One-shot Bungo Stray

Una vida de presión

⚠️Shipp:Soukoku-dazaixchuuya⚠️
⚠️ Contenido sensible ⚠️

Dazai Osamu y Chuuya Nakahara habían comenzado su relación como amigos y rivales, pero pronto se habían dado cuenta de que sentían algo más el uno por el otro. Sin embargo, su amor era complicado, y Dazai tenía tendencias dominantes que Chuuya no podía resistir.

Chuuya, con su personalidad apasionada y emotiva, se había rendido a la voluntad de Dazai, convirtiéndose en su sumiso. Dazai, por su parte, se había enamorado de la sumisión de Chuuya, y la explotaba para satisfacer sus propios deseos.

Su relación era una danza de poder y sumisión, donde Dazai era el amo y Chuuya el esclavo. Pero a pesar de la dinámica tóxica, Chuuya no podía dejar de amar a Dazai, y Dazai no podía resistir la atracción que sentía por Chuuya.

A medida que pasaban los días, su relación se volvía cada vez más intensa y apasionada. Dazai exigía más y más de Chuuya, quien se sometía a sus deseos sin resistencia. Pero a pesar de la sumisión, Chuuya tenía un poder secreto sobre Dazai, un poder que lo mantenía atrapado en su relación tóxica.

Un día, Dazai se dio cuenta de que no podía vivir sin Chuuya, y que su amor era una adicción que lo consumía por completo. Y así, se rindió a la voluntad de Chuuya, aceptando su sumisión y su amor.

Dazai se dio cuenta de que su relación con Chuuya era una espiral de dependencia mutua. Él necesitaba controlar a Chuuya para sentirse vivo, y Chuuya necesitaba someterse a Dazai para sentirse amado.

Pero a medida que pasaban los días, Dazai comenzó a sentirse atrapado en su propia trampa. Chuuya se había convertido en su esclavo, pero también en su dueño. Dazai no podía imaginar vivir sin él, pero tampoco podía soportar la idea de estar atado a alguien para siempre.

Un día, Dazai decidió poner a prueba los límites de su relación. Le dio a Chuuya una orden cruel y humillante, solo para ver cómo reaccionaría. Pero Chuuya, en lugar de rebelarse, se sometió a la orden con una sonrisa triste.

Dazai se sintió horrorizado consigo mismo. ¿Qué había hecho de su relación? ¿Por qué Chuuya se sometía a él de esa manera?

Pero cuando miró a los ojos de Chuuya, vio algo que lo hizo dudar. Vio una chispa de deseo, una chispa de amor que no podía ignorar.

Y así, Dazai se rindió a su destino. Aceptó que su relación con Chuuya era tóxica, pero también era la única que lo hacía sentir vivo.

Dazai y Chuuya continuaron su relación, cada vez más intensa y apasionada. Pero también más tóxica. Dazai no podía resistir la atracción que sentía por Chuuya, y Chuuya no podía escapar de la sumisión que sentía hacia Dazai.

Un día, Dazai decidió llevar a Chuuya a un lugar especial. Un lugar donde podrían estar solos, lejos del mundo. Un lugar donde podrían dejar de lado sus máscaras y ser ellos mismos.

El lugar era una casa en el bosque, rodeada de árboles y flores. Dazai la había alquilado especialmente para ellos, y había planeado una sorpresa especial para Chuuya.

Cuando llegaron, Dazai llevó a Chuuya a una habitación secreta. En el centro de la habitación, había una cama de terciopelo rojo. Y en la cama, había un conjunto de cadenas y cuerdas.

Chuuya se sorprendió, pero no dijo nada. Sabía que Dazai lo quería, y que haría cualquier cosa para complacerlo.

Dazai sonrió, y comenzó a atar a Chuuya con las cuerdas. Chuuya se sometió, cerrando los ojos y dejando que Dazai hiciera lo que quisiera.

Y así, Dazai y Chuuya pasaron la noche, perdidos en su propio mundo de pasión y sumisión.

La noche fue intensa y apasionada, con Dazai y Chuuya perdidos en su propio mundo de deseo y sumisión. Pero cuando el sol comenzó a salir, Dazai se detuvo, mirando a Chuuya con una mezcla de amor y culpa.