Carta seis.

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Querida chica herida,

Los observaba cada vez que peleaban, mis manos se convertían en puños al ver cómo le rogabas por otra oportunidad. Le decías que harías las cosas mejor, rompías tus barreras. Le entregabas tu corazón roto y él lo estrujaba con fuerza. Eras demasiado tonta, cariño. Intenté hablar contigo, explicarte que merecías mucho más de lo que él te daba, pero tú te aferrabas a la idea de que no eras lo suficientemente importante. Apostabas a que lo que tenías era exactamente lo designado para ti. Decías que nadie más podría quererte y que, algunas veces, simplemente debemos aceptar lo que está a nuestro alcance. Intentabas convencer al mundo de que los golpes sobre tu piel habían sido culpa tuya, y de que absolutamente todos tienen defectos. Eras ciega por voluntad propia, él no te quería. El problema era que ni siquiera tú tenías fe en ti misma, la vida había abusado de ti en varias ocasiones. No te dabas cuenta de lo enamorado que estaba de la niña alegre que solías ser, y entonces me alejé. Huí cuando más me necesitabas pero, dime algo, ¿cómo sanar a un corazón que no sabe que está roto?

Con amor, un alma cobarde.

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Inspirada en All She Knows de Bruno Mars.

¡Muchísimas gracias a la personita de la dedicación por haber estado votando, de verdad! Y a los demás, vamos, no les cuesta nada oprimir un botón, me harían muy feliz^^.

Con amor, la escritora que más los quiere:).

Con amor, KennethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora