Perfectos Enemigos

103 8 0
                                    

00:00

Era justamente media noche cuando recibí aquel correo de invitación honorifica para formar parte del tan famoso evento: "Te damos la bienvenida al equipo, Osvaldo. ¡Esperamos tu participación con muchísimas ansías! Favor de responder dentro de las próximas cuarenta y ocho horas para confirmar su participación".

Seguido de otras cuatro páginas que explicaban lo que debía y no hacer. Era un evento de boxeo para influencers que jugaban videojuegos. Amigos cercanos habían participado anteriormente.

-Qué mamada, – me reí con un poco de desconcierto. Es verdad que conocía de sobra el evento, todavía sentía la molestia del año pasado con la pelea de mi mejor amiga; del mero pensamiento apreté los dientes con coraje. – Pues qué más da. No tengo nada que perder.

"De: elmarianaasuntos@gmail.com

Para: sergiollanos@veladaIV.com

Por supuesto que me gustaría participar. ¿Qué más se debe hacer?"

Recibí tal vez otras cuatro páginas de instrucciones, el tiempo que tenía para prepararme y todo lo demás. Pero en ningún lado decía contra quién pelearía; en realidad tenía algunos tipos conocidos en mente a quienes repudiaba, así que deseaba se cumplieran mis plegarías y me pusieran contra uno de ellos.

Cerré el correo después de unos intercambios más y apagué el ordenador. No pude dormir.

----------------------------------------------------------------------

00:01

Me desperté una noche con una ansiedad que me condenaba desde hace semanas. Revisé la hora y vi una notificación:

"ANUNCIO IMPORTANTE PARA LOS COMPETIDORES"

Era una lista con los emparejamientos, entre los nervios me tiré el teléfono en la cara, después de recomponerme seguí con la ansiosa búsqueda.

Cuando vi su nombre no lo pude creer. No él. Después de todos estos años nos volveríamos a ver.

Aventé el teléfono a otro lado de la cama y cubrí mi rostro con el antebrazo, después de soltar un suspiro sentí cómo el corazón se me aceleraba y todos mis músculos tensándose.

Memorias de su olor, sus ojos llorosos y sus labios. La última vez que lo vi.

-Chingada madre. – Suspiré.

---------------------------------------------------------------------------------------

00:02

-Wey, ¿estás bien? – escuchaba una voz que sonaba como un eco. -Osvaldo, te estoy hablando cabrón.

- ¿Eh? – le respondí entre dudas. – Ah, sí. Estoy bien, Sammy.

-¿Neta, mamón? – replicó. – Te vienes disociando desde que nos subimos al avión.

-Es la emoción, wey, tú qué vas a saber.

Claro que no sabía, nadie sabía. Nadie debía saberlo. Parecía una maldita broma del destino que nos encontráramos así. Estaba nervioso, tan nervioso que me pude haber orinado mientras dormía y no haberme dado cuenta pues el sudor de la ansiedad me humedecía todo el cuerpo.

En unos días sería el primer pesaje y cara a cara; no estaba seguro si también serían las primeras entrevistas, quería dejar de pensar en todo eso.

Perfectos Enemigos (Mariana x Plex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora