Visitame de vez en cuando con tu alma desnuda, acobijame con tus manos apretando mi abdomen. acaricia el lunar junto a mi hombligo y dime que te gusta mirarme desde abajo. Será prudente pedirte un beso mientras columpiando nuestros cuerpos, acércate un poco qué quiero sentir tu respiración, tengo mucho que no puedo escuchar cuando algo te gusta tanto.
¡Gritame!
gritame tan fuerte hasta que pierdas la voz de gusto.
Uff ...
Me permites sentarme un poco en tus piernas? Los asientos están ocupados un poco. Y es que si cerrará los ojos, podría seguir viéndo tu rostro húmedo de satisfacción.
Arráncame estas ganas de querer sentirme tuya, que no vez que me derrito por ti. Ahora mismo iría a buscarte.
Pero, ¿me permites solo esta noche?
podrías?...