• Never Too Late • [DRENG]

°• Nunca es demasiado tarde •°

Dre se reía mientras miraba dibujos animados, descansando en el sofá con su pierna lastimada apoyada sobre la pequeña mesa de la sala. Todavía le dolía, pero poco a poco se curaba, algo por lo que estaba agradecido. Dre se inclinó hacia la derecha mientras su madre, Sherry, se colocaba frente a él y le impedía ver el televisor. Se quedó allí parada, mirando a su alrededor.

-Bebé, ¿sabes dónde están mis llaves?

Dre negó con la cabeza. -No...-

-Revisé todo...- Sherry suspiró mientras rebuscaba entre el contenido de la bolsa, su ceño fruncido se transformó en una sonrisa mientras sacaba un juego de llaves plateadas. -Tengo que irme, voy a llegar tarde al trabajo. No te atrevas a salir porque créeme que si lo haces tu mamá se enterará. El hecho de que hoy te hayan excusado de la escuela no significa que quiera que camines por ahí. Solo siéntate y descansa tu pierna, ¿me escuchas?- Se cruzó de brazos y lo miró fijamente.

Dre resistió el impulso de poner los ojos en blanco, habiendo escuchado su sermón más veces de las necesarias. -Sí, sí. Lo sé mamá, ya me lo dijiste- Dre luego agregó en voz baja: "Como un millón de veces..."

Sherry levantó una ceja. -Te escuché- Sonrió mientras se acercaba a él y le dio un beso en la cabeza. Luego se apresuró hacia la puerta y se dio vuelta brevemente para gritar -¡Te amo, bebé!-

-¡Yo también te amo, mamá! -gritó Dre al oír el chasquido de la puerta al cerrarse detrás de Sherry.

Dre había estado mirando la televisión durante un rato y se sorprendió cuando escuchó que alguien tocaba a la puerta. Se levantó lentamente, cojeando hacia la puerta con la ayuda de muletas. Al mirar por la mirilla se sorprendió al descubrir que era Cheng quien estaba afuera.

Después de abrir la puerta, hubo un silencio incómodo mientras ambos se miraban. Claro, los dos ya no eran enemigos, pero en realidad no habían hablado desde que terminó el torneo. Dre no estaba seguro de cuál era su posición con respecto a Cheng, pero esperaba que pudieran convertirse en amigos. Había estado ocultando su atracción por Cheng durante mucho tiempo y podría seguir haciéndolo si eso significaba al menos estar más cerca del chico de cabello oscuro.

Dre no sabía cuándo comenzó, había comenzado lentamente, acercándose sigilosamente hasta que finalmente se dio cuenta de la verdad. Le gustaba Cheng. Finalmente, Cheng rompió el contacto visual y desvió la mirada hacia el suelo. "¿Puedo entrar?"

-Sí, claro... -Dre se hizo a un lado para dejar entrar al chico más alto, cerró la puerta y regresó al sofá. Cheng se sentó y le sonrió a Dre.

-¿Así que, cómo estás?-

Dre le devolvió la sonrisa. -Oye, al menos tengo un tiempo libre de la escuela, así que no todo es malo-

-¿Te duele la pierna?-