𝑬𝒍 𝒆𝒏𝒄𝒂𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒐 || 𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐×𝑯𝒂𝒚𝒅𝒆𝒏

Capítulo 10: Ecos de revelación

El silencio en el corredor parecía resonar con las preguntas que me atormentaban. Cada paso que daba me llevaba no solo hacia mi sala común, sino también hacia una nueva etapa en mi vida, una etapa en la que las viejas certezas comenzaban a desmoronarse. Mientras me acercaba a la entrada de la sala común de Slytherin, sentí una mezcla de confusión y anticipación.

La intriga que sentía hacia Hayden Bennett no era algo que pudiera ignorar fácilmente. La imagen de su rostro relajado en la enfermería seguía presente en mi mente, desafiando mis percepciones y forzándome a reconsiderar todo lo que había asumido sobre él y sobre mí mismo.

Al entrar en la sala común, me encontré con el familiar ambiente acogedor de los verdes y plateados de Slytherin. Mis compañeros estaban ocupados en sus propios asuntos, pero noté que algunos de ellos me lanzaron miradas curiosas. Sin embargo, no estaba en el estado de ánimo para socializar. Me dirigí a una esquina tranquila, me acomodé en un sillón y me dejé caer en el pensamiento.

Las diferencias entre Hayden y yo eran evidentes: él era un Hufflepuff, valoraba la lealtad y el esfuerzo, mientras que yo estaba en una casa conocida por su astucia y ambición. Sin embargo, al ver a Hayden en un momento tan vulnerable, me di cuenta de que estos atributos no eran incompatibles. Tal vez había algo en su carácter que resonaba conmigo de manera inesperada.

Empecé a hacer una lista mental de las cosas que había notado en él. Su habilidad para mantener la calma en situaciones difíciles, su constante esfuerzo por defender a los más débiles, y su manera de relacionarse con los demás sin reservas. Todas estas cualidades me parecían más complejas y fascinantes de lo que había querido admitir. Me pregunté si podía encontrar un terreno común entre nuestras diferencias y construir algo más allá de los prejuicios.

Decidí que la mejor manera de entender estos sentimientos era enfrentarlos directamente. Si realmente quería explorar esta conexión con Hayden, tendría que hacerlo sin las barreras que nuestras casas y familias habían impuesto. Tal vez había una forma de construir un puente entre nuestras diferencias, aunque eso significara desafiar las expectativas y enfrentar mis propios miedos.

Con esta resolución, sentí una extraña sensación de liberación. Sabía que el camino no sería fácil, y que enfrentar las barreras que se habían levantado durante años no sería tarea sencilla. Sin embargo, estaba dispuesto a dar el primer paso.

A la mañana siguiente, mientras el sol empezaba a iluminar los pasillos de Hogwarts, me preparé para buscar una oportunidad para hablar con Hayden. No sabía qué iba a decir exactamente, pero estaba decidido a romper el hielo y, con suerte, encontrar una manera de explorar esta conexión que había surgido inesperadamente. Mi mente estaba llena de preguntas, pero también de una nueva determinación. Estaba listo para descubrir qué podría surgir de este inesperado y desafiante encuentro.

☄★☄・・・・・・☄★☄・・・・・・☄★☄

La luz de la mañana se filtraba a través de las ventanas de la sala común de Slytherin, y me encontraba en un rincón apartado, hablando con Thorne Blackwood. Thorne siempre había sido uno de los pocos que podían mantener la calma y la claridad, incluso en medio de las tensiones que solíamos enfrentar en nuestra casa.

—Thorne, algo raro está pasando —comencé, mi voz temblando un poco—. No puedo sacarme de la cabeza a ese Hufflepuff, Bennett. Siento algo… diferente. Algo que no debería sentir.

Thorne me miró con una mezcla de curiosidad y atención. —¿Diferente? ¿Cómo te refieres a eso?

—Es como si lo que siento no encajara con lo que siempre me han enseñado —respondí, frustrado—. La lealtad, el esfuerzo, todas esas cosas que en teoría no deberían importarme. Pero me doy cuenta de que me está costando ignorar a Bennett, incluso sabiendo que es un sangre sucia. No puedo permitirme que esta amistad surja, no puedo.

Thorne se acomodó en su asiento, pensativo. —Mira, Draco, entiendo que la tradición y las expectativas están muy presentes en nuestras vidas. Pero a veces, no tienes que seguir esos ideales ciegamente. Es importante pensar por uno mismo y decidir qué es lo que realmente quieres.

Lo miré, sorprendido. —¿De qué estás hablando? Si rompemos con lo que nos enseñaron, ¿no estaríamos traicionando todo lo que representamos?

Thorne suspiró, como si ya hubiera anticipado mi reacción. —No es traición. Es evolución. Nuestras familias y casas tienen sus principios, pero eso no significa que no podamos cuestionarlos o adaptarlos a lo que realmente somos. Lo que importa es lo que tú sientes y piensas.

—¿Y si esos sentimientos están en conflicto con todo lo que he conocido? —pregunté, mi voz cargada de inseguridad.

—Entonces, debes ser valiente y explorar esos sentimientos —dijo Thorne con firmeza—. No siempre es fácil, y a veces puede significar ir en contra de lo que se espera de ti. Pero es tu vida, y eres tú quien debe vivirla. No dejes que las expectativas ajenas te impidan ser quien realmente eres.

Me quedé en silencio, procesando sus palabras. La idea de cuestionar lo que siempre había tomado por sentado era aterradora. Nunca había considerado que podía ir más allá de lo que se esperaba de mí, y ahora me encontraba en una encrucijada, cuestionando no solo mis propios sentimientos, sino también mi identidad.

—Gracias, Thorne —dije finalmente, mi voz más suave—. No sé exactamente qué haré con esto aún, pero aprecio tu perspectiva.

Thorne sonrió, como si supiera que había sembrado una semilla importante. —Solo asegúrate de ser fiel a ti mismo, Draco. Eso es lo más importante.

Salí de la sala común con la mente agitada. Las palabras de Thorne seguían resonando en mi cabeza, desafiando las creencias que siempre había tenido. Sentía una mezcla de alivio y ansiedad, como si hubiera dado el primer paso hacia un camino que no conocía del todo, pero que estaba dispuesto a explorar.

La búsqueda de mi propia verdad había comenzado, y aunque el camino no sería fácil, estaba decidido a enfrentar las complejidades que se avecinaban. Si tenía que desafiar las normas que me habían sido impuestas, lo haría. Este era el primer paso hacia algo diferente, y estaba listo para descubrir lo que eso significaba.