𝓯𝓸𝓾𝓻

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La Amenaza en las Sombras

(06/07/98) En alguna parte del gran salón

Las semanas que siguieron a su prueba en el laberinto pasaron en un torbellino de estudios intensos y prácticas conjuntas. Leah y Peter, aunque aún mantenían su competitividad, habían aprendido a respetar y confiar en las habilidades del otro. La conexión entre ellos era innegable, y los rumores sobre su vínculo comenzaron a extenderse por la academia.

Una noche, mientras los estudiantes se preparaban para la gran celebración de Samhain, la atmósfera en la academia estaba cargada de energía mágica. Leah, vestida con una túnica plateada adornada con runas antiguas, observaba las preparaciones desde una esquina del Gran Salón.

Peter  se acercó, llevando una túnica negra con detalles dorados que resaltaban su porte elegante.

—¿Lista para la gran noche? —preguntó, su tono ligero pero con una mirada seria.

—Lo estoy. Aunque tengo una sensación extraña, como si algo estuviera por suceder —admitió Leah, mirando a su alrededor.

Antes de que Peter pudiera responder, un grito resonó en el Gran Salón. Un grupo de estudiantes corría hacia ellos, pálidos y asustados.

—¡Algo está atacando el bosque encantado! —gritó uno de los estudiantes.

Leah y Peter intercambiaron una mirada rápida y, sin decir una palabra, corrieron hacia el bosque. Al llegar, vieron una figura encapuchada rodeada de sombras oscuras que se extendían como tentáculos, atacando a los guardianes mágicos del bosque.

—¡Debemos detenerlo! —exclamó Peter, levantando su varita.

—Juntos —añadió Leah, posicionándose a su lado.

Los dos comenzaron a lanzar hechizos de protección y ataque, incluso sus poderes en ciertas ocasiones, tratando de contener las sombras. Sin embargo, la figura encapuchada era fuerte y sus ataques parecían implacables.

—¡No es suficiente! —gritó Leah, esquivando un tentáculo sombrío—. Necesitamos usar nuestra conexión.

Peter asintió, sabiendo que tenían que arriesgarse.

—Enfoquémonos en la luz y el poder del vínculo —dijo, tomando la mano de Leah.

Cerrando los ojos, ambos concentraron su magia en su conexión, sintiendo una oleada de energía pura fluir entre ellos. Con un grito unificado, lanzaron un hechizo de luz intensa que atravesó las sombras, golpeando a la figura encapuchada y dispersando las oscuridad.

La figura cayó al suelo, y cuando las sombras se desvanecieron, revelaron a un antiguo enemigo de la academia, un hechicero oscuro exiliado años atrás.

—No... esto no puede ser el final... —murmuró el hechicero antes de desmayarse.

Madame Isabel y otros profesores llegaron rápidamente al lugar, asegurando al hechicero y atendiendo a los heridos.

—Hicieron un excelente trabajo —dijo la directora, con una mirada de orgullo y preocupación—. Pero esta es solo una muestra de lo que está por venir. Deben estar preparados para más.

Leah y, aún Peter respirando con dificultad, se miraron con una mezcla de alivio y preocupación. Sabían que su vínculo era poderoso, pero también que enfrentarían desafíos aún mayores.

Esa noche, mientras la celebración de Samhain continuaba, Leah y Peter se encontraron en la torre más alta de la academia, observando las estrellas.

—Gracias por confiar en mí —dijo Leah en voz baja, rompiendo el silencio.

—Siempre confiaré en ti, Leah —respondió Peter, tomando su mano—. Juntos, podemos enfrentar cualquier cosa.

La tensión y la cercanía entre ellos eran palpables, y por primera vez, ambos permitieron que sus corazones se abrieran a la posibilidad de algo más que una simple alianza. Mientras las estrellas brillaban sobre la Academia, Leah y Peter sabían que su viaje apenas comenzaba, y que juntos, serían imparables.

Bajo la misma sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora