La Dulzura Del Reino / House Of The Dragon

Capítulo 17: Mi hermana Healena.

Para Visenya la boda con su hermano Aegon era solo el inicio de su plan, tanto su esposo como Aemond tomaban religiosamente clases sobre como dominar la espada, también lo hacía Daeron, aunque él estaría a salvo en Antigua rodeado de miembros de la familia Hightower, su principal preocupación era su hermana Healena, la princesa era una soñadora con una alma dulce y amable, Visenya no podía permitir que la guerra le afectará, por esa razón busco en lo más lejano de los Siete Reinos un hombre decente con el que pudiera casarse, que la mantuviera lejos de la corte y dela guerra. Después de meses de correspondencia ese hombre llegó una tarde cualquiera a la Fortaleza.

—Es un placer tenerlo en Desembarco, señor Stark—comentó la Targaryen guiando al hombre a los jardines de la reina—. Espero el viaje no haya sido tan pesado.

—Más de un mes me tomo llegar aquí—respondió el norteño—. La próxima vez nos veremos en un punto medio.

—Por supuesto. Tal vez yo vaya a visitarlo hasta Invernalia.

—Es bienvenida, pero asumo que no podrá viajar en carruaje hasta dentro de unos meses—dijo el Stark viendo la prominente barriga de la princesa.

—Me temo que mi próximo parto no es lo único que me retiene en la capital—argumentó Visenya, viendo de lejos a su hermana hablar con Aemond—. La salud de mi padre y el cuidado de mis hermanos también son importantes para mi.

—¿Por qué estoy aquí, princesa?

—Quiero una alianza con la casa Stark, con usted, por el bien de mi familia.

—¿Cuál es su propuesta?—cuestionó Cregan, intrigado por las palabras de la Targaryen.

La princesa y el norteño habían mantenido correspondencia por varios meses, hablaban de política o historia gran parte del tiempo, de alguna manera, con los miembros de su consejo atormentándolo para que se casará, el joven Cregan Stark encontró un poco de paz en esas cartas.

—Un matrimonio entre usted y mi hermana Healena—declaró Visenya—. La corte no es un buen lugar para vivir, quisiera que mi hermana se fuera lejos, que viviera en paz y tranquilidad.

—¿Y usted cree que el Norte es el sitio adecuado para ella?—pregunto, viendo a lo lejos a la princesa Healena mostrarle un gusano a su hermano.

—Espero que lo sea. Invernalia está lo suficientemente lejos como para que los problemas de la corte no la alcancen.

—Para que la guerra no la alcance—afirmó Cregan—. ¿Es lo que quiere? ¿Me entregará a su hermana sin pedir nada?

—Le ofrezco la mano de mi hermana para que la proteja—respondió la princesa—, si se queda yo no podré hacerlo. Es lo único que deseo, la protección y cuidado de Healena.

Ante la propuesta de Visenya, Cregan Stark quiso pasar un tiempo en compañía de la princesa Healena, conocerla un poco antes de tomar una decisión y, aunque al inicio fue extraño, termino disfrutando la compañía de la princesa menor. El Stark pasó dos semanas en Desembarco antes de anunciarle a Visenya que aceptaba su propuesta y pedir formalmente ante el rey y reina la mano de su hija menor.

La reina Alicent no estaba muy contenta con enviar a Healena tan lejos, pero sabía que era lo mejor, era una forma de protegerla del caos que vendría. Por otro lado, el rey Viserys se alegró ante el compromiso, pero no pudo evitar disgustarse un poco cuando el Stark afirmó que se casarían en Invernalia, según las costumbres de su casa, aún así accedió.

Con la bendición del rey y la reina y el creciente afecto que Cregan había comenzado a sentir por Healena, Visenya quería asegurarse que su hermana estuviera bien con su partida lejos de la Fortaleza Roja, al final era lo único que conocía la princesa.

—¿Por qué Invernalia?—preguntó Healena, un tanto distraída al ver a sus pequeños bichitos ser metidos en un baúl.

—Es lo suficientemente lejos. Casi dos meses en carruaje, tal vez un mes en dragón. Healena, Cregan Stark es un hombre amable, te tratará bien—aseguro Visenya, tomando de las manos a la princesa para ganar su atención—. Mi querida hermana, te convertirás en la señora de Invernalia, podrás vivir en paz lejos de todo el drama y peligro de la corte.

—El peligro de la corte...—comentó la princesa, viendo el rostro de su hermana mayor—. Abandonada y desprotegida.

—Jamás. La gente del norte te protegerá y algunas personas de mi confianza te acompañarán—afirmó Visenya, esperando darle algún confort a su hermana—. No estarás sola, ni desprotegida. No dejaré que nadie te haga daño.

Esa tarde la princesa Healena salió junto a su prometido rumbo al Norte, no se dio ningún banquete o fiesta a petición de la pareja, Cregan quería celebrar en su casa y a Healena no le encantaban las fiestas o reuniones con tantas personas, la abrumaban, al menos los reyes y hermanos disfrutaron una cena familiar con la pareja, deseándoles lo mejor en su próximo matrimonio.

Hola, les dejo el primer capítulo del maratón, el segundo ya casi está listo y lo subiré durante la noche. Gracias por leer y comentar :)