VOYEUR (+18) [JM] Hefesto 2

PRÓLOGO

Me quedo congelada en mi lugar, el corazón golpeándome con fuerza en el pecho.

No puedo moverme, no puedo respirar. El mundo a mi alrededor parece desvanecerse en un eco lejano.

Cada detalle se amplifica, cada sonido se convierte en un murmullo distante mientras la tensión en el aire se vuelve palpable. Estoy atrapada en una burbuja de tiempo suspendido, donde cada segundo se alarga y el impacto de lo que hice me envuelve por completo.

Un estremecimiento recorre mi cuerpo, devolviéndome parcialmente a la realidad que no quiero creer.

Sé inmediatamente que he cometido un terrible, terrible error. Puedo decirlo antes de buscar en mi carpeta el ensayo que debería haber sido entregado y, en cambio, lo encuentro todavía allí como una lengua que sobresale. Aunque una vez que lo veo y lo sé con certeza, sigo fingiendo que hice otra cosa.

Probablemente dejé caer un trabajo diferente sobre su escritorio. Le regalé el que hice sobre el romanticismo para el profesor Derek, me digo.

Pero ese ensayo también está todavía en la carpeta. Lo único que falta es la historia.

La sucia y espantosa historia que nadie debería ver jamás, y mucho menos el profesor Park.

¿Por qué tenía que ser el profesor Park?

Todo habría ido bien si se lo hubiera dado al pequeño y nervioso Garwood, o al misterioso y serio Kim. Quizás nunca lo hubieran mencionado en absoluto.

Pero, Park, sé que lo hará.

Nunca deja pasar nada.

Su mirada es tan plana y quieta como la superficie de un lago desconocido, aunque extrañamente
penetrante. Siempre tengo la impresión de que ve absolutamente todo sobre ti de una sola vez, pero te encuentra tan aburrido y decepcionante que no puede expresar ninguna emoción en sus ojos.

Él simplemente te come, mastica y luego te escupe.

Y eso ni siquiera es lo más intimidante de él. No, lo más intimidante es su presencia.

Todos los demás profesores de Puissance tienen un aspecto normal. Todos parecen académicos, desde sus hombros estrechos y hasta sus grandes y elegantes zapatos. De vez en cuando te encontrarás con uno con barriga o tal vez con una cabeza inquietantemente grande.

Pero ninguno se acerca a él.

Es prolijo y metódico. Rara vez sonríe y cuando lo hace … Oh, cuando sonríe, aunque solo lo he visto hacerlo con el profesor Kim, hay una luz brillante que te ciega y te estanca en tu lugar. No puedes moverte ni respirar a pesar de lo ridículo que me parece esa definición.

Pero sigue siendo cierta, y no sólo en términos de su sonrisa. Su manera de caminar, la elegancia de sus hombros. Cuando se gira para recoger algo de su escritorio, las costuras de su traje se tensan, y su pecho hace lo mismo con su chaleco.

Es delgado pero trabajado, pienso. Cómo esos hombres que no aparentan musculatura y una vez que su ropa es arrancada y…

Me obligo a pensar en otra cosa inmediatamente. Olivia Gorlinski se está aplicando esmalte de uñas rojo pegajoso en sus largas uñas, y trato de concentrar toda mi atención en eso.

Observo el movimiento del pincel de un lado a otro (los trazos son lentos y constantes al principio, pero luego con más impaciencia) y deseo
quedar hipnotizada.

Sin embargo, no funciona. No importa cuánto lo intente, sigo imaginando cómo se veía cuando abrió lo que pienso que fue mi ensayo.

¿Palideció ante el primer 'polla'? ¿O simplemente levantó una de esas cejas bien definidas?