Cuando llegamos a este lugar, todos pensamos que habíamos encontrado un paraíso, un lugar sin discriminación, sin violencia. Parecía un escape perfecto del mundo real, una utopía donde podríamos vivir en paz. Sin embargo, la realidad resultó ser mucho más cruel. Los dioses que gobiernan este lugar no son benevolentes; son sádicos. Nos mantienen aquí solo para su entretenimiento, obligándonos a enfrentarnos a criaturas y a nosotros mismos en un juego macabro de supervivencia. No hay escapatoria. Solo uno puede sobrevivir, y cada día se vuelve más evidente que nuestras vidas penden de un hilo.
Creí que este lugar sería un paraíso. Un escape de todo lo malo del mundo, sin discriminación, sin violencia. Un lugar donde podríamos vivir en paz y prosperidad. Pero desde el primer día, nos dimos cuenta de que los dioses de este lugar solo querían vernos sufrir y pelear por nuestras vidas. Cada día es una lucha constante, y hoy fue uno de esos días que realmente probó nuestro equipo.
La jornada comenzó como cualquier otra, con Rubius obsesionado con sus diamantes y Quackity planificando alguna nueva decoración para nuestra base. Missa estaba, como siempre, cuidando sus cultivos y hablando con los animales. Pero todo se vino abajo cuando intentamos el waterdrop desde una torre que habíamos construido.
-¡Rubius, no dejes que Missa lo intente solo!- grité, pero ya era demasiado tarde. Missa, con su inexperiencia, dejó caer el cubo de agua y se desplomó al suelo, perdiendo una de sus tres vidas. Rubius, en un intento de seguirlo, no logró poner el agua a tiempo y también cayó, perdiendo una vida.
La tensión en el equipo era palpable. Quackity intentaba calmar los ánimos mientras Shadoune fruncía el ceño, claramente molesto. Missa, visiblemente afectado, murmuraba disculpas entre sollozos.
-Lo siento, güey. De verdad intenté, pero se me resbaló- dijo Missa entre sollozos mientras se disculpaba.
-¡Coño, Missa! ¿No te das cuenta de que no estamos jugando a la granjita aquí?- exclamó Rubius, su acento español cortando el aire con cada palabra.
-¡Rubius, pelotudo! ¿Cómo se te ocurre dejar que Missa haga el waterdrop? ¡Sabés que es un novato en esto!, Me cago en todo Rubius. ¡Eres un idiota por dejar que lo hiciera!- repliqué, cada insulto. -Ahora tenemos dos menos con solo dos vidas, ¿y todo por qué? ¡Por un puto waterdrop!-
Missa, encogido en su rincón, apenas podía mirar a nadie. Quackity se acercó a él, intentando consolarlo.
-Tranquilo, wey. Todos cometemos errores,- dijo Quackity, su acento mexicano suave, pero cargado de preocupación
-Rubius, la cagaste, cabron--Hostia, Spreen, no te pongas así. Pensé que podría hacerlo. No esperaba que se le cayera el cubo-
-¡Esto es una puta mierda!- gritó Shadoune, su acento una mezcla de español y francés. -Necesitamos mantener la calma y pensar en cómo sobrevivir. ¡Basta de discusiones!-
El ambiente estaba tenso. Decidí que necesitaba un momento para mí. Me dirigí a mi habitación, cerré la puerta y saqué mi diario. Mientras escribía, traté de ordenar mis pensamientos.
Diario:
Día 5
Hoy fue un día de mierda. Comenzamos con la esperanza de mejorar nuestra base y terminar el día mejor de lo que empezamos, pero en lugar de eso, dos de mis compañeros perdieron una vida cada uno. Todo por un maldito waterdrop que salió mal.
Primero fue Missa. Nunca debió haber intentado eso solo. No es su culpa, realmente. Nunca había peleado antes, y nosotros deberíamos haberlo protegido mejor. Luego Rubius, con su obsesión por demostrar su habilidad, también cayó.
Los dioses de este lugar no nos dan un respiro. Nos envían misiones imposibles y criaturas cada vez más poderosas para matarnos. Creepers, esqueletos, endermans... nada es suficiente para ellos. Y si no cumplimos sus misiones, nos matan. Nos tratan como si fuéramos juguetes en un juego cruel.
Mientras escribo esto, escucho las discusiones afuera. No sé cuánto tiempo más podremos seguir así sin que alguien pierda todas sus vidas. Solo sé que no podemos rendirnos. Tengo que ser fuerte por ellos, incluso si eso significa enfrentarme a todo lo que este lugar nos arroje.
Cerré mi diario y me recosté en la cama, sintiendo el peso del mundo sobre mis hombros. Mañana sería otro día, otra batalla. Pero no importaba lo que los dioses nos lanzaran, no dejaría que nos vencieran. No mientras aún tuviera aliento en mi cuerpo.
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𝙃𝔢𝑟𝔪𝑜𝑠𝑎 𝙍𝔬𝑠𝔞 𝙈𝔞𝑟𝑐𝔥𝑖𝑡𝔞 -ˢᵖʳᵉᵉⁿ ᵇᵒᵗᵗᵒᵐ-
Randomdónde Spreen es un lindo osito fuerte, y perspicaz se enamoraría de cierta persona, la cual "correponderia a sus sentimientos, pero no todo seria color de rosas 𝑨𝒅𝒗𝒆𝒓𝒕𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂𝒔... 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆: 𝙎𝙚𝙭𝙤, 𝙢𝙖𝙣𝙞𝙥𝙪𝙡𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣, 𝙢𝙖𝙡...