Capítulo 8

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Cuando Ray jalo la puerta perfectamente forrada con pasto dejó a la vista unas escaleras de cemento. Ray y Jackson bajaron primero, seguido por los demás. Sólo quedábamos lily y yo. Obviamente estaba esperando a que siguiera yo.

- anda - dijo entre risas- no te van a morder. - eso no me preocupaba. Tenía miedo de que me dieran la paliza de mi vida. A regañadientes baje primero que ella. Oí cuando cerró tras ella la puerta, probablemente no querían que los vecinos vieran una puerta abierta en la tierra. Sería algo sospechoso.
Cuando pase el último escalón pude ver con claridad todo el lugar. Todo al rededor era de concreto. A diferencia de la cabaña que estaba justo arriba. Era enorme, creo el santuario abarcaba mucho más que solo la cabaña. Mire a todo mi alrededor para poder ver cada detalle.
A mi derecha estaba toda una pared llena de armas. Incluso más de las que podría imaginarme. Algunas de ellas las había visto en las clases de defensa personal avanzada.
Justo en la pared de enfrente estaba uno de esos muros de escalada que hay en los gimnasios. Justo en medio de todo el santuario se encontraba un enorme cuadrado de piso tatami color rojo, de los que se usan en los rings de boxeo. Al fondo había una mesa con libros y en la pared detrás de ella había algunas hierbas colgadas y frascos con algún tipo de líquido color azul brillante.

-Bienvenida al santuario - dijo lily en un murmuró pasando por  un lado mio. No tenía palabras para expresar lo impresionada que estaba. No era lo que me esperaba. Obviamente.

-¿te comió la lengua el gato? - se burló Jacob al ver mi cara.

- no. Pero si que podría arrancartela si sigues molestandome. - gruñi molesta. Este tipo me sacaba de mis Casillas.

- Hayley ven aquí! - dijo Ray señalando que entrará al tatami. Trague saliva y asentí, caminando hacia donde me había señalado. Temía que me hiciera enfrentarme a alguno de estos locos.

- Este es el santuario - dijo abriendo los brazos - aquí pasaras entrenando todo el tiempo que sea necesario. Lily te enseñará de algunas hierbas mortales para los oscuros. Los oscuros son demonios de las sombras. Los llamamos así por esa cualidad que tienen de aparecer y desvanecer de la nada. Claro que durante el día estamos a salvo. - se aclaró la garganta y siguió - deberás poner todo tu esfuerzo en los entrenamientos como si estuvieras en campo de pelea. No te contengas. No pienses. No tengas piedad porque ellos no la tendrán contigo. Son rápidos pero tu deberás ser inteligente. Usa tu instinto. De eso dependerá tu vida.

- Sólo hay un forma de matar a un oscuro y es con balas, flechas o cualquier otra arma que estén bañadas con el líquido de artemisa que hemos estado perfeccionando con el paso de los años. - dijo Jackson señalando hacia los botes con líquido azul que había visto hace un momento. - pero antes de matarlos, esos bastardos siempre te dan una buena pelea.

- ¿que no es la planta que está en frente a la cabaña? - pregunté.

- así es - asintió Ray - nosotros la cultivamos, las tenemos alrededor de toda la cabaña. Eso evita que los oscuros puedan entrar. Y nosotros podemos hacer ese líquido azul - dijo señalando con el dedo. - es como nuestro mata lobos para demonios.

-¿Y porque exactamente esa planta? - pregunté - yo creía que los mataban con agua bendita o algo así. Digo son demonios.

-Hayley - dijo Ray - aveces lo que te salva la vida puede llegar a ser algo insignificante, tan insignificante como una planta. Pero tienes que aprender a nunca subestimar nada y a nadie. Si lo haces y te confías. Mueres. - me miro serio. - dicho esto debes saber que tenemos un código y reglas. Nuestro código se basa en la lealtad y hay cero tolerancia si lastimas a uno de los nuestros - mire de reojo a Jacob. - va para todo. - advirtió.

- Regla número uno: - dijo Jackson - nunca olvides quien eres. ni de donde vienes, si estas consciente de eso tendrán menos poder sobre ti al momento de intentar reclutarte. Regla numero dos: no tengas piedad al matar un demonio o esclavo. Como ya te mencionó mi hermano, ellos no tendrán piedad de ti. - por un segundo recordé las palabras de doom sobre no querer lastimarme. Y las de la mujer que había intentado ahogarme sobre que doom había tenido compasión de mi. - Regla numero tres: - la vos de Jackson me volvió a la realidad. - jamás tengas algún sentimiento afectivo por un demonio o esclavo. No es necesario que explique esta tercera regla. Se que tu madre te contó la historia.

