𝐌𝐄𝐓𝐀𝐍𝐎𝐈𝐀 • 𝐁𝐎𝐓𝐄𝐍

IV

—Si estoy bien, gracias por curarme Ran

—No lo eh echo yo-menciona después de levantarse y entrar al baño.

Lo miro confundida.

—Traje la cena, agua, alcohol, ya sabes, lo que se te apetezca lo puedes tomar-dice Rindou

Abandonando el cuarto,¿ porque todos se tienen que ir?

Solo nos quedamos Sanzu y yo en la habitación, solo lo observo de reojo después de sentarme en la cama, no le creo a Ran que haya sido el quien me curo.

Me estire antes de ponerme de pie y caminar hacia la mesa que se encuentra en la habitación donde están las cosas que trajo Rindou. Agarro una de las cajas y una botella de agua mientras tomo asiento de nuevo en la cama.

Me siento pegando la espalda al cabezal, iba a dar un trago a la botella de agua cuando Sanzu me interrumpe.

—Deberías de tomar esto- me dice acercándome la botella a la cara, solo arrugo la nariz de lo fuerte que es el olor.

—No bebo alcohol, gracias.- menciono abriendo la caja que agarre viendo que son tacos.

—Estas bromeando, ¿no?- pregunta mientras levanta una ceja.

No respondo nada, solo empiezo a tomar la comida dandole un mordisco, mientras me lamo los labios, tenia demasiada hambre.

Empiezo a ver que es lo que llevo puesto, solamente era la sudadera que tome de la mochila, no había notado que me queda algo grande.

—¿Tu fuiste el que me cambiaste?-interrogó volteándolo a ver.

—Si fui yo, ¿no te molesta que me haya tocado mientras te veía verdad?, tienes unos pechos que madre mía.

Me levanto rápido de la cama mirándolo sorprendida, lo único que hizo fue inmutarse a relamerse los labios. 

—Eres un cínico,¿Me tocaste? Porque te juro que si me hiciste algo- reclamo antes de que me interrumpiera.

—Dios, ya cálmate, no te toque, si lo hubiera echo créeme que quisiera que lo recordaras, es algo que nunca se te va a borrar de la cabeza.

Dice mientras también se levanta de la cama mientras se viste para abandonar el cuarto sin decir nada.

No quiero dormir con el definitivamente, me recosté en la otra cama, se me quitó el hambre, levanto las cobijas y me aferro a la almohada, me arden los ojos de tanto llorar, no tengo la mas remota idea de que esta pasando, solo quiero regresar a mi casa, con mi madre, mis abuelos, Astoria y Naoto, ¿ya se abra enterado? 

El ruido de la puerta del baño me hizo cerrar los ojos, no quería plantear conversación con nadie, solamente escucho el chirrido que hace la cama cuando Ran se acuesta, lo compruebo aun mas porque a apagado la luz, siento como el cansancio empieza a nublar todo mi cuerpo.

[...]

La poca luz que entraba en la habitación por las ventanas hizo que me despertara, abro los ojos perezosamente mientras soltaba un suspiro. Me estremecí al ver que tengo a Sanzu enseguida profundamente dormido, me le quede viendo con atención, su piel era algo pálida, lo que hacia que fueran más notorias las cicatrices que tenía en su rostro, también note lo largo de sus pestañas y lo perfectamente tupidas que las tenia, sus labios ligeramente abiertos los cuales emitían el sonido de su respiración tranquila, me quede viendo el tatuaje que tenía en su antebrazo, sigo sin tener idea de donde sería ese símbolo.

Paso mis dedos por encima, pero me asusté al ver como me tomo rápido de la muñeca, sin embargo seguía con los ojos cerrados.

—¿Que crees que haces?- dice abriendo los ojos mientras se le forma una sonrisa en la cara.

No pensaba responderle solo quería apartarme, estaba avergonzada, quería quitar mi mano pero el solo la apoyó en su pecho, cuando la soltó me aparte de su lado, estaba demasiado cerca, me senté viendo a la otra cama, Ran estaba acostado boca abajo abrazando la almohada y Rindou con un brazo tapándose la cara.

Sanzu imitó mi acción poniéndose los pantalones, mientras agarra su paquete de cigarros y encendedor de la mesita de noche, pensé qué iría afuera pero solo se recostó en el cabezal y empezó a darle una calada mientras me mira.

—¿Enserio fumas desde temprano? Apestas todo el cuarto- dije en tono bajo para no despertar a los hermanos

—No necesitas susurrar, tienen el sueño pesado y si, lo hago.

—Me repugna el olor a tabaco

—Una persona de tu edad en estos tiempos ya lo tiene de adición.

—¿Persona de mi edad? ¿Estos tiempo?,¿pues cuantos años tienes?

—Que te importa- me dijo indiferente mientras le seguía dando otra calada al cigarrillo.

"Claro que no me importa, pero si llego a tener información y una buena oportunidad para escapar lo lamentaras caro"

No le respondí solo observé como prendía la televisión, poniendo el canal de las noticias. Me iba a recostar de nuevo pero la voz del hombre llamo mi atención.

"En la noche de ayer al rededor de las 9:00 p.m, Y/n Valencia Souza fue vista por ultima vez en la celebración de su décimo octavo cumpleaños, no se a sabido nada de su paradero, lo que fue encontrado cerca de su vivienda fue su móvil roto, si llegan a saber cualquier información es de gran importancia que se notifiquen a las autoridades..."

Le arrebate el mando de las manos apagando la tele, mientras abrazaba mis piernas y empezaba a sollozar, me hizo enojar escucharlo soltar una carcajada.

—¿De que mierda te ríes? - suelto mientras lanzo el control al piso con fuerza-Te pudrirás en la cárcel el resto de tu mísera vida cuando me encuentren

—Créeme, ya e estado en la cárcel antes,sin embargo, mira donde estoy, con ayuda de Koko no fue difícil sobornar a unos cuantos

—Las acciones tienen consecuencias, vivirás con las tuyas, si no pisas de nuevo la cárcel estarás a dos metros bajo tierra- recalcó enojado

—¿Te han dicho que eres algo graciosa?

—Mejor me guardo todo lo que eres tu porque sería algo de nunca acabar.

—Y no te equivocas, soy el mejor. Guapo, rico, cojo de lo mejor y la tengo enorme, no te equivocas en decir que soy perfecto.

Hago una mueca al escuchar todo eso, ¿en lo único que piensa es drogarse, coger y su pequeña polla?

"Sabes que pequeña no la tiene Y/n"-Me traiciona el subconsciente.

—No estarás pensando en el tamaño de mi polla, ¿verdad?-dice susurrándome al oído.