Prólogo.

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Llego el descanso tan esperado, para los estudiantes de 5to año luego del periodo de evaluaciones. Mi emoción iba cambiando drásticamente de tristeza, felicidad, emoción, melancolía, al igual que mis pensamientos provocados por los nervios de las calificaciones. Si bien estudie, y mucho para obtener calificaciones altas, los nervios no dejaban de torturarme. Algo que embargaba mi mente era que universidad elegir. Me gustaría algo nuevo, diferente a lo que es Argentina y conocer nuevas cosas, pero tampoco quiero estar tan lejos de mi papá, el cual está viudo desde mis 11 años de edad. Si bien hablar de la muerte de mi mamá es una cicatriz dolorosa, es algo que deben saber y no se los voy a negar.

Mis compañeros se habían ido todos del curso dejándome a mi sola dentro guardando mis libros y demás. Ya guardado todo, decidí ir a un Cyber a investigar sobre universidades extranjeras. Ya en la salida de la escuela, me acomode un auricular en mi oreja izquierda y salí rumbo al Cyber.

Después de 15 minutos, ya me encontraba en mi destino. Entré y pedí una computadora, obviamente.

''Universidades extranjeras de artes y música''. Luego de poner eso en búsqueda de google, tuve más de 200.000 resultados, lo que me sorprendió. Fui abriendo pestañas tras pestañas con información de diferentes páginas con información que parecía valiosa, hasta que una captó mi atención.

-K ARTS, Universidad de Artes de Corea- dije en voz baja- pero eso queda muy lejos.

Seguí leyendo detalladamente su información, forma de estudios, unidades, profesores y el modo de educación en el cual el idioma coreano venía como materia para personas extranjeras, lo cual me intereso bastante y principalmente las clases de baile y danzas, y para serles sincera, también me dio curiosidad por conocer algo de Corea. Llena de determinación, busque becas de estudio en esa universidad, la cual necesito para mantenerme, creo.

-Beca ARTS, para personas con pocos fondos económicos y/o extranjeros- leí ilusionada- ¡BINGO!-

Me enamoré de algo proveniente de Corea, muy lejos y muy imposible ya que no podría pagar el viaje y no podría estar tan lejos de mi padre y de mis ''hermanas'', pero también sería un sacrificio que valía la pena correr, y mucho.

Luego de casi 2 semanas, nos entregaron los resultados de las calificaciones del trimestre, en el cual mi promedio general fue de 9.0. Después de obtener mis calificaciones y mi promedio, decidí que podría intentar obtener una beca en la K-Arts, pero también vería por otras universidades de artes cercanas, las cuales no fueron de mucho agrado.

La probabilidad de que me dieran una beca era muy poca, pero no perdía nada con intentar, ¿No?

El documento en PDF que mande a K-Arts por email fue casi perfecto, en idea a lo que había entendido de cómo se hacia uno. ''Espero que me reciban'' pensaba la parte deseosa de mi cerebro, ''Si me llegaran a aceptar, ¿Cómo se lo diría a papá?, ¿Cómo se lo tomaría?, ¿Me dejaría irme tan lejos?, ¿Y las taradas?''- fueron preguntas que me torturaron por largo tiempo, haciendo que el deseo de ir a esa Universidad fuera casi nula.

Los días fueron pasando y mi emoción por recibir una carta de aceptación fue convertida en esperanza disuelta, pero no en su totalidad. Si bien esperaba esa carta secreta, también buscaba otras opciones por si era rechazada.
Iba caminando a mi casa, luego de una larga mañana de estudios, cuando vise a un hombre dirigiéndose a la entrada de mi casa. ''EL CARTERO'' grité internamente. Comencé a correr lo más rápido posible por si esa carta se encontraba junto a todas ellas, y de ser así no debía llegar a otras manos, especialmente la de mi papá o Karen.
Gracias a Dios, llegué antes de que dejara las cartas en la puerta.

-¿Tiene una carta para Ailin Moreira?

-Eh, si tengo 3 cartas dirigidas a ella. ¿Es usted?

-¿Es alguna de la Universidad K-Arts?- dije emocionada

-No lo sé señorita, no me fijo en cartas ajenas- ¿¡ME DIJO SEÑORITA!?

-Deme las cartas por favor, y no me diga señorita, soy Ailin.- dije cortante.

-Oh sí, lo lamento. Aquí tiene, que tenga un gran día seeeeeñ...- la oscura mirada de enojo que le dirigí hizo que retrocediera un poco luego de darme las cartas y antes de terminar la frase- Ailin. Chau- dijo finalmente y saliendo del patio casi corriendo.

Luego de verificar y asegurarme que nadie estaba a mí alrededor, comencé a buscar la carta importante.

-¡BINGO!- grité al encontrar mi carta

-¿Qué ganaste?- gritó alguien en mi oído, provocando que saltara bruscamente.

-¿Por qué me gritas en el oído? Odio que me hagan eso- contesté enojadamente a Karen, mi mejor amiga y mi ''Hermana''. Para que entiendan, ella convive con nosotros desde sus 16 años junto con Rose. Ella es la más baja de las 3, tiene el cabello largo, negro y lacio hasta la cintura y con los mechones y las puntas de rojo-violeta. Actualmente tiene 20 años pero sus actitudes parecen de una adolescente de 14 años. En la mañana estudia para maestría de baile general y en la noche trabaja como niñera para no pedir plata. Ella y su criterio de ''Mejor propio que prestado'' pero solo en algunas cosas.

-Todo te molesta últimamente, ''Karen no me gusta que me muerdan el pelo'', ''Karen no me gusta que hurgues mis cosas'', ''Karen me molesta que entres sin permiso a mi habitación''- dijo tratando de imitar mi voz- te volviste en una vieja amargada, ¿Lo sabías?

-A nadie le gusta que le hagan eso, o sino decime ¿Qué hace Rose cuando le haces lo mismo?- Rose es mi otra mejor amiga y ''hermana''. Ella es morocha, su pelo era marrón oscuro, corto hasta sus hombros y lacio hasta las puntas. Es 4 cm más baja que yo, uno de los motivos del porque a veces piensan que soy mayor que ella, (el otro es porque parezco más madura), y especialmente Karen quien era la más baja de las 3 por 5 cm. Ella estudia en la mañana al igual que Karen en la misma carrera, y es la más grande en edad de las 3.

-Me pega, y le devuelvo el golpe, y después nos pegamos las dos, nos enojamos y nos reconciliamos. Pero ella no es tan quejosa como vos. Cambiando de tema, ¿Por qué festejabas tanto?- interrogo mientras analizaba mis gestos y mirada.

-Ehh, porque encontré una nueva App en mi celular que buscaba desde hace mucho- mentí.

-Genial, ¿Cómo se llama? ¿Es para editar fotos?- pregunto nuevamente

-Se llama Qark, y no, no es para fotos. Es de ajedrez-

-¿Desde cuándo te gusta el ajedrez?- luego de pensar un poco, dijo muy alto- ¿VES? Te estas volviendo una aburrida-

-Si Karen, como digas.

Karen siguió sermoneándome sobre lo aburrida que me estaba volviendo y que tenía miedo a acercarse a mí por miedo a contagiarse. Ahora entienden cuando les digo que su comportamiento es inmaduro, ¿No?

Igual, la parte más importante de todo esto es el contenido que hay dentro del sobre. Espero que me hayan aceptado.

Nuevo amanecer Nuevo comienzo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora