Otoño nostálgico y sesión de fotos PARTE 3

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La pareja entró a la pieza donde el equipo de seguridad cuidaba de sus hijos, encontrar a Charles llorando fue una situación que ocupó toda su atención, ellos sabían que la timidez de su hijo iba a aparecer en el momento menos indicado, y entendían perfectamente, Alex y Anton han sido dos personas que ven regularmente cuando salen, pero no interactúan para nada con ellos, pues estos mismos hacen solamente su trabajo.

—¿Dónde está Evie? — Taylor miraba para todos lados.

Charles estaba sollozando en los brazos de su papá, en lo que Travis, Alex y Anton voltearon al mismo tiempo que Swift para tratar de responder la pregunta de su jefa, ¿Dónde estaba Evie?, la habían dejado ahí mismo, jugando, donde se suponía que debía seguir, la pregunta de la cantante los dejó helados.

—Debe estar escondida, estaba jugando apenas, ¿O no estaba ya jugando? — Alex se confundió tratando de recordar, antes de que Charles Kelce llorara, ella estaba ya preguntando por sus papás.

—Estaba aquí— Anton se puso a caminar por los juegos, que no eran demasiados, tratando de visualizar a la niña.

—¿Cómo que estaba aquí? — Taylor no podía evitar sentirse molesta, su equipo de seguridad ha estado con ella por años, ¿Era realmente posible que no sepan que hace su hija al parpadear unos segundos apenas?, aunque también debía recordarse que parió una Kelce, digna hija de Travis, a la rubiecita le era muy fácil meterse en problemas, y ahora justamente, se metió en uno.

—Vamos a buscarla— Alex ayudaba a su compañero de trabajo, ¿Cómo demonios perdieron una niña de dos años?, sobre todo en un cuarto que se supone está cerrado, seguro que estaba jugando a esconderse y lo único que iba a pasar es que todos van a reír al final por la traviesa broma de la señorita Kelce, pero su sonrisa se borraría al no verla por ningún lado.

Travis la buscaba también. —No entiendo— miraba a todos lados. —Charles, ¿Dónde está tu hermana?, debes saber, ¿No? — le preguntó a su hijo.

El niño apenas y le quiso responder, le pareció terrible que se fueran y lo dejaran con ese par de hombres, así que no le tomó importancia a la pregunta de su padre, aunque, de todos modos, él no tenía idea de donde se metió su curiosa hermana.

—Ok, voy a tomar eso como un no— dijo estresado. —Sostén a Charles— Kelce le dio su hijo a Taylor. —Vamos a resolver este misterio, no se puede ir tampoco de aquí, si no tiene ventanas—

—No tiene ventanas... Dios— Swift se tocó la frente.

—Mierda, las ventilas— Travis pensó.


Los tres hombres siguieron el camino en las paredes buscando la salida de ventilación, en cuanto caminaron por todo alrededor de la habitación, se dieron cuenta de que un conducto estaba abierto, y sí, definitivamente, su hija tenía el tamaño adecuado para entrar sin problemas por dicho paso, sin duda, ella se fue por ahí, así que se quedaron mirando el hoyo de la ventilación.

—¿Evie? — Travis se asomó, ¿De verdad su hija se atrevería a entrar por ahí?, ni siquiera es algo que a él se le hubiera ocurrido de niño, él fue muy travieso, pero no tanto. —¡Evie! — gritó, deseando tener el tamaño suficiente para entrar y echar un vistazo, era una zona totalmente peligrosa, nada seguro para una bebé, ¿En serio nunca podían dejarla sin vigilancia?, definitivamente no.

—Evie, saquen a Evie, por favor— Swift estaba al borde del llanto, ¿Cómo es que descuidaron a su hija?, ¿Por qué permitieron que se metiera en ese lío?, ¿Y si se lastimaba?, podría atorarse en algún punto del camino, toparse con insectos, algún animal, cortarse, todo le sonaba terrible. —En serio no puedo creer que haya pasado esto, no les deje una tarea tan complicada— la rubia no pudo evitar reclamar a Alex y Anton, si bien no eran niñeros, les confió la encomienda de cuidar de sus hijos tan solo un rato.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora