Cartas a Salcedo

El viaje

Descrita por Eva como "la puerta a otra dimensión", aparece en nuestra vida la marihuana como el paso a una ventana de posibilidades de libertad en nuestra mente. Pero en el fondo de mi cabeza solo resonaba el conocido discurso católico que dice que todo quien pruebe la droga arderá como paja en el fuego del infierno.

Sin embargo, lo único que iba a arder en ese momento era el porro que mirábamos con miedo y tentación.

"Eso es pecado mortal"

decía la voz en mi mente.

Los efectos de la hierba sí resultaron liberadores, junto con el baile que siempre ha sido la expresión natural de la liberación misma del cuerpo.

"... Cómo te extraño
Me haces falta, mi amor
Y si eso es quererte
Hoy renuncio al amor
Y de nuevo
Comenzar a vivir."

Mientras lo hacía, podía sentir su mirada sobre mi cuerpo, recorriendo mis caderas con sus pupilas y quemando vivo por donde pasaba. Me arrodillé ante él por primera vez en la noche y le tendí mi mano como propuesta de baile. Lo atraje hacia mí y juntamos nuestros cuerpos para que estos se dejaran llevar al son de la música.

"Día tras día, los meses se van
No sé ni cuándo ni cómo vendrás
Día tras día, una espera sin fin
Y aún tengo guardado el recuerdo de ti."

El fuego tan ardiente en sus ojos me incitó al pecado, y en una llama ardiente de pasión, nos enredamos en el cuerpo del otro, consumando así todas las sensaciones que en un primer momento parecieron efecto de la hierba, pero que con el recorrido hacia el éxtasis se sintió más como una punzada propia del corazón y el característico sentir del amor.

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•Cómo te Extraño (1976, Melody)