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Suzuka pov:

Salí del estudio y empecé a maquinar cosas en mi cabeza, seguramente Yuki los había visto y podría dar una descripción de los que atacaron a Moa, y debía empezar a hablar del traslado con Kenzo a Osaka.

-Muchas cosas que hacer y pensar- suspiré y me masajeé el cuello.

Llegué a la sala y sonreí, Moa tenía a nuestros hijos y sobrinos atrapados entre sus brazos y piernas.

-¡Mamá, me estás asfixiando!- Kenji trataba de soltarse empujando el brazo que lo tenía atrapado por el pecho.

-¿No que me extrañaban en casa?- Moa sonrió y los llenó de besos -Ahora me tienen aquí y los estoy llenando de cariño a los cuatro, no se pueden quejar-

-Yo ya me acostumbré, acéptalo también hermano- Mayu se acomodó sobre ella y yo no pude evitar reirme, todos voltearon a mirarme.

-¿Pulpo Moa los ha atrapado?- volví a reír.

-Tía- Minato extendió sus manitos hacia mí, con carita de cachorro -Ayua-

-Que exagerados- Natsuki rodó los ojos y se abrazó a su pierna -La madrina siempre fue así-

-¿Prefieres estar en los brazos de tu tía que en los míos?- Momoko fingió dolor en el corazón -Me duele, me quema, me lastima-

-Ya habló la niña- Moa rió y la miró.

-No somos más amigas- se dio la vuelta fingiendo estar ofendida -Desde entonces te hago la cruz Kikuchi- hizo un exagerado puchero.

-Que dramática- abracé a mi amiga, despeinándola -Además, literalmente creció parte de su vida en sus brazos, la niña literalmente la tiene a ella como refugio también Momo-

-Kano hiciste una pésima elección- miró con el ceño fruncido a su novia.

-Tú acordaste también que Moa y Su fueran las madrinas de Nat, no te puedes arrepentir ahora- Kano cruzó los brazos.

-Carajo, se roban el amor de mi hija- nos miró mal.

-Ya supéralo- rodé los ojos.

-¡Ay calambres!- Moa chilló y relajó los miembros, los niños se vieron liberados.

-¡Ota vez!- Minato rió divertido.

-Mis músculos no están soportando Minato- se masajeó las piernas -Estoy grande para estas cosas-

-Tienes apenas 22 Moa- Kano levantó una ceja -Apenas 22- repitió incrédula.

-¿Y eso que tiene que ver?- hizo puchero y siguió con sus masajes -Se me acalambran los músculos-

-Y con lo que hicimos anoche, ¿Qué esperabas?- me acerqué a ella y le di un beso -Puedo hacerte un masaje, uno de verdad- otro beso y le guiñé un ojo.

-Pervertida, dame un respiro, no siento las piernas- rió y me abrazó por el cuello.

-No empiecen con sus cochinadas aquí, hay niños así que váyanse- Momoko hizo una mueca.

-Tranquila, ya me la llevaba- sonríe, pasé mis manos por sus nalgas y la levanté.

-Eviten el ruido- Kano señaló las paredes -Ya saben que no son gruesas-

-Pero sino haremos nada- reí y subí con Moa entre mis brazos hasta nuestra habitación.

La bajé, cerré la puerta y fui al baño para buscar el aceite.

-Voy a necesitar que te quites la ropa- dije desde el baño y agarré la botella.

-¿Enserio me harás un masaje?- preguntó y sonreí al verla, la estaba tumbada boca abajo en ropa interior.

Feromonas y Heroína (TEMPORADA DOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora