Los amantes qué están destinados a conocerse lo harán sin importar las circunstancias, aunque el mundo mire como loco a un corazón enamorado.
omegaverse.
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La música alta resonaba en el salón de artes, uno de los muchos salones donde estudiantes solian practicar con sus instrumentos o otras veces acompañados de sus voces, también estaba la danza y el arte, en uno de esos salones se encontraba un alfa de pelo negro largo y piercing en casi todos lados, las orejas, ombligo y labio inferior. Sus amigos lo llamaban Yuta pero es más conocido en todo el campus como Nakamoto, un ferviente amante de la música y sobre todo de su guitarra. Podría quizás no ser el mejor pero el te sacaría en cara las veces que ganaron el concurso de banda por tres años consecutivos, todo un alfa competitivo y apasionado por el arte, sin embargo detrás de el estaba su banda, y aunque costó demasiado convencer a los superiores cómo el director de la universidad que abrieran una sala de música para ellos poder estar en paz sin que los molesten ni molestar a los demás se logró después de tanto pedir, estaba en su segundo año de la universidad, todavía le faltaba uno más para poder salir cómo enfermero, a todos le sorprendía como un alfa así podría interesarle la medicina pero en realidad yuta solamente eligió esa carrera debido a la presión familiar, el estaba seguro de lo que haría con su vida el quiere seguir con la música a toda costa además estaba seguro que todo el mundo estaría mejor con el lejos de jeringas y medicinas -
- ...¡Oye Nakamoto! tus dedos... -
estaba demasiado concentrado tocando que ni siquiera se dió cuenta del corte que tenía en sus dedos, solo al darse cuenta de la sangre chorreando, un dolor agudo le invadió pero solamente cubrió estos con un poco de papel, volvió a tomar su guitarra pero todos le gritaron en especial el lider de la banda -
- No te atrevas a tocar la bendita guitarra ¡mira tus dedos! -
Sonrió pícaro y mostró sus dedos, mirándolos sin interés y luego volvió su mirada hasta el mayor
- ¿Mis dedos? tengo 10 contaditos. ¿Acaso tienes un fetiche con los dedos moon? -
iba a seguir molestando hasta que el mayor el tiró su púa por la cara así que no tuvo más remedio que hacerle caso antes de que se convirtiera en un hámster molesto, moon no le da miedo, le tiene terror.
- ¡Bueno ya voy! Tampoco es para que la agresión -
Tomo su guitarra para guardarla en su estuche y se la puso al hombro antes de salir claro el era enfermero pero bueno no había prestado atención a la clase de primeros auxilios y sus dedos no habían dejado de sangrar incluso el papel que puso estaba ya teñido de rojo así que salió hasta la enfermería del lugar con papel nuevo enrollando sus dedos que no dejaban de sangrar. pateó una piedra que encontró en el camino y apenas encontró la enfermería después de tres vueltas entró sin pedir permiso y su olfato captó un aroma delicioso a frutillas, dejo su guitarra al lado de la puerta y buscó la fuente de dicho aroma, no es que no haya tenido parejas pero ese aroma le llamaba mucho. No dió ni dos pasos cuando vió la fuente de aquel delicioso aroma, un omega acostado en la camilla, no evitó mirar su rostro y incluso se acercó curioso por ver más de cerca, era perfecto. Se quedó mirándolo hasta que notó que le regresaban la mirada y dios dos pasos atrás
