNA - SUNGWON
Romansa𝗦𝗨𝗡𝗚𝗪𝗢𝗡 : Park Sunghoon, dios de la muerte, siendo frío y no sintiendo empatía por los humanos y sus almas. Yang Jungwon, un humano que le hará cambiar esa visión. © adaptación autorizada, todos sus respectivos créditos a tddiih. Prohibida la...