Viaje en el tiempo (Taang)

Capitulo 18

El sol se levantó al día siguiente, proyectando sombras largas y delgadas en el sendero que el grupo seguía. Aunque la caída de Toph había sido un susto, parecía haber fortalecido los lazos entre ellos. Sin embargo, la tranquilidad del nuevo día pronto se vio amenazada por el rugido distante de un trueno.

"Se acerca una tormenta," dijo Katara, mirando el horizonte con preocupación. "Debemos encontrar un refugio antes de que nos alcance."

Aang asintió. "Busquemos una cueva o algún lugar donde podamos resguardarnos."

El grupo aceleró el paso, buscando un refugio antes de que la tormenta los alcanzara. Finalmente, encontraron una cueva en la ladera de una montaña. La entrada era estrecha, pero el interior era lo suficientemente grande para acomodarlos a todos.

Mientras la tormenta rugía fuera, el grupo se acomodó en la cueva, encendiendo una pequeña fogata para mantener el calor. Las llamas proyectaban sombras danzantes en las paredes de la cueva, creando una atmósfera de inquietud y expectación.

Toph se sentó junto a la entrada de la cueva, sus sentidos alerta a los cambios en el entorno. Aunque la conversación con Aang la había aliviado en cierta medida, todavía sentía una tormenta interior que no podía calmar.

Aang se acercó a ella, su expresión preocupada. "Toph, ¿estás bien?"

Toph asintió, aunque su voz sonaba más áspera de lo habitual. "Sí, solo... solo estoy pensando."

Aang se sentó a su lado, observando la lluvia torrencial que caía fuera de la cueva. "¿Quieres hablar de ello?"

Toph dudó por un momento, pero finalmente habló. "A veces, siento que estoy luchando contra todo el mundo. No solo contra los enemigos, sino contra mis propios sentimientos. Quiero ser fuerte, pero también quiero ser vista como algo más que una luchadora."

Aang la miró con compasión. "Toph, eres fuerte. Pero también eres mucho más que eso. Eres una amiga, una compañera leal y alguien en quien todos confiamos. No tienes que cargar con todo el peso sola."

Toph suspiró, sintiendo que las palabras de Aang aliviaban algo del peso en su corazón. "Gracias, Aang. Supongo que solo necesito recordar eso más a menudo."

De repente, un fuerte estruendo sacudió la cueva, haciendo que todos se sobresaltaran. "¡¿Qué fue eso?!" exclamó Sokka, levantándose de un salto.

Katara se acercó a la entrada de la cueva, observando el exterior con atención. "Parece que un árbol cayó cerca. La tormenta está empeorando."

Aang se puso de pie, sus sentidos alerta. "Tenemos que asegurarnos de que estamos seguros aquí dentro. No quiero que la cueva se derrumbe sobre nosotros."

El grupo se movió rápidamente, revisando la cueva en busca de puntos débiles o posibles peligros. Toph utilizó su habilidad para sentir las vibraciones en el suelo, asegurándose de que no hubiera riesgo de derrumbe.

Mientras trabajaban, la tormenta fuera continuaba rugiendo, el viento aullando y la lluvia golpeando la entrada de la cueva con furia. Aang no podía evitar sentir una creciente preocupación por sus amigos y por Toph en particular. Ella está lidiando con tanto. Quiero ayudarla, pero no sé cómo.

Cuando finalmente estuvieron seguros de que la cueva era segura, el grupo se reunió alrededor de la fogata, tratando de mantener el calor y el ánimo. La conversación derivó hacia historias de tiempos pasados, anécdotas divertidas y recuerdos que trajeron risas y sonrisas a sus rostros.

Sin embargo, la tormenta interior de Toph seguía rugiendo. Aunque agradecía el apoyo de sus amigos, sabía que había cosas que necesitaba enfrentar sola. No puedo depender siempre de los demás. Tengo que encontrar mi propia fuerza, mi propio camino.

A medida que la noche avanzaba, el grupo comenzó a acomodarse para dormir. La tormenta fuera continuaba, pero dentro de la cueva, la atmósfera se había calmado un poco. Aang se acercó a Toph una vez más, su expresión seria pero cálida.

"Toph, sé que es difícil. Pero quiero que sepas que no tienes que enfrentarlo todo sola. Estoy aquí para ti, pase lo que pase."

Toph asintió, apreciando las palabras de Aang. "Lo sé, Aang. Y eso significa mucho para mí. Gracias."

Mientras se acomodaban para dormir, Toph cerró los ojos, permitiendo que las vibraciones del suelo la calmaran. La tormenta interior seguía ahí, pero ahora sentía que podía enfrentarse a ella.