EXTRA: LYSSANDER CHARLUS PEVERELL-LOVEGOOD

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5 de enero de 2008 (Sala de la Chimenea, Potter Manor)

Era una mañana fría de enero, y la mansion estaba llena de actividad. Como siempre, la gran familia se estaba preparando para salir a diferentes lugares. Los niños, alineados delante de la chimenea, esperaban su turno para desaparecer con sus padres.

James, Lorcan y Lyssander, que tenían 9 años, se encontraban en la fila. James y Lyssander estaban castigados y debían acompañar a sus madres y hermanas en su día de compras. El castigo no era algo que les agradara, pero sabían que no tenían otra opción, ya que habían recibido una severa advertencia de su padre, Harry.

Lorcan, sin embargo, se había librado del castigo. Tenía una reunión importante en Gringotts con su padre, junto con Jean, Pricila y Sirius, quienes eran los herederos de las casas Potter, Slytherin, Peverell y Black, respectivamente. A pesar de que su tarea no sonaba particularmente emocionante, Lorcan se sentía aliviado de no tener que pasar el día en tiendas abarrotadas.

"¡Esto es tan injusto!" murmuró James mientras observaba a Lorcan, quien estaba junto a su padre. "¿Por qué él se libra de esto y nosotros no?"

"Porque tengo que ir a una aburrida reunión en Gringotts," respondió Lorcan con una sonrisa. "Tú también podrías haber ido si fuera una reunion con todos los herederos de la familia y tu tambien lyssander, pero supongo que prefieren ver vestidos y zapatos."

"¡Cállate!" replicó Lyssander, lanzándole una mirada asesina. "Si encontráramos la forma de escaparnos, podríamos hacer algo mucho más divertido. Seguro que podemos esquivarlas en algún momento."

James asintió con entusiasmo. "Buena idea, pero tendremos que ser sigilosos. Mamá Hermione tiene ojos en la nuca, y mamá Luna... y luego esta mamá Daphne y mamá Pansy bueno, no subestimemos a ninguna de ellas."

Pansy, Daphne, Hermione, Luna y sus hijas ya estaban listas para salir, acompañadas por Lyssander y James. Las más pequeñas, Pandora, Adhara, Alya, Lily y Elinne, estaban emocionadas por el día de compras, sin saber que sus hermanos mayores preferían estar en cualquier otro lugar.

Harry, por su parte, se acercó a Lyssander y James antes de que desaparecieran. "Recuerden, chicos," les dijo con una sonrisa que no ocultaba del todo su advertencia, "si intentan algo... ya saben que no se pueden esconder de sus madres, ni de mí."

"Sí, papá," respondieron al unísono, aunque sus pensamientos ya estaban en cómo evadir la vigilancia de sus madres.

5 de Enero de 2008 (Sala de Cuentas de Potter, Gringotts)

Mientras tanto, Lorcan, junto con Jean, Pricila y Sirius, llegaron a Gringotts con su padre. El imponente edificio de mármol blanco los recibió con su aire solemne y la mirada atenta de los duendes. La reunión se centraba en la gestión de las herencias y las propiedades de las casas Potter, Slytherin, Peverell y Black. Aunque Lorcan no lo mostraba, estaba interesado en aprender sobre sus responsabilidades como heredero, aunque una parte de él deseaba estar corriendo por el Callejón Diagon con James y Lyssander.

"Bien, chicos," dijo Harry mientras se dirigían a la sala de reuniones, "esto es importante. No es solo cuestión de títulos, sino de preservar la historia y las responsabilidades de nuestras familias."

Lorcan asintió, pero no pudo evitar pensar en cómo sus hermanos estarían intentando escapar del día de compras.

5 de Enero de 2008 (Tiendas de Moda Mágica, Callejón Diagon)

Por otro lado, James y Lyssander caminaban junto a sus madres, hermanas y tías por las tiendas del Callejón Diagon. Los escaparates estaban decorados con telas brillantes y accesorios mágicos que cambiaban de color y forma. Mientras las mujeres se sumergían en las compras, James y Lyssander compartieron una mirada de complicidad.

"Ahora o nunca," susurró James.

Aprovechando un momento en que las madres estaban distraídas con una selección de sombreros encantados, los dos chicos se escabulleron hacia una calle lateral del Callejón Diagon, riendo entre dientes.

"¡Lo logramos!" exclamó Lyssander, eufórico. "Vamos a Sortilegios Prewett. Estoy seguro de que Teddy y Dominique estarán allí."

Los dos hermanos corrieron juntos hacia Sortilegios Prewett, donde Fred y George estaban, como siempre, mostrando sus últimas creaciones a un grupo de jóvenes estudiantes de Hogwarts.

5 de Enero de 2008 (Sortilegios Prewett, Calejon Diagon)

En Sortilegios Prewett, Teddy y Dominique estaban jugando con una nueva broma que hacía que los ratones de chocolate cobrasen vida y comenzaran a correr por el suelo. Cuando vieron entrar a James y Lyssander, los saludaron con entusiasmo, aunque Teddy un poco extrañado sus hermanos no estaban castigados

"¡Miren lo que tenemos aquí!" dijo Teddy mientras veía entrar a sus hermanos. "¿No deberían estar ustedes dos con nuestras madres?"

James y Lyssander se encogieron de hombros, pero antes de que pudieran responder, una voz conocida se escuchó detrás de ellos.

"¡James! ¡Lyssander!" Era Hermione, que había encontrado a los dos chicos rebeldes.

"Estamos en problemas," murmuró Lyssander, mientras Hermione se acercaba, con los brazos cruzados y una mirada de desaprobación.

"¿Qué parte de 'estan castigados' no entendieron, chicos?" preguntó, tratando de mantener la compostura mientras los demás los observaban.

James y Lyssander intercambiaron miradas de culpabilidad, mientras Teddy y Dominique reían en silencio.

5 de Enero de 2008 (Potter Manor)

De vuelta en casa, después de un largo día, James y Lyssander recibieron una charla sobre responsabilidad y obediencia de parte de sus madres. Aunque no disfrutaron del día de compras, la aventura en Sortilegios Prewett y el encuentro con su amiga y hermano había hecho que el castigo fuera, al menos, algo más soportable.

Lorcan, por su parte, había pasado el día en Gringotts, aprendiendo más sobre su herencia y las responsabilidades que le esperaban en el futuro. Aunque el día había sido largo, estaba satisfecho con lo que había aprendido, y sobre todo, aliviado de no haber tenido que acompañar a James y Lyssander en su castigo.

Al final del día, mientras todos se reunían para la cena, Harry miró a sus hijos con una mezcla de diversión y exasperación. "Bueno, chicos, ¿aprendieron algo hoy?"

James y Lyssander, aunque cansados, sonrieron. "Sí, papá. Pero la próxima vez, ¿podemos hacer algo más divertido que ir de compras?"

La risa resonó en la gran mesa, mientras la familia disfrutaba de la comida, sabiendo que, a pesar de todo, siempre se tendrían unos a otros.

La Herencia Potter-Black-Peverell-SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora