Coffee & Cigarettes

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...Un sorbo más, un sorbo más de su café. No sabia si estaba frío o le faltaba azúcar, en realidad eso no importaba demasiado. Entonces miro su café, un café casi tan negro como su corazón esa noche a las 2:00am. Tenia que esperar a que todos duerman, ya que sino su plan de vida ((¿vida?)) seria arruinado por alguien de servicio, un familiar o lo que sea... Agarró otro cigarrillo, la llama del encendedor iluminó sus ojos azules como el cielo, como el mar o como alguna otra estupidez que le dijeron a lo largo de su corta vida. Ella odiaba sus ojos, por más que mil veces se los hayan envidiado, amaba los ojos marrones, verdes, negros o cualquiera menos los de ella. A quien engaño, no eran solo sus ojos, era todo de ella lo que no le gustaba, lo que odiaba, lo que le daba asco, mucho asco. No entendía como las demás personas podían elogiarla, si ella daba todo por tener el cuerpo de las amigas, de las deportistas, de las vecinas, en fin cualquier cuerpo menos ese al que tanto desprecio le tenía. Lamentable, muy lamentable que nunca se diera cuenta de lo hermosa que era, que podía ganar mil premios por lo linda e inteligente que era. De pronto las cenizas cayeron sobre su pantalón, haciendo agujeros en el, maldijo el momento en el que prendió ese cigarrillo, ya que ese pantalón era su favorito, con el que tapaba sus piernas, las que cortaría con una sierra de lo feas que eran, o al menos eso solía decir todo el tiempo, a pesar de tener unas piernas que miles y miles querían, tan formadas y fuertes... Hacia frío, mucho frío, pareciera que el clima estuviera igual de triste y desconsolado que ella, o solo era porque estaba en pleno julio y el invierno la abrazaba, o mejor la tiraba por un barranco..... Cuando dio por terminado su cigarrillo, uno de los mas fuertes que se fabricaron, esos que te arden al fumarlo y te deja un sabor desagradable en la garganta, decidió tomar otro sorbo más, el último, solo para terminar la taza. Sí, ya se había acostumbrado a que sus padres le exigieran terminar sus comidas, a terminar sus tareas, a terminar todo, hasta su vida misma. Pero fueron muy tontos la verdad, esos modales mediocres nunca impidieron que ella empiece a fumar, tomar, escaparse, si ya estaba arruinada emocionalmente.. ¿Por qué no también darse el lujo de arruinarse físicamente?. Aunque..seamos realistas, la felicidad no dura para siempre y no podes acostumbrarte a una tarde de emociones porque cuando volves a tu realidad, esa que te asfixia, va a ser como una cachetada fuerte, muy fuerte, de esas que dejan marca y dolor por semanas... Quien lo diría, un café, cigarrillos y un par de pastillas para terminarlo todo. O si algo sale mal, como que no sean las pastillas suficientes, solo ser libre por un rato hasta buscar otra forma de acabar con todo...

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⏰ Última actualización: Jul 09, 2015 ⏰

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