Habían pasado unos días y Jungkook se encontraba en la sala común del manicomio. Era una estancia amplia, diseñada para que los pacientes pudieran pasar tiempo allí cuando no estaban en sus habitaciones. El espacio estaba decorado con algunas mesas dispersas, un televisor montado en la pared y varios sofás repartidos por la sala. Jungkook estaba sentado en uno de los sofás, sintiéndose profundamente aburrido e irritado. A su alrededor, podía oír las voces de los otros pacientes, que charlaban animadamente y jugaban entre ellos. Ese bullicio constante y desordenado estaba empezando a volverlo loco.
Miró alrededor de la habitación con una mirada fulminante, observando a los otros pacientes que estaban haciendo demasiado ruido. Cada sonido parecía aumentar su temperamento, y sabía que no tardaría en estallar. Apretó los puños con fuerza, luchando por contenerse y evitar perder el control.
— ¿Jungkook? — Dijo Jimin mientras le buscaba en la sala común.
Jungkook levantó la vista en cuanto oyó la voz de Jimin. Su estado de ánimo cambió de inmediato; la frustración con los otros pacientes se desvaneció al instante. Se levantó del sofá con movimientos decididos y caminó hacia Jimin, manteniendo la mirada fija en su rostro.
— ¡Ahí estás! Te estaba buscando, ven, te ayudaré a limpiarte las heridas de las manos.
Jungkook le siguió en silencio mientras Jimin le conducía de vuelta a su habitación. Se miró las manos y notó los cortes y arañazos en los nudillos. No les había prestado mucha atención, pero ahora que Jimin lo mencionaba, empezaban a escocerle un poco.
— No tienes que hacerlo… — Murmuró Jungkook, pero no protestó mientras Jimin le guiaba hacia su habitación.
Cuando ambos entraron en su cuarto, el ambiente era mucho más tranquilo y relajado. Jungkook se sentó en la cama con una actitud obediente, mientras Jimin empezaba a limpiar sus heridas con meticulosa atención. Era la primera vez que alguien se encargaba de cuidar de él de esa manera, y la experiencia le provocaba una extraña mezcla de consuelo y vulnerabilidad. Observaba en silencio, sus ojos fijos en el rostro de Jimin mientras trabajaba. La ternura del contacto le apretaba el corazón, despertando en él el deseo de tocarlo, de sentir la suavidad de su piel bajo sus dedos.
Después de unos minutos de tensión, no pudo contenerse más. Alargó el brazo con suavidad, sus dedos temblorosos y ansiosos por tocarlo. Finalmente, sus dedos rodearon con delicadeza la muñeca de Jimin. No hizo ningún movimiento brusco, simplemente dejó que sus dedos descansaran sobre la piel cálida. Un escalofrío recorrió su cuerpo al sentir el contacto, lleno de nervios y emoción. Levantó lentamente la mirada, tratando de captar la reacción de Jimin. Sus ojos se encontraron, y en ese instante, el tiempo pareció detenerse mientras intentaba leer cada detalle de su expresión.
Jimin, como era de esperarse, simplemente le sonrío, habiendo terminado ya de limpiar sus heridas.
— Estás listo, espero que algún día tus manos descansen de luchar, aunque ya sabes que te apoyo en todo.
Jungkook se calmó cuando Jimin le sonrió. Pasó suavemente las yemas de los dedos por su piel, sintiendo el calor y la suavidad de su mano. Soltó una suave carcajada ante sus palabras y negó con la cabeza.
— Dudo que eso ocurra. Les gusta presionarme demasiado y luego se quejan cuando me defiendo. — No pudo evitar el tono amargo en su voz, recordando todas las veces que los cuidadores le habían causado dolor y luego habían actuado como si él fuera el monstruo cuando arremetía contra ellos.
Su mirada se posó en el rostro de Jimin, y por un instante, todo lo demás desapareció. La única realidad eran sus ojos, su sonrisa, la manera en que lo miraba. Jimin no veía a un monstruo, sino a un ser humano. Ese pensamiento lo abrumó, y una punzada de nostalgia atravesó su pecho. Anhelaba abrazarlo, sentirlo cerca, percibir el calor de su cuerpo contra el suyo. El miedo y el deseo lo invadieron, y antes de poder contenerse, las palabras comenzaron a brotar de sus labios sin filtro.
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IMAGINARIUM 狂気 KOOKMIN
FanfictionJimin empieza a trabajar en un manicomio como cuidador de Jungkook, un paciente conocido por su comportamiento violento y peligroso. A pesar de las advertencias de los otros empleados, Jimin decide enfocarse en ayudar a Jungkook a superar sus trauma...