🫦Capítulo 76🫦

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ÁNGELA

No tenía idea de lo que estaba pasando, pero en el momento en que Donato salió, empecé a quitarme la esposa de la mano; no pensaba quedarme en este lugar ni un minuto más.

Alrededor de casi una hora, logré por fin soltarme, pero vi que todavía me encontraba en ropa interior. Abrí un armario y solo encontré ropa de hombre; tomé un polo y me lo puse.

Salí de la habitación a la buena de Dios. No había visto este lugar y no sabía cómo era la casa; estaba arriesgándome, pero para salir de aquí eso no importaba.

Bajé una escalera y me encontré en una sala. Miré a mi alrededor; no se escuchaba ruido. Miré la puerta principal, pero me alejé de ella; sabía que no era segura.

Cuando fui a la puerta trasera, en el momento en que la abrí, tres hombres estaban apuntando a mi cabeza.

—"Sabía que ibas a intentar escapar".

Me giré para mirar a Donato acercándose a mí.

—"Déjenme ir, no tengo nada que hacer aquí".

—"Está en mi casa, tus palabras no valen nada aquí; yo soy el único que puede dar órdenes".

—"Me voy de aquí viva o muerta, pero no pienso quedarme un minuto más".

Donato levantó la mano y los tres hombres aparecieron frente a mí.

—"Llévenla a la habitación ahora".

—"No".

Pero dos de ellos me agarraron al punto de que prácticamente me estaban arrastrando. Tuve que levantarme, pero el otro estaba apuntándome a la cabeza con su pistola.

—"Juro que los mataré a todos cuando pueda salir".

Los hombres me dejaron en la cama y me volvieron a poner las esposas; se fueron, pero en su lugar regresó Donato.

—"Tendré que enseñarte por la mala que ahora me perteneces". —Agarró mi barbilla con fuerza.— "Me mentiste; sé que no tuviste nada con mi hijo. Fui a hablar con el conductor y ustedes apenas se tocaron".

Él soltó el agarre de mi barbilla y sus dos manos agarraron mi polo antes de romperlo a la mitad.

—"¿Qué diablo haces?".

—"Enseñándote que a mí no se me miente".

Se subió encima de mí y comenzó a besar mi cuello y todo mi cuerpo; yo solo podía moverme en la cama.

—"Suéltame".

—"Tranquila, al final te vas a gustar".

Rompió mi ropa interior, quedando completamente desnuda frente a él.

—"Por favor para, estoy emabarazada".

Él se alejo de mí—"¿Qué diablo dijiste?".

—"Estoy esperando un hijo, por favor".

—"Ese hijo nunca va a nacer".

Un Romance Mafioso © {1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora