Si la palabra sentido significase confusión es lo que yo sería ahora mismo, Amalia no aprecia por el instituto desde hace una semana y temía por ella y su estúpida familia. En cambio la mía dejaba de ser una familia. Todo había vuelto a la normalidad de cuando mamá murió, tantos años luchando por esto y ahora lo odio, extrañaba a Isabela, no quería admitirlo pero era así, Anto divagaba sobre ella por la casa y papá solo trabajaba para despejarse, yo no sabía que hacer, Amalia no aparecía ni por la iglesia, no podía disculparme con ella y ver si estaba bien, tampoco sabia donde estaba Isabela ¿Seguía en el pueblo o había regresado a Australia? Papá no daba muchas explicaciones de lo que había pasado, pero algo me decía que el recuerdo de mamá era lo que atormentaba a ambos.
El timbre de casa sonó así que me levanté de la cama de Amalia para ir a abrir la puerta, la habitación estaba olvidando su olor y yo también, las plantas parecían estar más marchitas que nunca, y yo tambien ¿Era dramático decir que la vida me parecía menos apasionante desde es que ella ya no estaba?
Cuando abrí la puerta un hombre se abalanzó sobre mí para pegarme
—¿Pero qué te pasa idiota, quien Coño eres?— musité cuando logré empujarle lejos de mí
—Renacuajo inútil ¿Así que estás con mi hermana?
—¿Qué?— pregunté confundido
—No te hagas el sorprendido niñato de media hostia — otro hombre de pelo castaño y complexión fuerte apareció detrás nuestra —¿Dónde coño está Amalia?
—¿Sois sus hermanos mayores?—pregunte adolorido por el puñetazo que me dio el hermano de pelo negro cuando abrí la puerta
—Mira que bien nos conoce el imbécil, si te vuelvo a ver cerca de mi hermana te saco los ojos— me agarro del cuello de la camiseta y me arrinconó contra mi coche —¿Lo entiendes?— me golpeó contra el coche y volvió a gritarme —te he preguntado algo ¡Responde!
—te he escuchado hijo de puta — golpeé su ojo causando que retrocediera hacia atrás —
—Pedazo de gilipollas — exclamó el otro hermano listo para abalanzarse sobre mí, intento golpearme por la izquierda lo que rápidamente esquive sabiendo sus intenciones, logré acertar un puñetazo en su mejilla derecha y justo cuando creí tenerle el otro hermano me agarró por detrás inmovilizando mi cuerpo,
—¡Maldito inútil necesitáis ser dos para haceros los machos!
El hermano de pelo castaño se puso de pie con una sonrisa
—Es más divertido si la presa no mueve — comenzó a golpear mi estómago sin pena y de ahí pasaba a mi cara sin avergonzarse, no podía creerme que Amalia viviera con ellos, eran unos psicópatas
—Ahora escucha bien niñato sin madre— me agarró del pelo —Si nos hemos informado de ti ¿Te crees muy importante? No te vas a volver a acercar a mi hermana ¿Lo entiendes?
La rabia comenzó a consumirme y lo agradecí, con las fuerzas que tenía le di una patada en sus partes causando que callera al suelo y di un cabezazo hacia atrás golpeando al otro hermano
—¡Maldita gilipollas!
—¡E James que mierda significa esto!— una voz interrumpió toda la pela —¡Una denuncia por acoso hijo de puta donde está esa zorra!
—¿Quién mierda es ese?— pregunto el chico de pelo negro
—El gilipollas que acosa a tu hermana — el chico le miró con rabia, estaba rojo de ira
—Axel levántate que tenemos más trabajo — el chico de pelo castaño gruñó levantándose
—¿De qué coño vais?— Arct intento acercarse a mí pero ambos hermanos se pusieron delante
—¿Acosas a nuestra hermana?
—¿Qué? ¿Quién coño sois? Apartad joder
—Roxe agárrale tú, yo me encargo de partile las piernas
—¿Qué? — dijo Arct confundido.
Ambos hermanos comenzaron a golpearle son piedad y yo no me quedé atrás
—¡Malditos imbéciles él se ha besado con vuestra hermana y la traía a dormir a su casa!— musito sin voz.
Pero yo no me acobarde — Yo no la trataba con un perro, le ofrecí un hogar
—Hijo de puta ¿Dormía contigo?— el chico de pelo negro Roxe soltó a Arct y se aproximó a mí
—¿Me has dicho hijo de puta maldito infeliz?
—¡Has llevado a mi hermana a tu puta casa!Roxe, está frente a mí con una mirada desafiante en sus ojos y los puños apretados con determinación, Pero no puedo permitir que gane, no puedo permitir que encuentre a Amalia dónde quiera que esté y la lastime, no permitiré que nadie la toque.
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Flechazo por equivocación Y El Flechazo que si dolió libro 1 Y 2
Novela JuvenilTodos sabemos que los romances y las apuestas no pueden ir de la mano ¿Qué pasará cuando se confunda el amor? ¿Qué pasará cuando el reto se convierta en un anhelo? Bienvenidos al diario de un trágico chico Al que nada le apasiona ¿Un poco a burrido...