Loud Of Duty

Equipo Ghost

Apesar de todas las cosas por las que tuvo que pasar y las cosas que tuvo que hacer sobrevivir logro encontrarse con unos viejos conocidos, aquelllos a quienes conocio tiempo atras antes de la masacre de las Almas, Ghost y Soap, se unió a la misión de ellos junto al Rodolfo, para rescatar a las fuerzas especiales mexicanas y al Coronel Alejandro Vargas. Parece que despues de una mision en el golfo de mexico, los shadow decidieron tomae el control de la base de Alejandro, y el junto a sus camaradas habían sido llevados a una vieja prisión que había sido abandonada después de que el cartel de las almas había tomado mucho terreno en las Almas cuando estaban en su apogeo. cuando llegaron a esa prision Lincoln quería entrar en la prisión para ayudar, pero ninguno de los tres soldados quería verlo con ellos dentro de la prisión por que era probable que  muriera apenas entrara a las instalaciones. por lo que solo pudo apoyarlos como un francotirador desde la distancia, para evitar que Lincoln se viera envuelto en el fuego enemigo de los soldados de la compañía Shadow.

Esperó en lo más alto de una montaña por ordenes de Ghost, su mirada estaba fija en la prisión. A través de la mirilla de su rifle, observaba atentamente como esos tres soldados que le salvaron la vida estaban subiendo con la ayuda de un cable que colocaron, llegaron hasta parte superior donde estuvo un soldado que eliminaron que estaba ahi observando de un lado a otro que no hubiera alguna anomalia, despues de que dejo de tenerlos a la vista ahora solo miraba la puerta y las ventanas del complejo. La noche estaba en calma, pero el silencio era casi tan inquietante como el peligro inminente. Sabía que cualquier movimiento en falso podría alertar a los guardias, así que se mantenía extremadamente cauteloso, buscando cualquier signo de actividad.

Desde su posición elevada, Lincoln podía ver claramente las entradas y salidas del edificio, pero las sombras y las condiciones nocturnas complicaban su vigilancia. Sus sentidos estaban agudizados, cada crujido o cambio en el ambiente le ponía alerta. El tiempo parecía estirarse mientras esperaba ver salir a alguno de los prisioneros o a los soldados de las fuerzas especiales.

Los minutos se convirtieron en horas, y Lincoln mantenía su atención fija, consciente de que la seguridad de sus compañeros y el éxito de la misión dependían de su vigilancia meticulosa. Sabía que en cualquier momento, las decisiones que tomara podrían ser la diferencia entre la vida y la muerte para aquellos que intentaba salvar.

De repente, el ambiente se tornó caótico. El sonido de disparos resonó en la noche, y Lincoln, con los nervios a flor de piel, sabía que el momento crucial había llegado. Los soldados de las fuerzas especiales mexicanas comenzaron a salir de la prisión, y él, desde su posición elevada, se preparó para cubrir su retirada. Con el rifle en mano, su mirada estaba fija en los movimientos de los enemigos y en las salidas de la prisión. Sabía que su papel como francotirador era vital para proteger a sus compañeros y asegurar una evacuación segura.

El campo de batalla estaba lleno de frenéticos movimientos y el rugido de motores se hacía cada vez más fuerte. Lincoln observó cómo un grupo de camionetas se acercaba a gran velocidad. En una de las camionetas, un soldado se asomó y, confundido por la distancia y el caos, miró a Lincoln y pensó que era Ghost. El soldado, con una expresión de sorpresa y alivio, gritó: "¡Ghost! ¡Pensé que te habíamos perdido!" Lincoln, con una voz calmada pero firme, respondió que el no era Ghost sino que se trato de otra persona que estaba trabajando con el,

El soldado, identificándose como el comandante Price, rápidamente entendió la situación, aunque estaba bastante impactado que un chico de 11 años estuviera ayudando en la pelea, Price se acercó a Lincoln, su rostro marcado por la determinación y la urgencia. preguntó cual era la situacion actual y donde estaban los soldados que el estaba buscando. Lincoln, con la mente clara a pesar de la adrenalina, explicó donde estaban los soldados de la 141, la situacion actual y que los Shadow estaban bien equipados, con vehículos blindados y torretas pesadas que complicaban enormemente la evacuación de las fuerzas especiales mexicanas y que era necesario un apoyo muy grande para ellos para que no mueran mas soldados. Los disparos continuaban y el humo de los incendios se elevaba, obscureciendo aún más la noche.