4:00 PM
Melo
El día se me ha escapado de las manos sin que pueda hacer algo al respecto, esa combinación de pocas ganas de vivir y poca energía para intentarlo no es desconocida, es tan familiar que incluso es cómoda. Uno encuentra consuelo en el dolor conocido, no hay nada a lo que acostumbrase si ya se conocen las llagas y sabes como cubrirlas.
—¿Si?—
Respondo llevando el teléfono a mi oído sin mirar siquiera la pantalla.
— Hola, estoy frente al edificio... ¿Puedo entrar o saldrás?—
Ah mierda...
— Olvidé avisarle a Jeff... Dame un minuto para ver como mierda me evito otro problema, odio preguntar Eddy pero, ¿podríamos vernos algún otro día? —
— Me temo que no, cielo... — dice y analizo todas mis opciones — Es hoy o nunca y realmente necesito verte.—
Suena triste y Eduardo nunca está triste... Maldita sea; no puedo simplemente ignorarlo, no puedo simplemente dejarlo ir sin decirle adiós. — Ok... Espera en el carro — respondo — enviaré a alguien a que te haga pasar a uno de los estacionamientos... Solo espera. —
***
Camino hasta la puerta del departamento después de recorrer cada habitación y no encontrar a nadie; el único que está es Ray y a ese no pienso pedirle nada nunca; está sentado en su escritorio con varios Zánganos frente a él.
El hombre que ayer casi se gana un balazo entre los ojos, es el mismo apostado en la puerta mientras me acerco.
—Muévete. — Le digo parada frente a él.
—¿A donde va? —
— ¿Te parece a ti que voy a darte explicaciones? —
No se mueve.
— Señora — dice retrocediendo un paso — solo le pregunto porque no puedo perderla de vista y quiero saber si nos preparamos para salir; no puedo ni me atrevo a impedirle salir. —
—¿Ahora vas a seguirme?. —
— En contra de mi voluntad, pero sí. — Responde mirándome a los ojos.
No quiero salir con este ni ningún otro imbécil siguiéndome. Odio esto...
— ¿Donde está mi familia? —
— El Baya* salió con su hijo, su señora salió con el Nitai, la Canoa se fue con la Baka y Sara, y el Baka está reunido con los...—
— Ay ya... — le paro en seco el discurso. — muévete que voy a bajar. —
Marco a Jeff desde la puerta del ascensor y no responde.
"Bebe, voy a ver a Eduardo... Me pidió vernos para despedirse y vino a verme, quise decirte temprano pero lo olvidé. Llámame cuando escuches esto." — Digo en el buzón de voz.
Cierro la llamada antes de que el ascensor abra sus puertas y el Zangano que me sigue sube delante mio arrinconando contra los paneles de metal y quedando de frente a las puertas con el arma en las manos.
— Hay un carro frente al edificio — le digo en cuanto empezamos a movernos — Eduardo está en el, sal y acompáñalo hasta el parqueo; después te largas a un rincón y me dejas hablar con el. —
— Enviaré a alguien por el. — Dice sin moverse un centímetro.
— Isidro, creo que no lo tienes claro; tienes órdenes del Nitai, pero no soy una de las mujeres de esta casa a las que puedes contradecir; puede que me haya alejado pero sigo siendo tu Maboya, me importa un carajo de que tamaño sea tu tatuaje o cual sea tu rango y si tengo que recordarte tu lugar lo haré, haz lo que te digo. —
— Señora, usted no está por encima del Nitai. —
— Por encima del Baka si me diera la gana... Haz lo que te digo y ahórrate el castigo. ¿Cuantas cortadas son? ¿Siguen siendo 40 o subieron el numero? —
La boca me amarga pronunciando esas palabras, me tiemblan las manos... El castigo por desobedecer a un alto rango son los latigazos, por mirarme a los ojos son cortadas, miro las cicatrices en mis piernas con más asco que dolor.
— No he olvidado mi lugar y el castigo por desobedecer una Maboya de ritual es mucho más tolerable que el que recibiría por desobedecer al Nitai... —Dice — Enviaré a que lo entren y me quedaré a un lado para que haga lo que tenga que hacer; pero si la toca o la amenaza usted también conoce las reglas. —
Si me toca... Habla como la basura que me vigilaba por ordenes de David.
— Tócalo y te mostrare quien le enseñó al Nitai a imponer castigos cuando no era más que un 157 sin rango que seguía al pichón a todas partes. —
Voltea rápido y aunque el ascensor se ha detenido me mira de la cabeza a los pies. —Identificación. — Pide.
— Muévete. —
— Señora... Identifíquese... Por favor. — Vuelve a pedir y siento algo de lastima por él.
Hace años que no hago esto — Medusa Soler, Maboya; tercera familia. Serpiente Caona de Nera y Pichon de Anibal Anibal Soler. —
La velocidad con la que retrocede hace evidente que los Zánganos que han estado vigilando la casa creen que soy Maboya de ritual porque me consideran la mujer de su Nitai; Ray y Jeff realmente mantuvieron su promesa; no han revelado mi identidad a nadie; esta gente solo sabe que estoy con el Nitai y es mejor así; quiero permanecer muerta a los ojos de la organización.
— Ahora muévete y si dices una palabra sobre mi, te arrancare la lengua.—
***
Lo veo bajar del vehículo y el corazón se me va a los pies; nadie me explicó lo mucho que puede significar una cara familiar después de mucho tiempo y con toda la mierda que estoy viviendo no sabía lo mucho que necesitaba ver su rostro; el pelo lo trae despeinado por primera vez desde que lo conozco; siempre ha vestido formal pero la camisa se ve desaliñada;para alguien que cuida su apariencia como si se tratara de una religión, la camisa con arrugas leves es un pecado capital, las ganas me sobrepasan y no camino; corro hasta él y me lanzo en el abrazo, siempre me recibe con los brazos abiertos y me aprieta suave.
— Melo... No me abraces; no te pongas en peligro... Me están vigilando. —
—¿Peligro?, Si lo dices por Jeff no corro peligro con él. —
— No lo digo por Jeff. — Guía mi mano hasta su pecho y puedo sentir lo rápido que le va el corazón.— Amor; vine a entregarte esto. —
Coloca la bolsa entre mis manos y recibo el beso en la frente cuando se aleja. —Eddy, ¿qué pasa? —
— Nada; solo tengo prisa, puse algo para ti dentro de la bolsa... Revisala antes de entregarla a Netty, ¿ok?... Te quiero mucho, Melo... Ten eso en mente, te adoro.—
— Pero, espera... — Digo tirando de su mano para que no se mueva.— Tengo noticias, me casé y no solo eso; Eddy estoy—
— Si amor; lo sé, me enteré de que te casaste — Siento como se estira para besarme la mejilla pero coloca los labios en el oído.— Lo otro lo supe cuando me pediste chacá... — Susurra antes de besarme otra vez la mejilla.
Se separa rápido y se me atoran las palabras al escuchar la puerta de una camioneta reventarse y ver a Jeff con el arma en las manos, me muevo hacia atrás con Eddy detrás mio y solo me mira por un segundo antes de subir al ascensor y desaparecer.
Mierda...
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Eros -Borrador
RomansaNo existen salidas si todas las puertas llevan al mismo lugar; Raymond Vargas sabe esto mejor que cualquiera, estar exiliado parecía la oportunidad perfecta para cambiar su vida. -Solo las partes que no le gustan- Pero desaparecer y dejar todo atrás...