Una semana después...
—¿Se puede saber qué es lo que pasa contigo y con tu hermano que llevan días sin dirigirse la palabra? —cuestiona mamá un sábado por la mañana apenas abro los ojos.
—¿Qué hora es? —cambio de tema evadiendo la pregunta olímpicamente. Los ojos de mi madre me escudriñan un largo momento.
—Te hice una pregunta, señorita—regaña apoyando el cesto de lo que creo que son calcetines en su cadera.
—Tuvimos una pequeña pelea de gemelos, sólo eso. No es nada del otro mundo y tú mejor que nadie debería de saber que tampoco es la primera vez que lo hacemos—respondo incorporándome en la cama y frotándome un ojo con mi puño cerrado.
—Eso lo sé, lo que pasa es que para ser una "pequeña pelea de gemelos" es bastante raro que no se dirijan la palabra por tanto tiempo. ¿Hasta cuándo van a seguir los dos con esa actitud tan infantil?
—No sabría responder a tu pregunta, mamá...
—¡Yebin! Estoy hablando en serio—protesta mirándome con molestia.
—Yo también estoy hablando muy en serio, mamá—digo jugueteando con uno de los cojines de mi cama—Escucha, ¿Si recuerdas que esta noche Sunghoon viene a cenar, verdad...?
—No. —dice sarcásticamente—Mi amor, me lo has repetido medio millón de veces durante los últimos dos días, además ¿si recuerdas que fui yo quién te dijo que lo invitaras a cenar, cierto? —me rio un poco.
—No, no lo he olvidado—hago una pausa—Mamá... ¿podrías hacer por favor que Jungwon no esté en la cena? —pregunto inocentemente y sus ojos almendra se posan en los míos. Me observa con el ceño fruncido por el par de minutos más largos de mi vida y niega.
—¡Yebin! —reprende.
—Es una broma, es una broma—le digo en voz baja cruzándome de brazos. —Sólo... ¿podrías pedirle que no haga el tipo de comentarios idiotas que me ha estado lanzando toda esta semana? —ella suelta un largo suspiro y la observo colocar el cesto que apoya sobre su cadera encima de la silla de madera de mi escritorio. Se sienta al pie de mi cama y me sonríe un poco.
—Tú sabes que yo siempre he tratado de ser amiga tuya y de Jungwon, ¿verdad? —me pregunta de manera lenta como si estuviera tratando de hacer que yo entienda el mensaje. —Sabes que siempre puedes venir a contarme todo lo que tú quieras, ¿cierto? —asiento de inmediato. —Entonces ¿me vas a decir que es realmente lo que pasa entre tu hermano y tú? Y no me digas que es una pelea de gemelos tonta y sin sentido porque por años los he visto tener peleas de ese tipo y nunca se habían dejado de hablar durante toda una semana, Yebin... confía en mí, mi amor...
—Bien... No sé qué es lo que le pasa, mamá. El punto es que el idiota de mi hermano prefiere creer en la palabra de las chicas de la universidad que en la mía, piensa que sí el entrenador le dio una oportunidad para estar dentro del equipo de fútbol es sólo porque es el hermano de la novia del capitán, y eso claramente no es cierto. Cuando eso pasó Sunghoon y yo ni siquiera éramos novios, mamá...—le explico a toda prisa.
—Tranquila, mi amor. Yo te creo—me dice y yo suspiro—¿Así que sólo por eso tu hermano y tú decidieron aplicarse la ley del hielo por tiempo indefinido? —la miró un momento y luego asiento firmemente. —Yebin... ustedes son hermanos...son gemelos, yo no sé si en verdad sea cierto lo que dice la gente, pero el hecho de ser gemelos hace que la relación que tienen sea todavía más estrecha que la de los hermanos normales. Han sido amigos desde siempre, no sólo los une el lazo de sangre, sino también el de la amistad, el del amor. ¿De verdad crees que es correcto que se estén tratando de esa manera por algo que no vale la pena porque no es verdadero? —cuestiona.
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TEN REASONS FOR NOT LOVING YOU || PARK SUNGHOON
Fiksi PenggemarNo choco en las esquinas de los pasillos con chicos guapos con el físico de Christian Yu y con el rostro de Lee Jong Suk. No. Mi enemiga número uno no suele ser la animadora de sonrisa diabólica que se cree la Barbie del colegio con un sequito de...