- ¿sobre la cazadora que fraternizo con el enemigo?- lo dije con tono de burla pero pareció no causarle gracia, ni a él. Ni a nadie. - Si me contó algo parecido.

- por ultimo y la más importante regla - dijo con tono severo - Jamas. Jamas debes decir nuestro secreto a nadie. Un consejo para todos ustedes. nunca olviden que nosotros elegimos nuestro propio camino. nuestros valores y nuestras acciones, ellos definen quienes somos. ¿esta bien?

Todos asentimos.

- Okay - dijo Ray dando un aplauso para que pusiéramos atención. - ahora simularemos una pelea. - la palabra "simular", y "pelea" me hacian sentir enferma. - así sabre si podrán pelear. O si les patearan el culo - dijo con una sonrisa.

-Lucy. Hayley. Van ustedes. Es hora de pelear. - dijo saliendo del tatami. Los demás hicieron lo mismo Excepto Lucy y yo.

- ¿es una broma? - pregunté incrédula. - hace mucho que no practico. Soy un blanco fácil para ella. - dije señalandola.

- eso lo decido yo. Ahora centrate  y pelea con Lucy. enseñanos de que estas hecha.

Suspire y la mire preparándome. Como había aprendido dejaría que ella tuviera la iniciativa. Así podría ver que tan rápida es, cual pie usa para atacar y cual de sus puños era su favorito. Esquivé barios golpes, era rápida, pero no tanto como yo. Me abalancé contra ella empujando con mi hombre su estómago. Grave error para mi porque solo le dio entrada libre al mío. Deje escapar el aire cuando me golpeó con la rodilla justo en la boca de mi estómago. Me deje caer en el suelo tocando con mi mano el lugar en el que me había golpeado. Esta chica realmente no tendria piedad de mi.

Mire a Ray mientras me ponía de pie jadeando aun por el rodillazo que acababa de recibir.

- ella va a patearme el culo. ¿Lo sabes? - solo me dedicó una media sonrisa. Y Suspire.

- vamos primita.- dijo con una sonrisa arrogante. - ¿o es que acaso tienes miedo? - dijo arqueando una ceja claramente desafiandome.

- ja - dije fingiendo reirme. - Sabes. eres divertida Lucy. No dejes que esa cara de estar oliendo algo podrido te impida demostrarlo a los demás. - dije cruzando me de brazos. 

Todos comenzaron a reir.

-Ja-ja.- dijo fríamente - trata de ser mas original ¿quieres?. tal vez te crees ser la gran cosa aquí. pero no es así. Tu no eres nadie. - dijo cruzandose de brazos al igual que yo. Pude oír a los demás chicos reírse.

- Eso es un poco insultante sabes.

- Upss - dijo tapándose la boca con la mano sarcásticamente. Esta tipa era una real perra. - perdón.- su cara volvió a tornarse arrogante. - más bien no. No tengo porque pedirte perdón.

Mi boca se abrió indignada.
- Oye enserio que eres molesta. - gruñi.- Ya me harté. - me di media vuelta decidida a marcharme. - no pienso seguir soportando tus insultos sin sentido.

- Ay pobre! - dijo soltando más veneno. - La niña no lo soportó. Solo eres una gallina. - alzó más la voz. - dudo que seas de la familia. tal vez tienes más de tu padre que de nosotros. eres una cobarde igual que el!. - gritó y todos se quedaron en silencio cuando me detuve en seco. Sentí como un me hervía la sangre. Apreté los puños y me gire hacia ella. Su cara era de satisfacción, sabía perfectamente que lo que había dicho me había afectado. Sin pensarlo dos veces me dirigí hacia ella a zancadas. Y con un movimiento rápido que había aprendido el defensa personal la tire sobre su espalda y me puse a horcajadas en ella con mi brazo izquierdo apretando contra su garganta y con la otra sujetando sus dos manos sobre su cabeza.

- Jamás. - gruñi viéndola directamente a los ojos. - jamás. en tu maldita. vida. vuelvas. a hablar. de mi padre.- dije cada vez más molesta y apretando un poco más contra su garganta. - no te lo permito. Si lo vuelves a hacer voy a olvidar todas esas estúpidas reglas y yo misma te mataré. ¿Entendiste bien primita?

Asintió como pudo bajo mi apretón. - si - susurró difícilmente.

- bien. - gruñi  soltandola bruscamente. La observe aún con la sangre hirviendo mientras jadeaba intentando recuperarse.

- hayley - dijo Ray. Lo ignore y camine hacia la salida temblando de enojo. - ¿hayley? - llamó de nuevo.

- ahora no. - gruñi subiendo las escaleras. Antes de salir pude oír a Jacob decir "bueno. Almenos ya vimos que no olvido como taclear".

HAYLEY: CAZADORA DE DEMONIOS (terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora