Una semana después del incidente en el que Rubius y Missa perdieron una vida, la tensión en el equipo de Spreen, el Team Vacío Legal, había disminuido, pero una nueva tensión había surgido. Cada uno de los miembros del equipo estaba, a su manera, atraído románticamente hacia Spreen, aunque cada uno lo expresaba de forma diferente.
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Rubius estaba en la mina, trabajando en un nuevo túnel. Cuando vio a Spreen, lo llamó para pedir ayuda con un poco de redstone.
—¡Oye, Spreen! —dijo Rubius—. Necesito tu ayuda aquí con esto. ¿Te gustaría echarme una mano?
Spreen, acostumbrado a las constantes solicitudes de ayuda, se acercó y asistió a Rubius. Mientras trabajaban, Rubius no podía evitar lanzar cumplidos.
—Sabes, Spreen, podrías ser un minero increíble si quisieras. —Rubius le sonrió—. Me alegra mucho tenerte aquí.
Spreen, aunque agradecido, se sintió algo incómodo por los elogios y siguió con sus tareas.
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Shadoune estaba en su laboratorio de encantamientos, probando nuevas combinaciones para sus libros. Al ver a Spreen pasar, lo invitó a unirse a él.
—¡Spreen! —exclamó Shadoune—. Ven, quiero mostrarte un nuevo encantamiento. Creo que te interesará.
Spreen, curioso, aceptó la invitación y se unió a Shadoune. Mientras discutían sobre los encantamientos, Shadoune aprovechó la oportunidad para elogiar a Spreen.
—Admiro mucho tu habilidad en el PvP, Spreen. A veces me pregunto si algún día podré alcanzar tu nivel.
Spreen, halagado pero incómodo, agradeció el cumplido y se preparó para ir a su siguiente tarea.
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Missa estaba en el jardín, cuidando las plantas y animales. Cuando vio a Spreen, lo invitó a ayudarle con la cosecha.
—¡Spreen! —dijo Missa—. ¿Te gustaría ayudarme con la cosecha? Siempre es más divertido con compañía.
Spreen, notando el entusiasmo de Missa, aceptó y se unió a él. Mientras trabajaban, Missa le ofreció manzanas doradas.
—Tienes que probar estas. —Missa le sonrió—. Siempre aprecio cuando me ayudas.
Spreen aceptó la manzana y, aunque agradecido, se sintió algo incómodo por la atención y las sonrisas de Missa.
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Quackity estaba en medio de una sesión de decoración y construcción. Cuando vio a Spreen, lo llamó para que viniera a ver su último proyecto.
—¡Spreen! —gritó Quackity—. ¡Mira esto! He hecho algunas mejoras en la construcción. Me encantaría que me dieras tu opinión.
Spreen, curioso, se acercó para ver el trabajo de Quackity. Mientras recorrían la construcción, Quackity no pudo evitar coquetear sutilmente.
—Sabes, con tu habilidad en la construcción, podríamos hacer cosas increíbles juntos. —Quackity sonrió—. Me alegra mucho que estés aquí.
Spreen, ya sintiéndose abrumado, agradeció el elogio pero se sintió aún más incómodo con la cantidad de atención que estaba recibiendo.
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Al final del día, Spreen pensó que podría tener un momento de descanso, pero se encontró con Rubius y Quackity nuevamente, quienes lo llamaron para revisar algo juntos. Cuando pensaba que podría relajarse, Missa también apareció para unirse.
—¿Puedo ayudar en algo más? —preguntó Missa.
La situación se volvía cada vez más incómoda a medida que todos se agolpaban alrededor de Spreen, tratando de captar su atención de maneras distintas. Los elogios y comentarios coquetos se mezclaban con solicitudes de ayuda, creando una atmósfera cargada.
Finalmente, Spreen, frustrado, exclamó:
—¡Ya basta, boludos de mierda! Me iré solo a mi habitación a descansar.
Con un gesto de enojo, se dirigió a su habitación y cerró la puerta con un golpe. Solo en su habitación, se sentó en su escritorio y comenzó a escribir en su diario sobre el día.
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Diario de Spreen:
Día 11
Hoy ha sido un día realmente agotador. Empecé ayudando a Rubius en la mina, como siempre, pero no pudo evitar lanzar esos comentarios halagadores que me hicieron sentir incómodo. Luego, Shadoune me invitó a su laboratorio para mostrarme un encantamiento nuevo, y aunque el elogio de su parte fue agradable, me molestó un poco que también intentara coquetear.
Más tarde, Missa me pidió ayuda en el jardín. Aunque el trabajo fue tranquilo, sus constantes sonrisas y ofrecimientos me hicieron sentir aún más incómodo. Y cuando pensé que podía tener un respiro, Quackity me llamó para que revisara su última construcción, y no solo me mostró su trabajo, sino que también intentó coquetear de su propia manera.
El colmo fue cuando todos comenzaron a reunirse alrededor mío, cada uno con sus propias solicitudes y halagos. No pude soportar más y les dije que me iba a mi habitación. Ahora estoy aquí, solo, tratando de entender qué está pasando.
Durante estos días, he notado que todos parecen estar interesados en mí de alguna manera. No sé si es el estrés del lugar o algo más, pero la atención constante y los comentarios coquetos están volviendo la situación muy incómoda. No sé cuánto tiempo más podré lidiar con esto sin explotar.
El lugar que una vez pensé que sería un paraíso de aventuras y sin conflictos se ha convertido en un campo de batalla emocional. Los desafíos y misiones diarias siguen siendo difíciles, pero ahora tengo que manejar las emociones de mis compañeros además de las amenazas externas. Estoy empezando a cuestionar si este es el lugar en el que realmente quiero estar.
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En los días siguientes, la tensión en el equipo continuó en aumento. Spreen intentó mantenerse al margen, pero la constante atención y los intentos de coqueteo de sus compañeros hicieron que cada día fuera una batalla emocional. Aunque el equipo siguió adelante con sus tareas y desafíos, el ambiente estaba cargado de sentimientos no expresados y una creciente incomodidad que afectaba a todos. Spreen, por su parte, se refugió en su habitación más a menudo, buscando un respiro de la situación cada vez más complicada.
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𝙃𝔢𝑟𝔪𝑜𝑠𝑎 𝙍𝔬𝑠𝔞 𝙈𝔞𝑟𝑐𝔥𝑖𝑡𝔞 -ˢᵖʳᵉᵉⁿ ᵇᵒᵗᵗᵒᵐ-
Randomdónde Spreen es un lindo osito fuerte, y perspicaz se enamoraría de cierta persona, la cual "correponderia a sus sentimientos, pero no todo seria color de rosas 𝑨𝒅𝒗𝒆𝒓𝒕𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂𝒔... 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆: 𝙎𝙚𝙭𝙤, 𝙢𝙖𝙣𝙞𝙥𝙪𝙡𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣, 𝙢𝙖𝙡...