Capítulo 32
Todo lo que hice
Brandon
No sé cómo él había conseguido cambiar los papeles tan rápido, me tenía ansioso, respirando con dificultad y sometido ante él. Su rodilla se seguía presionando en mí entre pierna, la falta de atención en ese lugar me irritaba. Su mano seguía tirando del collar y la sensación que causaba el hecho de que él pudiera controlarme de esa manera me gustaba.
Su lengua se enredó con la mía, mordió mis labios y acaricio con los suyos muy lentamente, me dejaban sin aire con esos besos tan lentos y profundos.
Me sentía nervioso, todo esto era demasiado nuevo para mí y repito, si bien estuve con muchos otros hombres jamás experimente con este tipo de juegos. Nunca me llamaron la atención, incluso escuchaba de esto y no me parecía correcto la manera de someter a otra persona en el sexo, no me gustaba la idea de las esposas de cuero y otros juguetes. Para mí el sexo era placer y esto, se volvía un juego cruel para encontrar el placer entre las molestias, la desesperación y la irritación que causaba la espera, la pausa y la manipulación.
Freddy parecía conocer de esto porque hacía que todas esas ideas negativas quedarán en el olvido y deseará continuar.
Después de unos minutos de solo besos, él me soltó, la presión en mi cuello desapareció y me permitía tomar una bocanada de aire cuando ya no tenía sus labios presionándome.
Tomo distancia y me observó ahí sentado en la cama, agitado y excitado.
—Desnúdate churri —pidió con una sonrisa inocente.
¿Yo solo? Me había visto tantas veces desnudo y aun así por alguna razón esa petición me intimidaba un poco. Obedecí porque no quería arruinarlo, pero no pude verlo a los ojos a medida que me iba quitando la ropa, fue extraña su manera de mirarme, como si fuera la primera vez.
Lo único que me deje fue el collar, todo termino en el suelo.
Su pecho se llenó de aire, él seguía muy vestido y al parecer iba a continuar así.
—Ponte de rodillas en la cama —pidió.
—¿De rodillas?
Mi corazoncito iba a explotar.
Asintió —De frente a mí.
Diablos, su voz era muy seductora y autoritaria. Me puse de rodillas sobre la cama vestida de blanco y azul, anoche había estado llena de pétalo de rosa, la habitación estaba iluminada por velas, olor a champán y sexo romántico. Hoy la decoración sobre esta son algunos juguetes sexuales, se sentía oscura y olía a morbo. Qué rápido cambian las cosas. Incluso Freddy, desapareció el caballero romántico y coqueto, sentía que era una pantera con la mirada oscura lista para saltar contra su presa, yo era esa presa.
—No te quitarás la ropa — señalé.
Estaba demasiado vestido.
—Sí… —sus hombros cayeron por una extraña razón—. Es que hice algo más y ahora me da vergüenza mostrarlo.
Freddy con vergüenza. Su cara y su voz había cambiado, quizás si sentía verdadera vergüenza.
Él se acercó a mí, desabotone su camisa lentamente hasta dejarla caer por los hombros.
—Yo soy quien debería sentir vergüenza, estoy obedeciendo a un gatito —mordí si abdomen
Su mano se cerró en mi mandíbula, me miró con cierta molestia, con una ceja alzada y la mandíbula tensa. Devoro mis labios por unos breves segundos que me dejaron sin aire.
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Te estuve esperando L(G)TB
RomanceBrandon un hombre lo suficientemente atractivo e inteligente como para dejar a cualquier mujer boquiabierta, pero, ¿que sucede cuando ninguna mujer parece ser suficiente para el? Tiene una cosa clara, el excitó profesional, la buena apariencia y ami...