Otra vez...otra vez fui asesinado, ¿cuántas veces mori? creo que fueron tres... supongo que la tercera es la vencida, siendo honestos llegue más lejos de lo que esperaba...se supone que debí morir hace meses pero aquí estoy, peleando contra el rey d...
Un joven de cabello negro estaba caminando junto a una chica albina de ojos azules, parecían ser adolescentes y a la vez estudiantes de la escuela de hechicería.
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-- Satoi ya te dije que no molestes tanto a los débiles, ya sabes cómo se ponen-- Dijo el pelinegro con una sonrisa.
-- Oye no los defiendas tanto Suguru, la loca y fea de Utahime nisiquiera me agradece por salvar su gordo trasero.
Siempre fuiste de esa forma...
La imagen del Geto adulto se había materializado frente a su versión adolescente.
Supongo que esto es un recordatorio...
Ambos adolescentes estaban llegando a la oficina del director Yaga, al entrar pudieron ver qué Shoko también estaba ahí.
-- ¿Quien de ustedes fue al que se le olvidó poner el velo?
Geto y Shoko apuntaron a Satoi la cual nisiquiera se había acercado al director.
-- Ah si, mi culpa-- Dijo mientras sacaba unos dulces de sus bolsillos.
-- ¿Estás consciente de que pudieron haberte visto junto a tus compañeros, verdad?
-- Si pero no es como si esos monos pudieran ver la energía maldita, de igual forma iba a terminar rápido con esa maldicion.
-- ¡Eso no importa! Sabes que los hechiceros trabajan en incógnito, no puedes tomarte las cosas tan a la ligera.
Siempre fuiste así...nunca pensabas en las consecuencias.
El Geto adulto parecía ser un simple fantasma, estaba justo en el lugar en el que Satoi debería haber estado.
-- Como usted diga... anciano-- Respondió Satoi la cual acerco una silla con azul y se sentó en ella.
Esta no era la primera vez que ocurría, Satoi solía dejar esas cosas a otras personas para no hacerlo ella, regañarla era inútil, enserio, ¿Cómo regañas a alguien que prácticamente fue bendecida por dios?
