θ4| ¡Polícia atropellado!

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Aquella mañana de invierno estaba cubierta por la blanca y suave nieve, la brisa que soplaba invadía las calles y obligaba a todos los habitantes de Tokyo a ir abrigados debido al terrible frío, y la estación policíaca no era la excepción. 

—Maldito frío, esta matándome. 

Refunfuñó un albino, mientras frotaba sus manos en un intento de entrar en calor, su malhumor incrementó al no tener éxito. Uno de sus compañeros se acercó a él con dos vasos de café entre sus manos para luego tomar asiento junto a él. 

—Toma, Shinazugawa —el heterocromático le extendió uno de los vasos de café al mencionado, quien luego de aceptar agradeció y le dio un trago a la cálida bebida. —Hoy hace más frío que ayer ¿No es así? 

—Tienes razón.. —contestó, llevó su vista sobre la ventana y así mirar al exterior cubierto de blanco. Luego regresó a ver a su compañero que obviamente no parecía tener un buen semblante —¿No viniste acá solo para darme un vaso de café, cierto? 

El pelinegro se cruzó de brazos y luego resopló con molestia. 

—Es Kanroji. 

Soltó, Sanemi dejó los ojos en blanco. Ahí estaba nuevamente el aburrido tema del amor platónico de su amigo, una profesora de preescolar. 

—¿Qué con ella? —cuestionó sin interés. 

Masajeó sus sienes —No para de hablar de un idiota que acaba de reemplazar a Himejima.. 

—Entonces.. estas celoso ¿No? 

—¿Celoso? —repitió indignado. 

Sanemi asintió. 

—Claro que no —negó, desviando la mirada al suelo. 

Sanemi sonrió con diversión, sabía que había dado justo en el orgullo de se amigo. —¿Estás seguro? Si tanto te molesta que ella hable tanto de ese "idiota" es obvio que estas celoso... —Obanai no dijo nada al respecto, pero podía verse la clara molestia en su rostro —¿Cuál es su nombre, eh? 

—Mmm —articuló —Era algo como.. To..¿Toika?.. ¿Mioka?.. ¿Ginju?  mierda, no recuerdo. —Sanemi rodó los ojos aburrido. Kaburamaru notó su dificultad para recordar, así que como su fiel amigo y compañero siseó algo a su oído y con eso Obanai pudo recordar —¡Tomioka Giyuu! 

El aburrimiento se esfumó en cuanto aquellas palabras fueron entonadas, su cabeza de alguna forma le hizo reaccionar ante aquel nombre rodeado de confusión.  

 —¡¿Q-qué dijiste?! 

—¡Buen día, Sanemi, Obanai! —saludó el recién llegado con una sonrisa, interrumpiéndolos —¡Hoy hace un lindo día! ¿No es así? 

Obanai miró a su compañero, dejando atrás y en el olvido la conversación y por ende a un perplejo Sanemi —Buen día, Masachika. 

Ambos pelinegros guardaron silencio para detenerse a observar a Sanemi, quien parecía estar en su propio mundo —Sanemi ¿Sucede algo? 

—N-no.. ¡Ah! Masachika no te había visto, lo siento. 

—Eres raro.. —dijo en un tono más bajo. 

—Masachika.. hasta parece que no conoces al idiota de Sanemi.. —dijo con sarcasmo —Él siempre es raro. 

—¡Cierra la boca, imbécil! —se defendió —¡Yo no soy el único raro aquí! ¡¿Quién es el raro y celoso que se molesta por una simple persona?! 

ミ 𝘓𝘦𝘤𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘢𝘮𝘰𝘳 & 𝘵𝘳𝘢𝘷𝘦𝘴𝘶𝘳𝘢𝘴 彡| 𝚜𝚊𝚗𝚎𝚐𝚒𝚢𝚞𝚞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora