Who Are You? •Hijack•

12

Los jinetes se alejaron rápidamente del peligro, pues no querían arriesgarse a estar en el nuevamente, todos iban celebrando la gran hazaña del albino, excepto este. Al ya haber dejado atrás el barco Astrid notó algo distraído al jinete extra 

—Oye Jack, ¿te encuentras bien?— la segunda al mando del grupo cuestionó para confirmar el estado del jinete.

—Ah, yo sí, disculpa— contestó de forma rápida, para después inclinarse a la cabeza de su dragona y susurrarle la orden de acelerar para alcanzar al castaño. —Hipo— la mención de su nombre en un tono bajo fue suficiente para que el castaño tuviera toda su atención el Jack.

— ¿Qué pasa? ¿está todo bien?

— ¡SI! solo yo... tengo que regresar a mi cabaña por algunas cosas— inventó, intentando que no se notara tan forzado.

— Claro, podemos acompañarte— sugirió

— ¡No!— respondió con un tono algo exaltado —digo, no es necesario, eso los haría retrasarse, ademas es más rápido si voy solo— no es que le molestaba la compañía del grupo, solo seguía en el proceso de adaptación.

— Está bien, pero necesitas regresar a Berk, recuerda que dejaste algunas cosas ahí, no puedes olvidarlas— con esa mención el castaño casi aseguró el regreso de su amigo.

— Claro, llegaré, tal vez antes del siguiente atardecer, nos vemos— y con eso tanto el jinete como la dragona se separaron del grupo para regresar a la antigua cabaña.

En el vuelo a su cabaña Jack iba regañandose a sí mismo por el gran error que tuvo en su misión, pues eso no le había pasado en ocasiones anteriores.

— ¡Agh! ¡¿cómo pude ser tan torpe?! me vió, aparte vio lo que hago, me van a cazar y todo por no poder concentrarme completamente— expresó con gran frustración, pues en todo este tiempo era la primera vez que lo sorprendían y casi atrapaban.

— Todo es culpa de ese tonto árbol y ese lago, me hicieron recordar y ¿¡para qué!? para que se esfumará igual de rápido. ¡Agh! tontos recuerdos—dijo mientras se acariciaba su rostro. Al no estar tan lejos su camino fue más corto de lo esperado, en cuanto estuvieron frente a la cabaña ingresaron a ella, notando lo vacía que se encontraba, pues ya había pasado sus pocos materiales uno de sus escondites.

— Ok, calmémonos, debemos pensar, ayúdame Copo— pidió pero fue ignorado completamente por ella, pues ya estaba en posición para descansar.

— ¿En serio me vas a abandonar?— un bufido fue lo que obtuvo por respuesta.

— Que gran amiga.

— Bueno, puedo regresar con esos jinetes, pues casi le prometí que íbamos a volver, y así tal vez podemos estar más tranquilos y más seguros, ademas, los cazadores se golpean todo el tiempo, puede que se olvide de lo que vió o piense que fue un sueño, sí, eso vamos a hacer— soltó con entusiasmo— descansa un rato Copo, yo te cuido.

Al caer la noche los el grupo de jinetes llegaron a Berk, por el cansancio todos se despidieron para ir a descansar y recuperar su fuerza.

Antes de que el sol logra ser visto un chico castaño ya se estaba preparando para ir a su trabajo en la herrería, pues no había podido dormir mucho tiempo a pesar del cansancio, así que sin más opciones se dirigió a ella. Al llegar notó que estaba vacía, así que inició a pulir algunas cosas para que el tiempo pasara rápido.

Después de un rato un adormilado Bocón ingresaba al lugar.

— ¿Hipo? en serio eres tú o ya debo remplazar mi vista también.

— Hey Bocón, si soy yo, no podía dormir, así que aquí me tienes.

— ¿Y a qué se debe esa falta de sueño? ¿tienes algo que te preocupa? ¿tú compromiso tal vez?

— ¡Que! no, eso no, solo... no es nada, olvídalo— ordenó.

— Te preocupa cierto chico que no ha regresado, tranquilo, va a regresar, estoy seguro

— No solo es eso, durante el camino venía actuando raro, más distraído de lo común y cuando le sugerí acompañarlo se exalto un poco— respondió —tu... ¿crees que oculte algo?

— Bueno, es un milagro que esté con vida, no me sorprendería si tuviera miedo o algún secreto, pero tú no pareces angustiado solo por eso.

— Si, ya sé, perdón por eso, pero, últimamente tengo mucho en la cabeza.

— ¿Quieres contarme?

— Sinceramente no, pero tal vez más adelante sí podría contarte.

— Tranquilo, deja que tus sentimientos por ese chico se aclaren— mencionó mientras tomaba algunos trozos de hierro.

— Si... Espera ¿qué dijiste? ¿ya sabías?— recibió un sonido de afirmación.

— ¿Deste cuándo?

—  Hipo, conozco tu forma de ser, ademas eres malo ocultándolo. Aparte de más chiquito se te notaba.

— ¡Agh! ¿en serio es muy obvio?— dijo mientras se frotaba el rostro. 

— De hecho no, pero yo te conozco muy bien, incluso puedo decir que mejor que tu padre.

— Prométeme que no le dirás a nadie, todavía debo pensar algunas cosas, aparte tengo el compromiso con Astrid, así que nadie debe enterarse.

— Tranquilo, nada sale de aquí. Continuando con el tema de Jack ¿ya le comentaste algo acerca de lo que pasó? recuerda que a alguien se le puede escapar algo.

— Si yo, también estoy pensando en eso, iré poco a poco, tal vez suavizando algunas cosas, no quiero asustarlo.

— Revísalo, no quieres que eso provoque algo malo en el futuro.

Pasaron las horas, el trabajo hacía que Hipo dejara de preocuparse tanto en la velocidad en la que pasaba el tiempo. Bocón e Hipo regresaban de haber almorzado cuando El primero notó a un dragón aproximarse, le informó al castaño, pues pudo darse cuenta que no lo había notado 

— Mira, tu espinita en el dedo está llegando.

— ¿Mí que?— cuestionó con una gran expresión de duda.

— Tu espina, porque cuando se entierra no puedes concentrar... sabes que olvídalo, Jack está por aterrizar— señaló el lugar en que el dragón blanco descendía.

— Ah, ya entendí, gracias Bocón, me retiro— eso fue lo ultimo que escucho el adulto para ver la cabellera café alejarse del lugar a un paso algo apresurado pero tratando de disimularlo.

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Llegamos al final del capitulo, espero que les haya gustado.

disculpen la tardanza, tuve un pequeño bloqueo a mitad del capitulo, pero parece que ya quedó.

De todos modos lo revisaré y si es necesario corregiré.

Gracias por leer.♥